La compañía DKV lo tiene claro: no podrá seguir en el modelo Muface, en caída libre desde hace tiempo, con una infrafinanciación que se ha agravado en los últimos años y que alcanza ya el 40%. Por eso, advierte de que dejará de dar cobertura a los funcionarios y abandonará el modelo "si no hay un cambio claro de estrategia. No podemos seguir cubriendo una infrafinanciación a costa de pagar menos a los médico o subiendo las primas", señala Javier Cubría de Miguel, presidente del Comité Ejecutivo y director financiera de la compañía.
DKV es una de las tres compañías que aún permanecen en el modelo de asistencia privada a los funcionarios, junto con Asisa y Segur Caixa Adeslas. Aproximadamente, de los dos millones de funcionarios públicos existentes, cerca de 500.000 se decantan por la asistencia pública directa (un 25%), mientras que el millón y medio restante (75%) lo hace por una de estas tres compañías. En el caso de DKV, cuenta con 200.000 funcionarios.
Hasta el año 2021, las renovaciones de los convenios de asistencia se llevaban a cabo por un periodo de dos años, pero a partir de ese año, desde el Ministerio de Hacienda se planteó un acuerdo a tres años, es decir, para los años 2022, 2023 y 2024 que, en un principio, pareció aceptable por parte de la compañía. Las primas se revisarían con una subida del 10% distribuida en un 8% para el primer año y en un 1% para los dos restantes. Sin embargo, según ha podido saber este medio, lo que de inicio pareció asumible se ha demostrado para la compañía insuficiente, pues la covid, la inflación creciente y la guerra de Ucrania han hecho que esos incrementos no cubrieran los costes de la asistencia proporcionada. Sólo en el año 2022, las tres compañías asumieron unas pérdidas de 170 millones de euros, cifra similar a la del año anterior.
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