
El Plan de Recuperación y Resiliencia, aprobado por el Gobierno y que define en qué se invertirán los 70.000 millones de fondos europeos que recibirá España hasta 2023, incluye una pequeña partida de cien millones para la creación de un data lake sanitario, esto es, una enorme base de datos de todo tipo que podrán utilizarse con distintos fines (investigación, mejoras asistenciales, ayuda a la toma de decisiones) si se usan bien, gracias a tecnologías como la inteligencia artificial.
Con estos mimbres, la empresa española (ahora internacional) Savana, especializada en el uso de estas tecnologías en el ámbito sanitario, especialmente machine learning y procesamiento del lenguaje natural, ha planteado una propuesta al Gobierno para hacerse cargo de la puesta en marcha de ese data lake.
La propuesta cuenta con el apoyo de más de una quincena de sociedades científicas y asociaciones, entre las que se encuentran SEOM, SEMI, Semergen, Seram, AECC y la POP, y supone "homogeneizar todas las fuentes de información sanitaria que ahora mismo están dispersas", como los informes de radiología, laboratorio y anatomía patológica; las bases de datos de urgencias, centros de especialidades y centros de salud; la historia clínica electrónica, e, incluso, "la información generada por los propios pacientes", según explica Antonio Urda, médico, vicepresidente de Hospital Operations en Savana e impulsor de la propuesta.
Análisis fino
Tal y como ha expuesto Urda, "hasta el 80% de la información contenida en un informe está plasmada como lenguaje natural", por lo que es fundamental utilizar un sistema que "no solo analice conceptos, sino el contexto en que están, lo que tienen alrededor". Por ejemplo, una negación -no fiebre-, la temporalidad, la posología, si se trata de especulaciones, etc.
Con toda esa información, la propuesta de Savana consta de dos bases de datos: "Una de ellas, historias sin información personal pero con cierta capacidad de conocer de dónde surge la información, de modo que sea posible en caso de una alerta sanitaria o la aparición de un nuevo tratamiento para un grupo concreto de pacientes".
La otra base de datos, en cambio, estaría totalmente anonimizada, conteniendo solo variables clínicas que puedan ser usadas en investigación. "Dada la cantidad de datos que podemos tener, sería posible realizar grandes estudios para dar respuesta a grandes preguntas, teniendo una visión real de lo que ocurre con los pacientes".
España puede
Esta capacidad investigadora "ya está pasando. La inteligencia artificial permite crear, por ejemplo, modelos predictivos propios o incluso validar la aplicabilidad de modelos internacionales en la población española".
A juicio de Urda, "igual que España estuvo a la cabeza de Europa en el desarrollo de la historia clínica electrónica, ahora podemos colocarnos a la vanguardia del uso del dato".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/31xgN6V
No hay comentarios:
Publicar un comentario