Ayer, la Organización Mundial de la Salud, en un intento de clarificar la embrollada clasificación de las variantes que han ido apareciendo del SARS-CoV-2 y, a la vez, de evitar la estigmatización de los países culpables de generar esas variantes, propuso designarlas con las letras del alfabeto griego.
Así, las cuatro variantes de coronavirus consideradas preocupantes por la agencia internacional y conocidas en general por el público, a través de los medios de comunicación, como variantes británica, sudafricana, brasileña e india, ahora se denominarán con las letras alfa, beta, gamma y delta, según el orden de su detección. Y a las seis variantes de interés -dos de Estados Unidos, otra de Brasil, otra de India, una de Filipinas y la última de múltiples países- se les asignan las letras épsilon, dseta, eta, zeta, iota y kappa.
La elección del alfabeto griego se produjo después de varios meses de deliberaciones en las que un grupo de trabajo sobre evolución de los virus de la OMS, con miembros de la red de laboratorios de referencia covid-19 de la OMS, representantes de las plataformas Gisaid, Nextstrain y Pango y otros expertos en nomenclatura virológica, microbiana y comunicación de varios países, discutiera sobre un montón de posibilidades para hallar etiquetas fáciles de pronunciar y no estigmatizantes.
Se barajaron por ejemplo nombres de dioses griegos, nombres inventados y apellidos pseudoclásicos, según dijo a la agencia Reuters el bacteriólogo Mark Pallen, que participó en esos debates. Lo mismo podían haber puesto a los héroes de la Marvel, nombres de personas por orden alfabético como se hace con los huracanes, de hortalizas, de aves, como propusieron algunos, o buscar patrocinadores que quisieran difundir sus productos o empresas. La idea de mantener VOC1, VOC2, etc. para las variantes preocupantes (variants of concern, en inglés) se desechó, pues tales siglas suenan a improperio en inglés.
Tradición histórica
¿Ayudará el recurso al tan internacional y científico griego a distinguir mejor las variantes y a nombrarlas a medida que vayan surgiendo otras nuevas? La nota informativa de la OMS precisa que los actuales sistemas establecidos para nombrar y rastrear los linajes genéticos del SARS-CoV-2 por las organizaciones Gisaid, Nextstrain y Pango seguirán siendo usados por los científicos. Con lo que, en realidad, la propuesta de la OMS lo único que hace es añadir una nueva nomenclatura a las ya existentes.
Por ejemplo, la variante británica se denomina B.1.1.7 según el linaje Pango, GR/501Y.V1 según el sistema de clasificación de Gisaid, 20I/S:501Y.V1 según los clados de Nextstrain y ahora, además, alfa según la OMS. Atendiendo a sus preferencias, los científicos de cada laboratorio usan una u otra clasificación en sus análisis y publicaciones, y lo seguirán haciendo para mantener cierta coherencia. Y seguramente los medios de comunicación, aunque se adapten al alfabeto griego, seguirán especificando que la gamma se refiere a la variante brasileña P.1, GR/501Y.V3 o 20J/S:501Y.V3, según el sistema que se elija.
Históricamente, los virus se han asociado con frecuencia a los lugares en los que se cree que han surgido, como el Ébola, que lleva el nombre del río congoleño homónimo, el del Nilo Occidental o el de Marburgo; también han recibido los nombres de sus descubridores (Epstein-Barr) o se han derivado de idiomas locales, como el dengue o el chicunguña.
La intención de la OMS, dentro de su corrección política, de no ofender a valles, ríos, ciudades o países es de agradecer, pero muy poco práctica, y encima añade otro elemento de confusión al embrollo actual. A nuestro país se le asocia en todo el mundo la mortífera gripe española de 1918, y ya se sabe que no apareció aquí, pero es un atajo comunicativo para distinguirla de otras, la mayoría asiáticas, que es de donde suelen proceder las gripes. ¿No podía la OMS y sus expertos haber apadrinado o haberse quedado por ejemplo con alguna de las nomenclaturas ya existentes, como la de Phylogenetic Assignment of Named Global Outbreak (Pango)?
La intención de la OMS de simplificar el barullo denominador de las variantes no es mala, pero en realidad añade otra clasificación a las tres que usan los científicos. coronavirus Off José R. Zárate Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3g04zaG
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