El choque femoracetabular es una patología de la articulación de la cadera, bastante desconocida hasta hace no demasiado tiempo, pero que, cuando es diagnosticada precozmente y tratada adecuadamente, puede evitarse que progrese hacia una artrosis.
Una de las mesas redondas organizadas en el marco del Congreso nacional de la Sociedad Española de Cirugía de la Cadera, que preside Ricardo Terre, y que se ha celebrado en Oviedo, con la participación de unos 300 especialistas, ha estado dedicada precisamente a la cirugía preservadora de la cadera, y en ella se puso de relieve la importancia de una correcta detección del conflicto femoroacetabular, “que es una entidad bastante frecuente, sobre todo, en pacientes jóvenes que practican algún tipo de deporte, cuyo origen se desconoce y que se manifiesta a través de una alteración que provoca roce de la cabeza del fémur contra la pelvis, ocasionando dolor”, según ha explicado Daniel Hernández Vaquero, catedrático emérito de Traumatología y Ortopedia de la Universidad de Oviedo y presidente del comité organizador del congreso.
La cirugía conservadora de esta entidad está consiguiendo muy buenos resultados, permitiendo a veces, a través de artroscopia la regularización del hueso “de tal modo que se regulariza para que se adapte mejor en la cavidad”, es decir, en la porción articular cóncava de la superficie de la pelvis, con la que se articula la cabeza del fémur.
La importancia del abordaje precoz y efectivo del conflicto femoroacetabular radica en que si no se trata adecuadamente “puede derivar en artrosis en el futuro. Hasta hace unos años no se trataba porque se desconocía incluso su existencia pero ahora se está comprobando que podemos prevenir artrosis vinculadas a esta entidad. Y ello es posible con una cirugía conservadora, mediante artroscopia o con cirugía abierta, regularizando la parte ósea para que coincida mejor la cabeza con el acetábulo”, ha explicado Hernández Vaquero.
Complicaciones en cirugía de cadera
Otra de las mesas redondas estuvo centrada en cómo intentar reducir el riesgo de complicaciones en fracturas de cadera, patología muy frecuente, sobre todo, en mujeres mayores de 70 años, vinculada en gran medida a la osteoporosis.
En España se producen al año entre 55.000 y 60.000 fracturas de cadera. “El tratamiento quirúrgico soluciona bastante bien el problema pero no es una cirugía exenta de complicaciones, que se suman a las inherentes al tipo de paciente del que hablamos, que es ya, por edad y presencia de otras patologías, un paciente frágil, explica Daniel Hernández Vaquero.
Se calcula que el riesgo de presentación de complicaciones quirúrgicas en el abordaje de la fractura de cadera es de entre un 10 y un 15% “y cuando se presentan comprometen el pronóstico de la intervención y aumentan la probabilidad de fracaso e incluso ponen en riesgo la vida del paciente, de ahí la importancia de tratar de reducir estas complicaciones todo lo que podamos; para ello se deben conseguir realizar intervenciones rápidas en cuanto a anestesia y que permitan al paciente una recuperación temprana a su vida diaria, favoreciendo su deambulación precoz”.
Las dos técnicas más frecuentes empleadas en las fracturas de cadera son la colocación de una prótesis parcial de cadera, que consiste en la sustitución de la cabeza del fémur por una prótesis metálica, y el enclavado intramedular, basado en la fijación de la fractura mediante la inserción de tornillos en el hueso.
“El problema en ambos casos es que hablamos de un hueso blando y frágil en el que la fijación no es fácil. Por eso para reducir el riesgo de complicaciones es fundamental tratar de asegurarnos una buena estructura, mejorando la técnica, con una preparación preoperatoria óptima y empleando los instrumentos y materiales más adecuados en cada caso”, según se puso de relieve en el congreso celebrado en Oviedo.
Colocación de prótesis total de cadera
Otra de las mesas redondas del congreso estuvo centrada en las complicaciones secundarias a la colocación de la prótesis total de cadera, “que es una intervención también muy bien estructurada e implementada y que resulta coste-eficiente pero que igualmente puede dar lugar a complicaciones”. En esta mesa participaron Eduardo Garcia-Cimbrelo, Humberto Ferre, Ricardo Terre, Agustín Blanco y Antonio Coscujuela.
Las complicaciones más frecuentes, según se puso de manifiesto en el congreso, son la luxación o inestabilidad; la movilización del implante, que puede hacer necesaria una cirugía de revisión “si la prótesis se suelta del hueso para su reemplazo por una prótesis nueva”, y las fracturas periprotésicas.
En general, la prótesis total de la cadera ofrece buenos resultados pero a los 10 años un 10% fracasan y el porcentaje se eleva al 20% a los 20 años “por eso es necesario tratar de mejorar la técnica y los materiales para reducir estos fracasos o complicaciones que actualmente se producen”, ha señalado Hernández Vaquero.
Homenaje a José Palacios Carbajal
En el Congreso celebrado en Oviedo se aprovechó para rendir un homenaje al traumatólogo José Palacios Carbajal, que falleció hace dos años, con una dilatada trayectoria profesional, a lo largo de la cual dirigió los servicios de traumatología en distintos hospitales, entre ellos La Paz y el Ramón y Cajal, y desde los que contribuyó a la modernización y desarrollo de la cirugía ortopédica en España, al tiempo que fue pionero en la realización de algunas técnicas que han mejorado la cirugía de la cadera.
Off Covadonga Díaz. Oviedo Off
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