Después de 30 años asumiendo cargos de responsabilidad en la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), tanto a nivel nacional -presidente- como de la Comunidad Valenciana -10 años de vicepresidente y 20 años como secretario general de CESM-CV-, Andrés Cánovas deja el liderazgo del sindicato profesional valenciano con la tranquilidad del trabajo realizado estos años para los médicos, y convencido de la validez de las personas que le suceden, que seguirán defendiendo los derechos del colectivo médico.
Su visión sobre los gestores y responsables sanitarios, en cambio, no puede ser más negativa, en especial en lo relativo a la gestión de la pandemia provocada por el coronavirus y en su papel en la interlocución con los médicos.
Pregunta. Tiene usted a sus espaldas muchos años de vivencias y lucha sindical ¿Cómo valora la situación actual del colectivo médico en nuestro país?
Respuesta. Considero que, visto lo vivido en estos años y comparado con el momento actual, los gestores que nos han tocado ahora son mucho más difíciles de tratar. Con los anteriores, a los que les he planteado huelgas en muchas ocasiones, siempre se llegaba a algún acuerdo. Aprendimos que era preciso ceder, si ellos también lo hacían, y al final siempre se conseguía alguna mejora para los médicos. En el caso de la Comunidad Valenciana, más o menos hasta 2017 se consiguieron cosas concretas, como la recuperación de la carrera profesional y su extensión a los interinos, y antes incluso el aumento del precio de la hora de guardia, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, en la actualidad, la Administración es incapaz de sentarse a negociar y está prácticamente enrocada en una visión negativa del colectivo. Son de los peores gestores que me han tocado para hablar.
P. El coronavirus ha marcado, y sigue marcando, la agenda sanitaria. ¿Qué valoración hace del impacto de la pandemia en el sistema y del manejo que se ha hecho de ella?
R. Está claro que una de las cosas que ha hecho el coronavirus es aflorar todos los problemas acumulados por los médicos en estos años. Desde hace tiempo se estaba gestando una confrontación en prácticamente todos los niveles, desde los residentes y los servicios de Urgencias hasta el malestar generalizado en primaria y hospitales. En general, los gestores sanitarios en este país, a nivel nacional y autonómico, han adoptado medidas de mera propaganda política, utilizando a los médicos como moneda de cambio. En ningún caso, se ha escuchado a los médicos, a las sociedades científicas, los colegios, el sindicato... Los países que lo han hecho tienen unos resultados mucho mejores que nosotros.
P. ¿Y esa desconfianza se ha hecho extensiva a la gestión de la pandemia?
R. Está claro que esa gestión ha puesto al colectivo médico, en general, en contra de los gestores, y actualmente no se creen que las decisiones y protocolos que se están adoptando sean efectivos. Los ciudadanos necesitan que los gestores dejen el manejo del virus en manos de los profesionales, porque es la única forma de mejorar nuestras expectativas.
"Los gestores sanitarios actuales son de los peores que me han tocado para hablar"
P. Y en medio de ese panorama tan negativo, ¿qué necesita el sistema sanitario para mejorar y revertir la situación actual?
R. Parece que la única solución es un cambio de gestores, ya que han demostrado su incapacidad para negociar repetidamente, además de incumplir los acuerdos a los que han llegado de manera reiterada. Veo muy difícil que los médicos podamos llegar a algo sin un enfrentamiento a un nivel muy fuerte, ya que -insisto- los gestores actuales han optado por no hablar, por no negociar. Y me llama especialmente la atención, ya que forman parte de una Administración que dice defender la sanidad para todos.
P. En suma, si tuviera que definir la postura de la actual Administración, nacional y autonómica, respecto a los médicos...
R. Con pocas palabras basta: desastrosa y muy negativa. Los médicos están muy poco valorados por las administraciones sanitarias, tanto en España como en esta comunidad.
P. Desde la atalaya que le brindan tantos años de experiencia sindical, ¿cómo valora el papel que está desempeñando en el contexto actual el sindicalismo médico?
R. Hemos realizado nuestro trabajo de defender a los médicos, y lo hemos hecho incluso a través de querellas y denuncias en los juzgados, algo a lo que nunca habíamos tenido que recurrir. A los médicos nos hace falta un sindicalismo específico para los médicos, que esté más unido y menos politizado. Creo que la labor de CESM a lo largo de todos estos años demuestra que los sindicatos deben ser como el nuestro: totalmente profesionales.
"La covid ha aflorado todos los problemas acumulados por los médicos en años"
P. ¿En qué situación está actualmente el médico valenciano con respecto a sus colegas del resto del Sistema Nacional de Salud?
R. Pues en la actualidad estamos por debajo de la media nacional. El medico valenciano tuvo un repunte significativo de sus condiciones hace aproximadamente diez años, pero, desde entonces, hemos perdido capacidad retributiva y de derechos con respecto a los países de nuestro entorno, pero también en relación a otras comunidades autónomas. De ahí que la nuestra sea una comunidad que exporta médicos, tanto al extranjero como a otras autonomías.
P. ¿De qué se siente más orgulloso de sus años en el sindicalismo médico valenciano?
R. Fuimos de los primeros en conseguir la carrera profesional, el aumento del precio de las guardias, las jornadas de tarde y, lo más importante, un decreto de jornada laboral que blindaba muy bien los derechos de los facultativos en aspectos como los descansos, permisos, vacaciones... Ahora bien, con el transcurso de los años y las distintas lecturas de esta Administración, cada vez peores, hemos perdido muchas de esas ventajas.
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P. ¿Y qué cree que ha faltado por conseguir? ¿Qué pondría en el debe de esta trayectoria sindicalista de más de tres décadas?
R. Está claro que lo peor de estos 30 años ha sido la pérdida retributiva acumulada. En mi despedida en la Asamblea, les recordé a los compañeros que me suceden que cuando empecé a trabajar, hace más de 45 años, los salarios del médico español eran comparables a los de nuestros colegas europeos, y en algunos casos eran incluso mejores. En los últimos 40 años hemos perdido una capacidad retributiva que se acerca al 1.000%. Parece exagerado, pero, viendo las nóminas, no estamos muy lejos de esa pérdida que le digo.
P. Y eso pese a la existencia de un sindicato exclusivamente para los médicos...
R. Lo hubiéramos podido parar si hubiéramos tenido más unión y más fuerza, pero no ha sido posible. Ahora bien, espero que mis compañeros consigan revertirlo, aunque sea en parte.
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