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domingo, 1 de noviembre de 2020

Verónica Real: “Si faltan enfermeras no hay sistema sanitario”

Profesión
aliciaserrano
Dom, 01/11/2020 - 09:00
En plena pandemia
Verónica Real es supervisora de Enfermería en el Servicio de Urgencias Extrahospitalarias de la Comunidad de Madrid Summa 112 y ha sido directora de Enfermería en el Hospital Covid-19 Ifema. FOTO: Luis Camacho.
Verónica Real es supervisora de Enfermería en el Servicio de Urgencias Extrahospitalarias de la Comunidad de Madrid Summa 112 y ha sido directora de Enfermería en el Hospital Covid-19 Ifema. FOTO: Luis Camacho.

Verónica Real siempre quiso ser enfermera. De niña se ponía el traje de enfermera moderna que le había regalado su padre (pijama blanco de hospital, chaqueta azul, y tensiómetro y fonendoscopio de verdad) y se pasaba las horas jugando a cuidar de sus muñecos. Años después, ya sin la inocencia de este disfraz, era la que cuidaba a sus amigos cuando se hacían alguna herida.

Hoy es supervisora de Enfermería en el Servicio de Urgencias Extrahospitalarias de la Comunidad de Madrid Summa 112 y la directora de Enfermería en el Hospital Covid-19 Ifema. Además, ha sido una de las dos enfermeras elegidas para recoger el premio Princesa de Asturias de la Concordia en nombre de todos los sanitarios que han luchado en primera línea contra la covid-19, a los que también quiere homenajear este periódico durante las próximas semanas de la mano de la iniciativa #Admirables.

A pesar de que su paso por Ifema fue duro (trabajaba de media 18 horas), de esta pandemia se queda con la solidaridad de los profesionales sanitarios y de cómo cada uno ofrecía lo que tenía para calmar, satisfacer y anticipar necesidades que iban surgiendo. Cuando se asoma a la otra cara de la moneda, sin embargo, reconoce que el sufrimiento ajeno ha sido la nota amarga de todo lo vivido, cuya intensidad y situaciones extremas se le han quedado grabadas a fuego en su memoria.

-PREGUNTA: Desde el inicio de la pandemia ha estado en primera línea de coronavirus. ¿Cómo lo ha vivido desde un punto de vista profesional y personal?

-RESPUESTA: Todos los profesionales sanitarios hemos vivido una situación en la que el virus fue capaz de desbordar el fuerte sistema sanitario de la Comunidad de Madrid. No obstante, como supervisora de mi servicio Summa112, viví cómo el conjunto de los profesionales fueron capaces de adaptarse, de forma excepcional y a diario, a las necesidades emergentes (y en numerosos casos desconocidas) que surgían en la población. Nos adaptamos a trabajar con equipos de protección durante muchas horas, soportando el estrés térmico que dificulta la prestación del cuidado. Los gestores también hicieron lo humanamente posible para facilitar a los trabajadores los medios necesarios para lograr una atención sanitaria que se encontraba altamente tensionada.

Sobre la experiencia de la creación exprés del macro Hospital Covid-19 Ifema debo decir que, en sus inicios y como no puede ser de otra manera, sentí cierto temor ante la presión de la responsabilidad de hacer lo necesariamente suficiente para dar respuesta al reto asistencial de aquellos días. Se trata de un temor necesario en situaciones de estrés, que nos mantiene alerta y siempre dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos, pero que fue desapareciendo al apreciar el magnífico trabajo que se estaba haciendo en equipo, que todo salía adelante, que los pacientes eran correctamente atendidos y que los profesionales aportaban todos sus conocimientos para recuperar la salud de las personas que atendían. Y todo ello se hizo en un entorno en constante adaptación.

“Este virus ha puesto de manifiesto la necesidad emergente y urgente de más cuidados”

Fue entonces cuando comencé a vivirlo con la ilusión de saberme parte de un proyecto único e irrepetible, que cerró sus puertas sabiendo que se había dado una oportunidad de cuidados, de salud y de vida a casi 4.000 personas y que de otra forma quizás no habría sido posible.

De Ifema, no obstante, recuerdo el silencio que inundaba el primer pabellón, donde había más de 300 personas ingresadas y no se escuchaba un murmullo. Se respiraba mucho miedo…

-P: ¿Qué balance hace de los 40 días que estuvo al frente de Enfermería en Ifema?

-R: El balance final fue muy positivo. Ha sido un placer compartir experiencia y aprender de las enfermeras que prestaron sus servicios de cuidados en el hospital: 10 supervisoras, 12 enfermeras de Atención Primaria que colaboraron en la coordinación de personal y 553 profesionales de enfermería procedentes de diferentes ámbitos asistenciales. Todos aportaron su saber clínico y valor profesional, dejando su granito de arena. Ha sido un orgullo liderar un proyecto como este, coordinando esos diversos saberes y competencias profesionales.

Lo más importante es que he podido objetivar, de primera mano, que las enfermeras son el pilar de la Sanidad. De hecho, como ha quedado demostrado, sin cuidados no hay ni recuperación ni mejora de la salud.

-P: El ritmo de ingresos de Ifema estaba entre los 200 y 250 pacientes diarios. ¿De qué manera se pudieron gestionar todos los ingresos y cuidados?

-R: Los ingresos se gestionaron en perfecta coordinación con los servicios de urgencias de los hospitales, siguiendo un algoritmo de paciente tipo verificado por técnicos de emergencias llamados Tango. Esta figura fue esencial, porque, además, iban informando previamente de la salida de los hospitales a otro técnico destinado en el Hospital Ifema, lo que permitía disponer de un control del número de pacientes que iban llegando, así como el tiempo estimado de su llegada.

Los cuidados se organizaron a la luz de un manual de planes de cuidados normalizados diseñados mediante triangulación taxonómica sobre las evidencias disponibles nacionales e internacionales, así como los procesos implementados en el hospital. Estos planes de cuidados eran individualizados según el estado de vulnerabilidad de las personas, así como determinadas variables básicas de cuidados, y ello posibilitó un sistema de recomendaciones de enfermería al alta.

También se puso en marcha, en la fase final del hospital, un sistema de inteligencia artificial de ayuda al proceso enfermero de cuidado. Todo fue creado desde la dirección de Enfermería, siendo así el primer hospital que contó con dicho soporte de conocimientos, documental y técnico de ayuda al profesional clínico.

-P: ¿Qué le diría a los que solo se acuerdan de los videos de enfermeras bailando en Ifema?

-R: Me da mucha pena que ese sea el recuerdo que les quede. Es curioso cómo, siempre que se quiere denostar algo, se emplea al colectivo de las enfermeras, porque como bien dice el refrán, unos tienen la fama y otros cardan la lana.

Si hubo algún baile, al igual que el resto del trabajo allí realizado, se hizo en equipo. Bailaron médicos, celadores, personal de limpieza, enfermeras... Y ese baile era parte de una acción con un único cometido: hacer de aquella situación tremenda un entorno de salud más amable para las personas ingresadas, para rellenar sus espacios de soledad por la ausencia de sus familiares.

Esta misión, la de ayudar de forma integral a la persona, requiere en ocasiones de formas distintas de proceder a las habituales. No podemos olvidar que esta enfermedad ha dejado solas a las personas que la han padecido y que la distracción y la socialización de las situaciones favorece una mejora de la salud mental, que a su vez mejora el cuidado general de la persona y acelera su recuperación en salud.

“El baile en Ifema era parte de una acción con un único cometido: hacer de una situación tremenda un entorno de salud más amable para las personas ingresadas”

En Ifema se hicieron muchas cosas para aliviar esa soledad, como crear una biblioteca para pacientes, ofrecer pasatiempos, proporcionar tablets para que pudiesen contactar por videollamada con sus familiares, cuidar el apoyo espiritual... Quedarse solo con los bailes es hacerlo con las migajas de un buen manjar, el del cuidado integral de la persona.

-P: ¿A qué problemas se ha estado enfrentando la enfermería desde el inicio de la pandemia y de qué manera está afectando a la calidad asistencial?

-R: El mayor problema al que nos enfrentamos es a la falta de profesionales, incluso antes de la pandemia. Ya entonces, estábamos en ratios por debajo de las recomendaciones científicas, siendo España el país de la Unión Europea peor dotado de enfermeras. Por ello, ante una situación de aumento de las necesidades de cuidados y del empleo de equipos de protección individual (EPI) durante largas jornadas que dificultan la prestación de los cuidados enfermeros, es necesario replantearse la situación de dotación de recursos humanos. Me consta que este replanteamiento está encima de la mesa, pero su solución pasa por medidas a medio y largo plazo.

Quizá la causa de este problema fundamental, y no podemos olvidarlo pues así lo denota la Organización Mundial de la Salud (OMS) para todas las regiones sanitarias mundiales, es la falta de sensibilidad en asumir y tomar en serio la integración de las enfermeras en política sanitaria.

“Me consta que la dotación de RRHH está encima de la mesa, pero su solución pasa por medidas a medio y largo plazo”

El cuidado, y en consecuencia las enfermeras, tenemos que estar presentes en los foros donde se toman decisiones que afectan a la salud de los ciudadanos. Nuestra misión en el cuidado de las personas, que está alineada con cualquier sistema de salud, es fundamental y nuclear en la atención sanitaria, y que la enfermera no esté presente a la hora de diseñar políticas de salud supone un problema al que hay que poner solución.

-P: ¿Cree que se podría haber abordado la pandemia de otra manera con más profesionales de enfermería?

-R: Por supuesto. Si se parte de una situación de mínimos en la atención habitual, se genera un problema real de atención cuando surge cualquier incidencia.

Por la forma de contagio de este virus hace falta emplear equipos de protección, y ya solo por ello sería preciso un aumento de las plantillas. En un sistema sanitario tensionado por el número de pacientes (donde hubo que acondicionar espacios no habilitados para la atención, como gimnasios, bibliotecas…), los problemas de recursos humanos también se hicieron patentes a la hora de desdoblar plantillas de enfermeras, ya de por sí escasas. Se trata de una misión casi imposible que debe ser resuelta si se pretende dar el cuidado preciso a las necesidades de las personas.

-P: Cuando faltan enfermeros se crea un cuello de botella difícil de subsanar en los sistemas sanitarios…

-R: Si faltan enfermeras no hay sistema sanitario. Sin cuidados no hay atención en salud, y si esto se olvida es cuando surgen los problemas. Por eso, allí donde hay déficit de enfermeras, se enlentece e incluso se llega a paralizar la atención. Es por tanto necesario platearse medidas tácticas y estratégicas para el aumento de enfermeras en el sistema de salud.

-P: Como supervisora de Enfermería en el Servicio de Urgencias Extrahospitalarias de la Comunidad de Madrid Summa 112, ¿cree que escucha a las enfermeras?

-R: Por suerte, la Dirección Gerencia actual tiene siempre en cuenta a las enfermeras, no solo en este periodo de pandemia, ya que apuesta por su crecimiento profesional porque sabe que ello redunda en la mejora de los servicios.

Participamos de todas y cada una de las comisiones del servicio y en todas las reuniones de Dirección de toma de decisiones siempre están presentes las enfermeras, representadas por la Dirección de Enfermería.

Se trata de una Dirección que está haciendo un trabajo excelente de potenciación de las competencias enfermeras en el cuidado, así como en el liderazgo enfermero. En todos los departamentos del servicio hay responsables de enfermería. De hecho, mi puesto (la Supervisión de Enfermería) no existente en ningún otro servicio de Urgencias Extrahospitalarias del Sistema Nacional de Salud (SNS), y en mi Servicio lleva vigente desde el 1 de agosto del 2019.

Verónica Real fue una de las dos enfermeras elegidas para recoger el 'Premio Princesa de Asturias de la Concordia' en nombre de la profesión

En la pandemia, como no podía ser de otro modo, se continuó en la línea de contar con nosotras y se dotó de más enfermeras al Centro de Coordinación: se creó una mesa de atención a consultas acerca de la covid-19 constituida por Enfermería y con un coordinador enfermero de apoyo durante el día. Asimismo, se montaron unidades extra de atención domiciliaria, constituidas por técnicos de emergencias y enfermeras, tanto para acercar la asistencia de urgencia a la población como para dar continuidad de atención a los pacientes que era preciso que no se desplazasen a los centros sanitarios para evitar contagios. También hay en funcionamiento varias unidades de atención domiciliaria con la misma dotación, que ahora están dedicadas a realizar test antigénicos (antes PCR) a pacientes sintomáticos.

-P: ¿Saldrá reforzado el SNS de esta situación o todo lo contrario? ¿Qué lecciones no debemos olvidar de esta pandemia?

-R: Quiero pensar que saldremos más fuertes, pero aún es pronto para saberlo. Como en la vida, ante la necesidad, podemos aumentar nuestra competencia o dejarnos vencer por ella. Confío en lo primero.

Eso sí, aquellos que tomen las decisiones para el futuro deberían asumir y copiar el modelo de trabajo de los sanitarios, que se fundamenta en el trabajo en equipo más que los individualismos y que permite un mayor avance y una mayor seguridad en los resultados. No hay que olvidar que hay que aumentar plantillas, ofrecer contratos estables que ayuden a fidelizar a los sanitarios en el sistema y contar con equipos multidisciplinares en la toma de decisiones. Hay que dar nuevas respuestas a los nuevos problemas.

-P: ¿Cómo ciudadana, de qué manera está viviendo esta pandemia?

-R: Como nos sucede a todos, también tengo sentimientos de incertidumbre ante la situación social y sanitaria actual. Este virus es constante, cambiante, permítame incluso calificarlo de traicionero en el sentido de que no sabemos por dónde nos va a venir ni cuál va a ser su siguiente paso en cuanto a la forma de afectarnos. Tampoco conocemos cuánto tiempo va quedarse con nosotros, lo que redunda en una afectación de la situación económica que produce pena y una suerte de necesidades de una magnitud ingente, y todo ello sin olvidar el peso de la adaptación para mantener la distancia con los seres queridos y cambiar la manera de relacionarnos.

Durante esta pandemia, la directora de Enfermería del Hospital Covid-19 Ifema ha podido objetivar, en primera persona, que sin los cuidados enfermeros no hay ni recuperación ni mejora de la salud. Admirables Off Alicia Serrano Enfermería Familiar y Comunitaria Enfermería de la Salud Mental Enfermería Obstétrico-Ginecológico (Matronas) Enfermería Geriátrica Off

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