Científicos, médicos, bioingenieros, enfermeras y pacientes han participado en el 4º European CAR-T Cell Meeting, una reunión organizada por la Sociedad Europea de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular (EBMT) y la Asociación Europea de Hematología (EHA), donde se ha compartido la experiencia con los actuales tratamientos CAR, así como las principales líneas de investigación que marcan el rumbo de esta terapia. La primera sesión se ha dedicado a revisar las indicaciones de las CAR-T en leucemia linfoblástica aguda (LLA), linfoma de no Hodgkin (LNH), leucemia linfocítica crónica (LLC) y mieloma múltiple (MM).
La llegada de la terapia CAR-T CD19 tuvo un gran impacto en el manejo de la LLA, al cubrir una importante necesidad médica no satisfecha en pacientes pediátricos y jóvenes adultos (hasta 25 años) con enfermedad refractaria o en recaída. Como ha expuesto Mohamad Mohty, jefe del Departamento de Hematología y Terapia Celular del Hospital Saint-Antoine, los datos en vida real “nos indican un resultado prácticamente similar al alcanzado en el estudio pivotal Eliana, con alrededor de un 80% de respuesta completa”. El hematólogo ha destacado la introducción de otro CAR-T (KTE-X19, Tecartus) con una indicación para adultos con LLA pretratados en recaída o refractarios. No obstante, Mohty ha recordado que aún hay que avanzar en la duración de la respuesta de estos tratamientos. Algunas de las propuestas apuntadas para conseguirlo son, a su juicio, combinar la terapia con inhibidores de punto de control (checkpoint) o dirigir el CAR a dos antígenos (CD19 y CD22). También ha recordado que entre las tareas pendientes se encuentra la de encontrar el lugar de la terapia CAR en el algoritmo terapéutico de la LLA (antes o después del alotrasplante), así como determinar qué hacer tras las recaídas y para reducir la toxicidad.
Por su parte Anna Sureda, presidenta electa de la EBMT y jefa del Servicio de Hematología Clínica del Instituto Catalán de Oncología L´Hospitalet, se ha referido a las indicaciones en linfoma B difuso de célula grande (LBDCG), donde las CAR-T son una opción consolidada. En su intervención, la hematóloga ha destacado que los datos de vida real, tanto de los registros estadounidenses como europeos, replican a los de los estudios pivotales (Zuma-1, Julia, Transcend) en cuanto a eficacia y a perfil de toxicidad y seguridad de estos enfermos. “El análisis a largo plazo de esos estudios nos permite identificar factores de pronóstico que indican en qué subgrupos de pacientes se obtienen mejores o peores resultados”, ha comentado. Entre las nuevas indicaciones, se espera que las CAR-T se utilicen en diferentes histologías, así como en líneas previas, y en concreto ha mencionado que los estudios presentados en diciembre durante la reunión de la Sociedad Americana de Hematología (ASH 2021) así lo sugieren.
Los datos positivos de dos de los tres ensayos (Zuma-7 y Transform), que han comparado la terapia CAR frente al tratamiento convencional en segunda línea, basado en el trasplante alogénico, reflejan la superioridad de la inmunoterapia celular frente a lo que se venía haciendo desde hace al menos dos décadas. “También hemos visto la posibilidad de utilizar CAR-T en primera línea para pacientes con linfoma visceral agresivo y tenemos datos en linfoma de células del manto después del tratamiento con inhibidores de BTK [tirosina cinasa de Bruton]”, ha enumerado, junto a la igualmente cercana indicación en linfoma folicular.
Frente a BCMA
Hermann Einsele, jefe de Medicina Interna y del Programa de Investigación Clínica y Traslacional en Mieloma en la Universidad de Wurzburgo (Alemania), ha recordado que ya hay un fármaco CAR-T BCMA aprobado por la FDA -también por la EMA, presente en Francia y Alemania- para tratar el MM. La administración de células CAR BCMA llega a alcanzar una tasa de respuesta objetiva casi del 100% y de un 80% de respuesta completa, así como una supervivencia libre de progresión de más de dos años. Estos datos se recogen en un ensayo con pacientes que habían recibido de mediana seis líneas de tratamiento, por lo que Einsele ha destacado en su charla la posibilidad, cada vez más cercana, de que la inmunoterapia celular se emplee “en primera línea para pacientes de alto riesgo”, así como en líneas previas en aquellos que por diversos motivos no sean candidatos al trasplante.
“Hay varios estudios que analizan la posibilidad de que se mueva a líneas anteriores en pacientes que han tenido una primera recaída o después de seguir entre una y tres líneas terapéuticas. Quizá administradas en ese momento de la enfermedad, las células CAR funcionen mejor e incluso persistan más tiempo, al margen de que el perfil de toxicidad en MM es muy aceptable, incluso mejor que el que se ha descrito en linfoma o en leucemia”.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/GQ4dOhJ
No hay comentarios:
Publicar un comentario