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domingo, 20 de septiembre de 2020

Primaria, bajas 'laborales escolares' y responsabilidad social

Opinión
franciscogoiri
Dom, 20/09/2020 - 09:01
Urge aclarar la naturaleza de esta baja
La vuelta al 'cole' puede multiplicar las peticiones de bajas laborales por posibles contagios de niños y adolescentes.
La vuelta al 'cole' puede multiplicar las peticiones de bajas laborales por posibles contagios de niños y adolescentes.

Se prevé que las solicitudes de bajas laborales de padres que tengan que cuidar a sus hijos en cuarentena por contagio Covid van aumentar y van a crear problemas en la atención primaria, ya que, como explica Francisco José Saez, miembro del Grupo de Trabajo de Gestión de la Sociedad  Española de Medicina General y de Familia (SEMG), las solicitudes de baja laboral por incapacidad temporal son las que más discusiones y ataques ocasionan en condiciones normales en las consultas de atención primaria.

La vuelta al colegio brinda una situación perfecta para que algunos padres, por miedo, prevención o necesidad soliciten la baja laboral: "En el colegio un niño ha dado positivo" o "en el colegio un niño ha tenido fiebre", "barra libre de bajas por Covid", como lo denomina Sáez. Todo el mundo sabe que, en la vuelta al colegio, sobre todo de los más pequeños, los catarros y gripes, con síntomas similares a los causados por la Covid, son lo habitual, por lo que la avalancha de bajas se va a incrementar.

La Covid ha amplificado el problema de los padres que trabajan y que necesitan quedarse en casa cuando sus hijos se ponen enfermos, porque, en este caso, ni siquiera es necesario que los niños estén enfermos: basta con que un niño o profesor hayan dado positivo en la PCR para que los contactos tengan que permanecer en cuarentena. Este tipo de bajas se encuadraría dentro de las bajas por incapacidad temporal (IT), pero serían dadas a personas sanas; por lo tanto, en la situación especial creada por la Covid, hay que preguntarse cuál es el personal más idóneo para concederlas, puesto que no implican enfermedad, aunque se trate de disfrazarlas de esa forma.

"Estas bajas no implican enfermedad, aunque se trate de 'disfrazarlas' de esta forma"

Primaria está proclamando que este tipo de bajas no son bajas médicas, porque no hay síntomas que las justifiquen, y que, por lo tanto, no son su responsabilidad. Además, los padres sólo pueden optar a esta baja si el niño da positivo, y no si está en cuarentena preventiva, como ha indicado la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.

Podríamos decir que son bajas sociales y no sanitarias. La ministra de Educación Isabel Celaá, reconoció la existencia del problema y ha señalado (intervención en la Cadena Ser, el pasado 9 de septiembre) que "algo habrá que hacer". Como una de las opciones se refirió al permiso retribuido, similar al del Plan Me Cuida del Ministerio de Trabajo; pero, en este caso, es la empresa la que pagaría al trabajador por los días de permiso que el empleado deberá recuperar. En la situación en la que se está actualmente, no parece que muchas empresas puedan cubrir estas bajas.

"En la situación actual, no parece que muchas empresas puedan cubrir estas bajas"

Independientemente del tipo que sean, está claro que las bajas laborales para cuidar de los afectados van a aumentar y, como están clamando las asociaciones de atención primaria (Semergen, Faecap, Aepap, Semfyc...), los profesionales de los centros de salud y los colegios profesionales, este aumento de solicitud de bajas -unido a la realización de pruebas y seguimiento de posibles infectados por Covid, además de la gripe o los catarros comunes- va a aumentar el trabajo en una ya sobrecargada primaria, lo que volverá a repercutir en el cansancio de los profesionales y en un déficit de atención al seguimiento de las  patologías no relacionadas con la Covid.

Imagen eliminada.Al problema del número de bajas, se une su duración cuando se considera que son debidas a la Covid. En autonomías como Castilla y León o Madrid, si una persona va al médico porque ha estado en contacto con otra con síntomas que podrían haber sido causados por la Covid-19, automáticamente le dan una baja de 14 días, y en muchos casos ni siquiera le hacen una PCR. Incluso aunque ambas personas se hagan la prueba y den negativo, se sigue manteniendo la cuarentena hasta que finalice el periodo de incubación para evitar falsos negativos. Esto significa que los padres se encontrarán con bajas de 14 días, al margen de los resultados de las pruebas. Esa baja es la medida más cómoda, ¿pero es la razonable? 

Por otro lado, si además de dar bajas, los médicos de primaria tienen que dar las altas con periodos variables -acortando las bajas dadas por cuarentenas en caso de PCR negativas-, el trabajo que originaría el seguimiento y la administración de estos casos sería totalmente inasumible. Al problema de primaria, se suma el de las empresas y trabajadores, porque los que quieren ir a trabajar no acuden a hacerse los test ante el miedo al confinamiento, y otros lo utilizan como excusa para no ir a trabajar; eso, sin contar con la repercusión social y económica.

Si además de dar bajas, AP tiene que dar altas con periodos variables, eso es inasumible

El Gobierno puso en marcha en marzo el citado programa Me Cuida, que puede paliar alguna de las situaciones en las que los padres no tienen con quién dejar a sus hijos. Este programa permite que los trabajadores tengan derecho a una flexibilidad de la jornada laboral, siendo posible incluso una reducción de hasta el 100% de la jornada (en ese caso, sin sueldo), sin que puedan ser sancionados o despedidos. Aun así, esta iniciativa no soluciona el problema, porque no todo el mundo puede dejar de cobrar, y además puede darse el caso de que la solicitud de baja laboral por Covid tenga que repetirse mas de una vez durante el curso escolar.

Según la ministra Montero, Me Cuida está pensado para aquellos casos en los que los niños hayan dado positivo: "Los padres de los niños positivos son, sin duda, convivientes directos e inmediatos y, por tanto, tendrán derecho a la baja laboral retribuida", según la ministra. Pero el problema radica en que, en las cuarentenas impuestas en los colegios, la mayoría de los niños -e incluso ninguno- hayan dado positivo, si el que ha dado positivo es un profesor.

"El político se preocupa por la saturación del hospital, y se olvida de AP"

Ante esta situación, la ministra pide "tranquilidad", porque "ya hay mecanismos" previstos, y en caso de que se den nuevas circunstancias que en este momento no estén contempladas, y que requieran de la permanencia de los padres en el domicilio, "se buscarán los mecanismos que permitan preservar la salud de los menores y cumplir con las recomendaciones sanitarias", asegura Montero. Ahora bien, estos mecanismos parece que no se han puesto en práctica todavía.

La preocupación política se centra principalmente en la sobrecarga hospitalaria, y se olvida de la sobrecarga de primaria, a pesar de que todas las asociaciones y profesionales claman por unos refuerzos importantes de personal y unos protocolos claros. Desde marzo, se sabía que el problema de las bajas laborales de los padres iba a estar presente en cuanto se reanudara la actividad escolar, y que el virus iba a seguir estando aquí; sin embrago, no se ha pensado en medidas excepcionales que permitieran abordar de una manera racional y lógica este problema.

Puntos clave

Digamos que los puntos clave de este problema son: Cómo se acreditan esas bajas laborales, quién debe autorizarlas y cómo se refuerza el primer nivel asistencial en el Sistema Nacional de Salud (SNS), tanto si primaria tiene que gestionar esas altas y bajas como si no.

Podría ser que los padres presentaran una nota del colegio -emitida por el responsable Covid del centro o por las autoridades sanitarias- que justificara su baja. Esto podría hacerse incluso por correo electrónico y con personal especializado en resolver estas situaciones, ya que el problema no es que los padres tengan síntomas, sino que necesitan la baja laboral porque el niño no puede ir al colegio. Un e-mail bastaría, y eso evitaría sobrecargar más el sistema

No parece que se esté pensando en hacer algo así o en aplicar otras soluciones, y la informática puede ayudar mucho. La inspección médica abrirá expedientes para evitar abusos del sistema, pero su actuación será insuficiente y lenta, y no parece que sea la medida mas eficaz.

"La inspección médica intentará evitar abusos, pero su actuación será insuficiente y lenta"

Como ya se ha mencionado en otros artículos, otra medida para descargar primaria sería desligar los rastreadores del primer nivel asistencial, de forma que dependieran de las unidades de Salud Pública y que se les adjudicara la capacidad para gestionar y seguir los casos asintomáticos; a primaria sólo llegarían así los casos con sintomatología.

Además de descargar primaria de las tareas que pueden realizar otros profesionales y reforzarla con la contratación de más personal, habría que buscar un sistema diferente para gestionar este tipo de bajas, o instrumentalizar un nuevo tipo de baja -aunque fuera temporal- para cubrir una necesidad que, aunque no es nueva, sí lo va a ser en su dimensión.

"Habría que arbitrar un nuevo tipo de baja, aunque fuera de forma temporal"

La vuelta al colegio va a volver a poner de manifiesto las diferencias entre comunidades autónomas: las que han hecho los deberes y las que esperan que se los den hechos.

Siempre es más fácil tener alguien a quien culpar que culparse uno mismo. Ha habido tiempo de sobra para planificar, emitir directivas claras y asumibles, y que los colegios se hubieran preparado. Algunos lo han hecho, a la espera de que saliera una normativa y aunque hubieran tenido que rectificar después. El periodo estival también ha complicado la situación, ya que muchos colegios mandan al paro a gran parte de sus profesores durante los meses de verano, y cuando se han incorporado ya era tarde para aplicar las medidas sobre las que no se les ha consultado.

Un número pequeño de profesores ha dado, además, positivo en los test rápidos (IgM). En el caso de la Comunidad de Madrid, han sido entre 2.000 y 2.500, y sólo 18 de 1.500 han sido confirmados con una PCR, lo que representa un porcentaje del 1,3%, según los datos que hizo públicos la semana pasada Enrique Ossorio, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid.

En Sevilla, por ejemplo, de los 40.344 test a trabajadores de la Educación antes del comienzo de las clases, únicamente 56 dieron positivo (un 0,13%, según las delegadas de Educación y Salud de la capital sevillana, Marta Escrivá y Regina Serrano). En el resto de las autonomías que han hecho públicos sus datos de contagio entre el personal docente, la incidencia es semejante y, aun así, estas noticias están creando una alarma importante entre los padres.

A pesar de que los números de contagio sean tan bajos, el problema es que, ante un solo caso, se cierran las aulas o el colegio, afectando a un gran número de familias que se encuentran, de un día para otro, con los niños en casa.

"Hay CCAA que han hecho los deberes y otras que esperan que se los den hechos"

La culpa no es sólo de los responsables políticos; los ciudadanos tenemos también nuestra parte de culpa en el caos nacional. Aunque la mayoría de la ciudadanía se comporta de manera responsable, los que no lo hacen se están poniendo en riesgo a sí mismos, a sus familiares y amigos y al resto de la población. Es como si la Covid no fuera con ellos o fuera a esquivarles.

En este país no existe el concepto de que la sociedad la constituimos entre todos y de que nuestro comportamiento afecta al grupo entero, lo que ha quedado demostrado, una vez terminado el confinamiento, con el comportamiento de los jóvenes y no tan jóvenes, las reuniones masivas, la falta de medidas de protección, el no acudir a hacerse la prueba.... El "a mí no me van a decir lo que tengo que hacer, a dónde tengo que ir o si tengo que quedarme en casa" es habitual entre mucha gente,  aunque, cuando tienen un problema, sí que van y hacen lo que les dicen.

"El 'a mí no me van a decir lo que tengo que hacer' es habitual entre mucha gente"

Éste es un país en el que hay gente que parece que sólo tiene derechos individuales, pero no deberes colectivos; aunque, afortunadamente, son los menos.

Esperemos que las medidas instauradas sean eficaces para disminuir los riesgos en los colegios; que se habiliten medidas para que primaria y Salud Pública puedan afrontar los retos que se avecinan; que los ciudadanos nos comportemos de manera responsable y que los políticos hagan bien su trabajo, y que entre todos consigamos que el otoño -que se presenta bastante negro y complicado- sea un hito en la lucha contra la Covid y en la mejora de la economía.

No sé si es pedir demasiado, pero hay que intentarlo. Somos todos los que tenemos que sacarlo adelante, cada uno poniendo nuestro grano de arena.

Off Milagros García Barbero. Profesora de Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández y exdirectora de Servicios Sanitarios de la OMS. Off

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