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lunes, 21 de septiembre de 2020

Un fármaco para el cáncer de mama mejora la supervivencia en cáncer de próstata

Oncología
raquelserrano
Lun, 21/09/2020 - 11:13
Congreso ESMO 2020
Joaquín Mateo, uno de los autores del ensayo.
Joaquín Mateo, del Hospital Valle de Hebrón e investigador principal del Grupo de Investigación Traslacional en Cáncer de Próstata del VHIO.

El fármaco olaparib, un inhibidor de la enzima poli ADP-ribosa polimerasa (PARP) usado habitualmente en el tratamiento de algunos subtipos de cáncer de mama, de ovario o de trompas de Falopio, ha demostrado ser también efectivo para el cáncer de próstata metastásico avanzado, mejorando la tasa de supervivencia, según un ensayo clínico fase III, el PROfound, realizado por profesionales del Hospital Valle de Hebrón, Instituto de Oncología (VHIO), entre otros, y promovido por las farmacéuticas Astra Zeneca y Merck. Esta mejora se da en comparación con los tratamientos con enzalutamida o abiraterona más prednisona, fármacos del grupo de los antiandrógenos, que se usan en el tratamiento estándar para el cáncer de próstata metastásico avanzado, en pacientes que ya hayan recibido un antiandrógeno antes.

La importancia que este estudio puede tener en la futura asistencia clínica se ha puesto de manifiesto en la sesión presidencial del Congreso Virtual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) que se está celebrando de forma virtual, y cuyos resultados se han publicado de manera simultánea en "The New England Journal of Medicine".

El impacto ha sido de tal calibre que desde ahora las guías clínicas internacionales -como la de la ESMO, la NCCN y la Asociación de Urología Americana- recomiendan la secuenciación genómica de los tumores de próstata en los casos de enfermedad avanzada para detectar qué pacientes se podrían beneficiar de este tratamiento.

La terapia con olaparib mejora la tasa de supervivencia comparada con los tratamientos con enzalutamida o abiraterona más prednisona, fármacos del grupo de los antiandrógenos, que se usan en el tratamiento estándar para el cáncer de próstata metastásico avanzado.

Según Joaquín Mateo, del Hospital Valle de Hebrónn e investigador principal del Grupo de Investigación Traslacional en Cáncer de Próstata  del Valle de Hebrón Instituto de Oncología (VHIO), que ha participado en el ensayo clínico, "los resultados son tan relevantes que la FDA estadounidense ya ha autorizado el uso de olaparib para el tratamiento del cáncer de próstata metastásico avanzado y se espera que la EMA europea haga lo mismo a lo largo de las próximas semanas”.  

Mateo, segundo autor de este estudio, ha indicado que debido a los múltiples genes de reparación del ADN que pueden estar alterados en un tumor de próstata, los pacientes participantes en el ensayo clínico se dividieron en dos cohortes, A y B.

La cohorte A constó de 245 pacientes que presentaban alteraciones en los genes BRCA1, BRCA2 o ATM, las mutaciones más comunes y conocidas en este subtipo de tumores de próstata. La cohorte B incluyó a 142 pacientes que tenían alteraciones en alguno de los otros doce genes de la reparación de la recombinación homóloga que se querían estudiar.

Las alteraciones en estos genes, cuya función está relacionada con BRCA1 o BRCA2, se encuentran presentes en total en entre un 10 % y un 15 % de los pacientes con cáncer de próstata metastásico avanzado.

"La cohorte B tuvo un carácter más exploratorio ya que para cada uno de estos genes por separado hay pocos datos, y se buscó ver si algunos de estos doce genes podrían ser tan importantes como los de la cohorte A en términos de identificar pacientes que se beneficien de este fármaco", ha precisado Matero, quien señala que "se necesitan más datos de estos subgrupos menos frecuentes porque alguno puede ser importante".

La relación entre pacientes tratados con olaparib y pacientes tratados con los fármacos estándar fue de 2 a 1, por lo que 256 pacientes fueron tratados con olaparib, mientras que 131 fueron tratados con tratamiento hormonal (enzalutamida o abiraterona más prednisona), y todos habían recibido ya previamente un tratamiento hormonal.

Los resultados de este ensayo mostraron que la mediana de supervivencia aumentó, sobre todo en la cohorte A, cuya tasa de supervivencia pasó de 14,7 meses en el tratamiento estándar a 19,1 meses en el brazo del estudio que empleaba olaparib, lo que supone una reducción del riesgo de muerte del 31 %. En la cohorte B, la tasa de supervivencia creció de 11,5 meses a 14,1 meses.

Olaparib también ha demostrado un beneficio en la supervivencia libre de progresión frente a placebo, como tratamiento de mantenimiento en primera línea en pacientes con cáncer de ovario recién diagnosticado avanzado con mutación BRCA (BRCAm), que habían tenido una respuesta completa o parcial después de quimioterapia basada en platino, según los datos presentados en ESMO 2020.

El cáncer de ovario es la octava causa de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial y en 2018 se diagnosticaron cerca de 300.000 nuevas pacientes y se produjeron alrededor de 185.000 muertes por este tumor en todo el mundo1. Aproximadamente el 22% de las pacientes con cáncer de ovario presentan mutación en los genes BRCA 1/2.2

Los datos de seguimiento a cinco años del ensayo fase III SOLO-1, han mostrado que olaparib reduce el riesgo de progresión o muerte un 67% y mejora la supervivencia libre de enfermedad en una media de 56,0 meses frente a 13,8 meses para placebo. A los cinco años, el 48,3% de las pacientes tratadas con olaparib permanecieron libres de progresión de la enfermedad frente al 20,5% con placebo. La mediana de duración del tratamiento con olaparib fue de 24,6 meses frente a 13,9 meses con placebo.

Susana Banerjee, una de las investigadoras del ensayo SOLO-1, en el The Royal Marsden NHS Foundation Trust y en The Institute of Cancer Research, en Londres, ha señalado que para las pacientes con cáncer de ovario avanzado recién diagnosticado con mutaciones en BRCA, “el beneficio obtenido con dos años de tratamiento de mantenimiento con olaparib, continuó mucho tiempo después de que el tratamiento terminara. Después de cinco años, casi la mitad de las mujeres estaban libres de progresión del cáncer. Estos resultados representan un paso significativo adelante en el tratamiento del cáncer de ovario avanzado con mutaciones en BRCA”.

“Este es el primer ensayo de un inhibidor de PARP en exponer un seguimiento a cinco años y demostró una supervivencia libre de progresión de más de cuatro años y medio frente a 13,8 meses con placebo después de respuesta a quimioterapia basada en platino en 1ª línea. Estos últimos datos representan un gran y significativo hito en una enfermedad que históricamente ha tenido tan mal pronóstico”, señala Roy Baynes, Vicepresidente Senior y Jefe de Desarrollo Clínico Global Clinical, Chief Medical Officer, MSD Research Laboratories,

Para Josep Baselga, vicepresidente ejecutivo de I+D en Oncología de AstraZeneca, “una vez que el cáncer de ovario recurre en una paciente, históricamente ha sido incurable. Incluso en un estadio avanzado, hemos mostrado que el tratamiento de mantenimiento con olaparib, puede ayudar a las pacientes a alcanzar una remisión sostenida. Los resultados de hoy subrayan aún más la importancia crítica de identificar el status de biomarcadores de una paciente en el momento del diagnóstico, para ofrecer un tratamiento que puede ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad”.

Actualmente en España, olaparib está indicado para cáncer de ovario como monoterapia para el tratamiento de mantenimiento de pacientes adultas con cáncer de ovario epitelial de alto grado avanzado (estadios FIGO III y IV) con mutación BCRA1/2 (germinal o somática), de trompa de Falopio o peritoneal primario, que están en respuesta (completa o parcial) tras haber completado una primera línea de quimioterapia basada en platino y actualmente se encuentra en fase de obtención de precio y reembolso por parte de las autoridades españolas para el tratamiento de mantenimiento de pacientes adultas con cáncer de ovario epitelial de alto grado, trompa de Falopio, o peritoneal primario, en recaída, sensible a platino, que están en respuesta (completa o parcial) a quimioterapia basada en platino.

Olaparib, un inhibidor del PARP, empleado en cánceres de mama y ovario, ha mostrado su utilidad en el de próstata, según los datos presentados en ESMO2020 y que, además, se han publicado paralelamente en ‘The New England Journal of Medicine’ . Off Off

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