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sábado, 13 de noviembre de 2021

Tu microbiota intestinal prefiere la dieta mediterránea

Aparato Digestivo
soniamoreno
Sáb, 13/11/2021 - 08:00
Un estudio ve más beneficio que el obtenido con una dieta occidental
Los hábitos de vida saludable deben incluir una alimentación sana y actividad física
Los hábitos de vida saludable deben incluir una alimentación sana y actividad física

Un estudio liderado por el Hospital Vall d'Hebron, de Barcelona, ha concluido que la dieta mediterránea consigue cambiar la función metabólica de la microbiota en mayor medida que la dieta occidental, investigación que ha sido galardonada con el Premio Hipócrates de Investigación en Medicina Humana, que concede la Real Academia de Medicina y Cirugía del Principado de Asturias.

Fernando Azpiroz, especialista del servicio de Aparato Digestivo y jefe del grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva del Hospital Valle de Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y del grupo de Neurogastroenterología del CIBEREHD, ha sido el encargado de recoger el Premio entregado en Oviedo.

El estudio, de carácter multicéntrico, realizado en colaboración con el grupo de investigación en microbiota del Instituto de Productos Lácteos de Asturias y el grupo de metabolómica del CSIC en Murcia, y que ha sido publicado en la revista Nutrients, ha servido para comprobar que la dieta mediterránea incrementa la actividad de la microbiota colónica. Este aumento de valores se puede traducir en un aumento de gases debido a la alta actividad fermentativa del intestino

Estudios previos han demostrado que cambios en los hábitos alimentarios influyen sobre la producción intestinal de gas y las sensaciones digestivas. Los productos fermentables de la dieta, que no se absorben en el intestino delgado, pasan al colon y sirven de sustrato para la microbiota intestinal. En el proceso de fermentación de estos productos se produce gas, que puede inducir sensaciones digestivas. La disponibilidad mantenida de sustratos induce una adaptación de la microbiota, pero no se conoce hasta qué punto la adaptación implica cambios en la composición de la microbiota, es decir en la proliferación de unos microorganismos sobre otros, o en las vías metabólicas de los mismos microorganismos.

Mucha fibra

El objetivo de este trabajo fue comparar el efecto de una dieta de tipo occidental y una dieta mediterránea alta en fibra sobre la microbiota y la función digestiva en sujetos sanos, mediante un abordaje integrado clínico, metagenómico y metabolómico, según explica Azpiroz.

Para ello se llevó a cabo un estudio aleatorizado y cruzado alrededor de la dieta occidental, con gran componente de productos de origen animal, y la dieta mediterránea, rica en fibra y con gran presencia de productos vegetales. Para ello incluyeron en el estudio a 20 varones sanos. La razón de elegir únicamente a varones fue evitar que la diferencia entre sexos influyera en los resultados obtenidos.

Para llevar a cabo la investigación, los participantes se sometieron a períodos de dos semanas por cada tipo de dieta, con un descanso de dos semanas entre el seguimiento de una pauta y de otra, es decir, durante el período intermedio de cambio de modelo hicieron una dieta de lavado de dos semanas más. El procedimiento también se fijó en el impacto de estas dos dietas en su función digestiva y las sensaciones provocadas en los participantes, entre otras cuestiones.

“Se trata de un estudio cruzado, aleatorizado comparando el efecto de una dieta rica en grasa y baja en residuos (dieta de tipo occidental, WD) versus una dieta baja en grasa y alta en residuos (dieta de tipo mediterráneo enriquecida en fibra, FMD)”, explica Azpiroz.

Cada dieta se administró durante dos semanas consecutivas en orden aleatorizado y cada periodo fue precedido por dos semanas con una dieta balanceada; la duración total del estudio fue de 8 semanas. Y las variables del trabajo se midieron durante los dos últimos días en cada periodo de dieta.

La investigación ha servido para comprobar que la dieta mediterránea tiene un efecto sobre la microbiota más beneficioso que la dieta occidental, sobre todo, por los cambios inferidos en la función metabólica de la microbiota.

“Ambas dietas se toleraron bien con sensación de bienestar digestivo y estado de ánimo positivo. En comparación con la dieta de tipo occidental, la dieta mediterránea se asoció con mayor índice de flatulencia y borborigmos, mayor volumen fecal con menor consistencia, mayor número de evacuaciones de gas, mayor volumen de gas evacuado tras la comida y mayor volumen de contenido colónico. Esta última diferencia se debió a un mayor contenido fecal, que fue consistente en todos los compartimentos del colon”.

Más gas y volumen fecal

Lo que sucede es que la dieta mediterránea con un contenido más alto en residuos, aumenta la biomasa en el colon y también su velocidad de recambio, como muestra el mayor volumen fecal. Además, con mayor contenido de residuos, la dieta mediterránea aumentó la producción de gas intestinal, pero también el volumen de gas evacuado, lo que previno un aumento del contenido de gas intraluminal.

“Sin embargo, a pesar de que la cantidad total de gas se mantuvo estable, se observaron diferencias en la distribución del gas intraluminal, probablemente debidas a efectos específicos de la dieta sobre la actividad de la microbiota en distintos compartimentos del colon, con mayor actividad fermentativa en el colon proximal con la dieta alta en residuos”.

Los cambios en el volumen de biomasa y del metabolismo de gas se asociaron con sensaciones digestivas, particularmente con sensación de plenitud y distensión abdominal, sin afectar la sensación de bienestar digestivo y estado de ánimo.

Los perfiles taxonómicos de las comunidades de microorganismos en muestras fecales fueron similares con la dieta occidental y la mediterránea, lo que sugiere que la dieta tiene una influencia limitada en la composición de la microbiota intestinal.

Impacto en el metabolismo microbiano

En contraste con el efecto relativamente menor de la dieta en sobre la composición de la microbiota intestinal, el impacto sobre el metabolismo microbiano intestinal fue remarcable, y las dos planes dietéticos desplazaron el metabolismo microbiano hacia patrones claramente distintos, con mayor diversidad de las vías metabólicas con la dieta mediterránea que con la dieta occidental.

En algunos individuos, la microbiota fue más robusta y presentaron menos cambios en las vías metabólicas microbianas que en individuos con microbiotas más influenciables. Las microbiotas robustas presentaron mayor diversidad que las no robustas y mayor riqueza de vías metabólicas relacionadas con especies concretas y se asociaron con menos efectos sobre el contenido fecal y la evacuación anal de gas, indica este experto.

Aprovechamiento más eficiente

“Este estudio muestra cómo la dieta de tipo mediterráneo induce una adaptación de la microbiota intestinal que permite un aprovechamiento más eficiente y una mejor tolerancia de la dieta sana rica en residuos vegetales. Es interesante que este proceso adaptativo no requiere un gran cambio estructural de la microbiota, sino que se lleva a cabo fundamentalmente por una adaptación de las vías metabólicas de los microorganismos preexistentes. Es decir, los mismos microorganismos aprenden a utilizar de forma más eficiente los substratos disponibles”, ha explicado Fernando Azpiroz.

Así, se ha visto como la microbiota aprende a metabolizar los residuos de la dieta de una forma más efectiva, observándose cambios en algunas vías del metabolismo microbiano. Por otra parte, la investigación también remarca que los efectos de las dietas son menos evidentes en aquellos individuos que cuentan con una microbiota robusta.

Relación de la microbiota con enfermedad

Los efectos de la dieta sobre la micobiota son potencilmente importante porque estudios recientes han relacionado el estado de la microbiota intestinal con distintas condiciones, como sobrepeso, diabetes, hipercolesterolemia, hígado graso, enfermedad cardiovascular e incluso enfermedad mental.

El estudio muestra que la dieta influye sobre el contenido de la biomasa del colon, el volumen de evacuación fecal, la actividad de la microbiota intestinal, la producción de gas por procesos fermentativos y la percepción de sensaciones digestivas, pero tiene un efecto limitado sobre la composición de la microbiota.

La conclusión del estudio, recalca Azpiroz, es que, aunque las dos dietas estudiadas son bien toleradas, “la dieta mediterránea tienen un efecto beneficioso mayor sobre la microbiota intestinal”.

La dieta mediterránea tiene un efecto sobre la microbiota más beneficioso que la occidental, sobre todo por los cambios en la función metabólica. Off Covadonga Díaz. Oviedo Endocrinología Enfermería Familiar y Comunitaria Off

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