El medio natural de la formación médica es el centro sanitario. Es el mantra de las facultades de Medicina, que inician el nuevo curso con la preocupación de que los estudiantes, especialmente los de último curso, pierdan sus prácticas clínicas si la pandemia se descontrola. Con el fin de mantenerlas, se ha intentado disminuir el volumen de alumnos en los centros revisando los calendarios, acudiendo a los simuladores, se están haciendo PCR a los alumnos en algunas autonomías...
Al cierre de este reportaje, sólo los gobiernos de Madrid y Murcia habían optado por la medida extrema de suspender las prácticas. En Madrid se espera que a partir de la semana que viene el grado de Medicina recupere la nueva normalidad; en Murcia se está trabajando en ello, pero no hay fecha.
Del resto de comunidades, los decanos señalan que la voluntad de la Administración es mantener los rotatorios...pero se dice con un deje de duda. Y de ahí los continuos comunicados de las organizaciones implicadas para evitar que los estudiantes de Medicina pierdan el contacto con el paciente.
Cada facultad e incluso cada centro tiene su librillo. Un regla común, por ejemplo, es mantener a los estudiantes alejados de los circuitos Covid-19. En cuanto a pruebas, sólo Castilla y León y Castilla-La Mancha reclaman que los estudiantes aporten una PCR previamente a las prácticas, aunque hay universidades que están estudiando o han decidido hacerlo por su cuenta, como la Universidad Católica de Valencia.
El problema es que esa falta de homogeneidad (se suman las competencias autonómicas con la autonomía universitaria) crea situaciones tan curiosas como la de la Universidad de Alcalá de Henares, donde se realizan prácticas tanto en el Hospital Universitario de Guadalajara como en los hospitales madrileños Ramón y Cajal, el Príncipe de Asturias y el Gómez Ulla. "En uno se les permite hacer prácticas con PCR y en los otros de momento no pueden hacerlas. Es algo que puede crear conflicto", apunta Antonio Pujol de Castro, presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM).
Castilla y León y Castilla-La Mancha exigen que los estudiantes se hagan una PCR antes, aunque hay universidades que lo hacen por su cuenta
El Gobierno de Cataluña, por ejemplo, ha recomendado que, en el caso de no haber capacidad docente para las prácticas, se usen otros centros de la sanidad pública y residencias, además de reflexionar qué contenidos se pueden trasladar a otro formato, como seminarios, vídeos, talleres, simulación...
"En algunos servicios y centros de salud se ha reducido el número de alumnos o se ha regulado de otro modo la movilidad entre servicios o departamentos", cuenta a DM Secundino Fernández, decano de la Universidad de Navarra (UNAV)."Por otro lado, se ha potenciado el programa de pacientes estandarizados y los escenarios y talleres en el centro de simulación de la facultad como complemento".
Cree que la situación es muy diferente a la de marzo: "Ahora se tiene experiencia, no hay problemas de material de protección, existen protocolos de detección y rastreo. Los alumnos de Medicina, muchos de ellos serán médicos en unos meses, tienen una oportunidad única para conocer lo que es ser médico. Sería lamentable que dentro de unos años recordaran que durante la pandemia estuvieron al margen".
"En principio sanidad no nos ha puesto problemas para rotar, pero hemos preferido dividir a los alumnos en dos grupos, de forma que por turnos uno vaya al hospital y el otro haga labores de simulación clínica", explica Francisco Javier García Criado, decano en funciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca.
Reconoce que puntualmente alguna asignatura tendrá algún problema, "como Fundamentos de Medicina Clínica, que hace las prácticas en Medicina Interna y ahora mismo estos servicios están para los pacientes Covid-19".
Les informaron de la obligatoriedad de de las pruebas PCR a finales de agostos, por lo que han estado trabajando para tener las pruebas hechas a tiempo para la semana que viene. El coste de las pruebas lo asumirá la universidad, si bien varios estudiantes se han quejado por redes sociales de que ellos tengan que asumir personalmente la compra de pijama y EPI.
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Javier Lanuza, decano de Medicina de la Universidad de Zaragoza, apunta que en las prácticas preclínicas como las de laboratorio y seminarios "en general primará la presencialidad, aunque si en algún caso consideráramos que no es imprescindible, se pasaría al online". En cuanto a las prácticas hospitalarias, "los alumnos se mantendrán fuera de los servicios Covid-19 y en Urgencias, por ejemplo, vamos a reducir su presencia a la mitad".
"Utilizamos recursos virtuales y los profesores crearon nuevos casos clínicos, pero no es lo mismo escuchar el sonido de una auscultación en el ordenador que ponerle al paciente un fonendo en las costillas", argumenta para explicar por qué el empeño por mantener las prácticas clínicas.
"¿Se puede hacer la carrera de Medicina sólo con un centro de simulación. Pues no, porque los pacientes tienen la mala costumbre de tener una insuficiencia cardíaca, pero también otras patologías, unos condicionantes sociales, familiares, un carácter...Lo que intentamos trasmitir a la sociedad es que, cuando estalla una guerra, no es momento de que los alumnos de la academia militar se vayan a casa", concluye Lanuza.
Carmen Robles, decana de la Universidad de Murcia, lamenta que la decisión de suspender las prácticas clínicas se ha realizado cuando "los alumnos ya estaban ubicados en los centros, puesto que tenemos un sistema para que reserven sus respectivas rotaciones en el centro que deseen, las clases diseñadas, el material de protección... la semana que viene íbamos a dar un curso de preparación a los alumnos que entraban por primera vez en el hospital para que estuvieran listos".
Pablo Lara, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Medicina y decano de la Universidad de Málaga, expone que han barajado diferentes medidas "como distribuir a los estudiantes en más centros, sobre todo de atención primaria, que son tan válidos como los hospitales para aprender; que los estudiantes estén más tiempo rotando en el mismo centro y servicio para reducir la variabilidad; reducir el número de estudiantes si es posible y aprovechar diferentes turnos de mañana y tarde e incluso guardias, que participen en actividades sociosanitarias en colaboración con asociaciones u otras instituciones..."
Qué pueden hacer los estudiantes
Decanos y estudiantes han advertido que dejar sin prácticas a los futuros médicos puede vulnerar la normativa europea y eso podría traducirse en problemas para el reconocimiento de los títulos en el resto de la Unión Europea.
Legislación comunitaria aparte, también se trata de una cuestión de principios. Lara defiende que "al igual que se entiende que los profesionales sanitarios deben estar en los centros, también tienen que estar los alumnos. La docencia también forma parte de sus funciones. Además, ante la falta de profesionales, aunque no les puedan sustituir, los alumnos pueden ayudar, como ya hicieron el año pasado".
"Nuestra formación es eminentemente práctica durante el último curso y al año siguiente estaremos tratando pacientes como residentes. No tiene sentido que nos aparten del circuito asistencial, sobre cuando cuando el año pasado nos llamaron para que ayudásemos. ¿Ahora que tenemos que formarnos no nos quieren allí?", cuestiona Pujol de Castro.
"Cuando estalla una guerra, no es momento de que los alumnos de la academia militar se vayan a casa", defiende Javier Lanuza, decano de Zaragoza
Lamenta además el retraso en dos comunidades, "que esperemos que se quede sólo en eso, un aplazamiento. Es verdad que 2 semanas en Madrid no es mucho tiempo, pero han tenido seis meses para prepararse para esta situación".
Varias facultades tienen una política de que, en caso de restricciones, 'salvar' el rotario de sexto curso es la prioridad, incluso rebajando o suspendiendo las prácticas de cursos anteriores, como ha hecho por ejemplo la Universidad de Córdoba. "Tampoco pensamos que esa solución sea lo ideal, porque si hay prácticas en cursos anteriores normalmente significa que hay menos en último año. No podemos hipotecar a una generación entera de médicos", apunta el presidente del CEEM.
¿Qué tipo de tareas pueden realizar en este contexto para seguir aprendiendo y de paso descargar a los profesionales? Lara enumera varias: rastreo de casos, información telefónica a familiares y enlace entre estos y el médico del paciente en cuarentena, apoyo en las consultas y urgencias no Covid en primaria y hospitalaria, análisis de historias clínicas y analíticas en busca de factores de riesgo, informatización de datos, atención telefónica de los pacientes resumiendo su problema para el titular de la consulta...
"De hecho, todas estas actividades coinciden en muchos casos con las prácticas reales en condiciones de normalidad", puntualiza el presidente de los decanos de Medicina.
Enseñanza teórica
En líneas generales, el esquema en la enseñanza teórica está mucho más claro. Se combinará lo presencial y lo virtual cuando se pase al todo online. Una parte de cada curso acudirá a las aulas y la otra verá las clases a través de streaming o con vídeos y documentación realizada previamente, intentando crear grupos cerrados.
De nuevo la situación varía en función de cada universidad. Sirvan de ejemplo las universidades andaluzas. Según explica María Aurora Corpas, portavoz de CEEM en la comunidad, Córdoba y Granada harán clases semipresenciales, Cádiz igual pero con "un horario multimodal con clases on-line por la mañana y presenciales por la tarde", mientras que Sevilla y Málaga organizará las clases on-line.
"Ha sido y esta siendo muy difícil y laborioso preparar la planificación de la docencia para el curso que empieza. Esta siendo muy complicado en muchos aspectos: docencia, capacidad de las aulas, logística y preparación de toda la infraestructura necesaria para la seguridad de nuestros estudiantes..." señalan fuentes del decanato de Medicina de la Univesidad Autónoma de Barcelona.
"Hay ciertas medidas bien consolidadas ya, como el distanciamiento, la mascarilla, los lavados de manos frecuentes, el trabajo en grupos más pequeños, etc. De momento las prácticas clínicas en Cataluña se han mantenido, y aunque se puedan haber modificado la ratio estudiantes-adjunto o las horas totales, se están llevando a cabo con cierta normalidad", explica Alex Boada, de CEEM Cataluña.
Antonio Pujol de Castro (CEEM): "No tiene sentido que nos aparten del circuito asistencial cuando el año pasado nos llamaron para que ayudásemos"
Como no han empezado todas las facultades ni todos los cursos en esta autonomía, "a lo largo de este mes de septiembre iremos haciendo una comparativa entre las medidas implantadas, para detectar tanto aquellos puntos positivos como aquellos a partir de los cuales podamos mejorar. El objetivo final es garantizar una presencialidad segura y sin desigualdades entre facultades", explica Boada.
Daniel Maroto Navas, estudiante de 6º de la Facultad de Medicina del campus de Albacete de la Universidad de Castilla-La Mancha, señala que en su campus los alumnos de 1º y 2º irán todos presencialmente, mientras que a partir de 3º la docencia será telemática.
En el campus de Ciudad Real se ha optado por un modelo de grupos pequeños, máximo 12 por aula, que van rotando: "Se han hecho los subgrupos en función de los contactos sociales de cada uno, como compañeros de piso y amigos, para minimizar los contactos y facilitar el rastreo en caso de brote".
En la Universidad de Murcia, se ha creado una aplicación para que los estudiantes confirmen cada semana designada de presencialidad si van a acudir; posteriormente, se les hace firmar para realizar un control diario, "dado que las clases no son obligatorias y no sabemos si ese día en concreto el alumno no va a ir porque no quiera o tenga que ir a otra asignatura. Es la forma de saber a quién habría que poner en cuarentena", explica su decana.
"En los primeros cursos la docencia presencial es del 100% y en los cursos superiores entre un 80 y un 90 %. Esto conlleva que muchos profesores duplican su docencia pues la deben de repetir en los grupos que se han creado", explica el decano de la UNAV, señalando que sus profesores han recibido formación para que puedan aplicar metodologías que les ayudaran en la docencia y evaluación telemática y se familiarizaran con la tecnología.
"La organización dependerá de la asignatura. En la mayoría habrá turnos para asistir a la clase presencialmente o bien seguirla por streaming en directo. Otros profesores prefieren grabar previamente la clase y subirla a la plataforma y otros prefieren preparar una documentación amplia para todos. En otros casos, se realizarán seminarios de ciertos módulos para evaluar y resolver dudas y se repetirán para asegurarnos de que todos los grupos reciben la misma información", explica García Criado.
Evaluación
En cuanto a la evaluación, el decano de Salamanca cree que, en perspectiva, la evaluación es mejor mantenerla de manera presencial, sobre todo para evaluar las competencias adquiridas en los exámenes más prácticos. "Creo que fue un error estando en fase de desescalada hacer los exámenes on-line, aunque es cierto que muchos alumnos habían dejado sus pisos y residencias y estaban lejos. Pero si en una asignatura el porcentaje de suspensos suele estar en el 25-30% y el año pasado no llegó al 1,5%, es que algo falla...".
Fernández explica cómo la UNAV adaptó la evaluación presencial de manera telemática. "Se dio formación a los profesores para repensar y mejorar la calidad de las preguntas de los exámenes tanto de elección múltiple como preguntas cortas, de desarrollo e incluso la ECOE. Se creó un grupo de apoyo a la docencia para resolver problemas técnicos o de otro tipo durante el desarrollo de los exámenes online. Se decidió también contar con un sistema de proctoring compatible con la plataforma de la Universidad como medida disuasoria y reducir el posible fraude. La experiencia fue positiva, las incidencias fueron pocas y el esfuerzo grande, así que optaríamos por algo similar con mejoras".
Dudas de los estudiantes
Por parte de los estudiantes hay cierta impresión en algunas facultades de que a veces no se les mantiene suficientemente informados en una situación, que, por otra parte, todos reconocen que es cambiante:
"Nos alegramos de que tanto el decanato como los directores de departamento hayan conseguido que podamos realizar las prácticas con normalidad, aunque se nos ha tenido muy poco informados sobre cómo iba a ser la vuelta a las clases. Tanto es así que los alumnos de sexto no recibieron ninguna información sobre el rotatorio hasta un día antes", apunta Leire Valladares, portavoz de Consejo de estudiantes de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco.
Los estudiantes pueden colaborar en el rastreo, analizar las HC en busca de factores de riesgo, servir de enlace entre médico y familiares
"Aún a lo largo de esta primera semana hay muchas dudas e incertidumbres sobre muchos puntos, y la coordinación no es todo lo buena que podría ser", observa. "Por ejemplo, hay profesores que no saben responder dudas sobre cuestiones organizativas, ciertas asignaturas en el aire, problemas con la realización de las PCR en algunos hospitales y no tenemos claro si son obligatorias, horas libres entre clase y clase en las que el alumnado no puede hacer uso de las instalaciones, prácticas en las que es necesario el uso de pijama en lugar de bata y no se sabe si el mismo lo proporciona Osakidetza o lo tiene que comprar el propio alumno..."
Por su parte, Maroto reconoce que "en el caso del campus de Ciudad Real, no se sabe aún si se recuperarán las prácticas que se están perdiendo estos días hasta que se pueda hacer la PCR a las estudiantes".
En cuanto al campus de Albacete, donde él está terminando carrera, "una de las dudas principales es si la docencia online que se ha adjudicado en principio para los cursos de 3° a 5° será realmente efectiva y de calidad, ya que observamos bastantes carencias en la misma el curso pasado".
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