Apartado como vivo de las principales corrientes mediáticas, y sin apenas afición por la música, la figura del británico James Rhodes me interesaba más bien poco, tirando a nada. Sabía vagamente que era un pianista afincado en España, destacado influyente en varias redes sociales, y que asomaba de vez en cuando por la televisión, la prensa y otros medios de comunicación. Y poco más; no había leído nada suyo ni lo seguía tampoco en Twitter, mi red social favorita.
Hasta que un día..., durante la pandemia y por pura casualidad, llegó a mis manos un PDF con el texto íntegro de su libro Instrumental*. En el subtítulo, A Memoir of Madness, Medication and Music, la mención a locura y a la medicación me llamó de inmediato la atención. Así que probé a leer su «Preludio», luego el «Tema 1: Bach, Variaciones Goldberg, aria (Glenn Gould, piano)», el «Tema 2: Prokófiev, Concierto para piano n.º 2, final (Evgeny Kissin, piano)» y ya no puede parar hasta pasar la última página del capítulo postrero o tema 20. ¡Chapó! Se trata de un libro autobiográfico excelente, una denuncia valiente, cruda y descarnada de los abusos sexuales en la infancia, y de sus secuelas físicas y psíquicas que pueden prolongarse de por vida, en un calvario difícil de imaginar y soportar: prostitución, drogas, autolesiones, internamientos psiquiátricos, furia... y dolor, mucho dolor. También, en paralelo, un relato sobre la importancia de la belleza, del arte ―más concretamente de la música clásica―, para cicatrizar heridas y dotar de nuevo sentido a una vida destrozada.
Fernando A. Navarro
* Existe traducción española de Ismael Attrache: Instrumental: Memorias de música, medicina y locura (Barcelona: Blackie Books, 2015).
'Instrumental: Memorias de música, medicina y locura' es un relato sobre la importancia de la belleza para cicatrizar heridas y dotar de nuevo sentido a una vida destrozada. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3xfc5qj
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