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sábado, 19 de septiembre de 2020

Nueva opción en primera línea para pacientes con cáncer de riñón metastásico

Oncología
soniamoreno
Dom, 20/09/2020 - 08:00
Congreso ESMO 2020
tejido de cáncer renal
El cáncer renal avanzado cuenta con una nueva opción terapéutica.

La combinación de un inhibidor del punto de control PD-L1 con un inhibidor de la tirosina-cinasa (nivolumab y cabozantinib, respectivamente) ha demostrado ser superior a la primera línea de tratamiento estándar actual, el sunitinib, en pacientes con cáncer renal de células claras avanzado o metastásico.

El tratamiento con estos dos fármacos ofreció resultados positivos en el ensayo clínico de fase III CheckMate 9ER, según lo presentado en la sesión plenaria del congreso virtual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), que está celebrando hasta el lunes.

Tanto cabozantinib (Cabometyx, de Ipsen) como nivolumab (Opdivo, de Bristol Myers Squibb) se emplean en monoterapia en la segunda línea de tratamiento de este tipo de tumores y plantean adelantar su administración usados en combinación. De esta forma, han demostrado su superioridad frente a la terapia estándar en cuanto a supervivencia libre de progresión, supervivencia global y tasa de respuesta.

La investigadora del estudio Cristina Suárez, oncóloga médica en el Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora del Grupo de Tumores Genitourinarios  del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), destaca que la combinación reduce el riesgo de mortalidad en un 40%, dato que también ha sido resaltado por el autor que ha presentado el estudio, Toni K. Choueiri.

En la rueda de prensa oficial de ESMO, Toni Choueiri, director del Centro Lank de Oncología Genitourinaria del Instituto Dana-Farber del Cáncer, en Boston, ha resaltado también el impacto positivo observado en la calidad de vida de los enfermos que recibieron el tratamiento experimental. “La calidad de vida podría diferenciar esta nueva terapia, ya que hubo una significación estadística a favor del brazo combinado con los dos cuestionarios que usamos”.

Para Suárez, “la importancia de este estudio es tal que supondrá la incorporación de un nuevo tratamiento de primera línea para el cáncer renal de células claras. Además, confirma el importante papel que juegan las combinaciones basadas en inmunoterapia en el tratamiento de primera línea de este tipo de tumores, que es un camino ya explorado satisfactoriamente en tres estudios independientes anteriores”.

En concreto, la inmunoterapia se ha ensayado en los estudios KEYNOTE-426 y JAVELIN Renal 101, donde junto al inhibidor de punto de control (checkpoint) se ha sumado un fármaco antiangiogénico, mientras que en el estudio CheckMate 214 se ha combinado dos inmunoterápicos.

En el estudio que se acaba de presentar en ESMO, participaron 651 pacientes con cáncer renal de células claras en estadio avanzado o metastásico que no habían recibido ningún tratamiento sistémico previo.

El tiempo libre de progresión de la enfermedad pasó de 8,3 meses en el grupo que recibió el tratamiento estándar con sunitinib a 16,6 meses en el brazo de la combinación, lo que supone una reducción en el riesgo de progresión del 50%.

También se observó beneficio una mejora en la tasa de respuesta confirmada al tratamiento, que pasó del 27,1% en el grupo de tratamiento estándar al 55,7% en el brazo del estudio que empleaba la combinación de fármacos. Otro dato que destaca reseñable es que el 8% de los pacientes tratados con la nueva opción terapéutica presentaron una respuesta completa, frente al 4,2% observado en el tratamiento con sunitinib. “En el caso del cáncer renal, es muy relevante, ya que sabemos por estudios previos que la magnitud de la respuesta del tumor se relaciona con la duración de dicha respuesta y en última instancia con la supervivencia del paciente”,

En cuanto a la tolerancia, más de la mitad de los pacientes en el grupo de la combinación necesitaron una reducción de la dosis de cabozantinib debido a los eventos adversos. Pero solo el 3% tuvo que suspender ambos fármacos debido a la toxicidad en comparación con el 9% de los pacientes en el grupo de sunitinib.

Cristina Suárez, del VHIO
Cristina Suárez, oncóloga médica en el Hospital Universitario Vall d’Hebron.

La tasa general de eventos adversos graves fue similar entre los brazos, pero la toxicidad hepática fue más común en el brazo de combinación. En cuanto a los efectos secundarios relacionados con el sistema inmunitario, el 19% de los pacientes del grupo experimental necesitaron corticosteroides; solo el 4% necesitó corticosteroides durante 30 días o más. No fue algo inesperado para los investigadores. En palabras de la especialista del Vall d’Hebron, “es razonable observar un mayor número de eventos adversos cuando realizas un tratamiento con dos fármacos que cuando solamente se utiliza uno. Sin embargo, este incremento es muy pequeño y dichos eventos secundarios fueron, por lo general, fácilmente manejables”.

“Este tratamiento supone una franca mejoría en la supervivencia de los pacientes acompañado de una mejora en su calidad de vida. Una vez más queda demostrado que la inmunoterapia es el camino a seguir para avanzar en el tratamiento de este tipo de cáncer renal”, concluye.

Sobre las implicaciones del trabajo, Dominik Berthold, jefe del Servicio de Oncología Médica de Consulta Especializada para Cánceres Urológicos del Hospital Universitario de Lausana (Suiza), que no ha participado en el ensayo, ha manifestado que se necesitan datos a más a largo plazo de los 18 meses de este ensayo para asegurar si las respuestas al tratamiento son duraderas; también si la combinación será eficaz en el carcinoma de células no claras, un tumor de menor incidencia que fue excluido del ensayo.

Sumar un fármaco antiangiogénico a la inmunoterapia mejora la supervivencia en primera línea de tratamiento del cáncer renal avanzado. Off Sonia Moreno Urología Off

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