Un total de 2.500 nuevas plazas MIR para los próximos seis años, de forma que en la convocatoria 2026-2027 la oferta global de puestos de formación sanitaria especializada supere las 10.000 plazas, concretamente 10.115, si tomamos como referencia las 7.615 plazas que se han repartido en la última convocatoria. Estos son los números -y la consiguiente petición- que la Asociación MIR España (AME) ha plasmado en sendas cartas dirigidas al ministro de Sanidad, Salvador Illa, al director de Ordenación Profesional y a la Subdirección General de Recursos Humanos del SNS.
De lo contrario, argumenta el presidente de AME, Luis Tejedor, "la crítica situación que vive el sistema sanitario español por la falta de médicos en determinadas especialidades se tornará en un panorama francamente terrorífico a 8 años vista". La petición de AME señala además las especialidades en que más debería centrarse ese incremento de plazas: en primer lugar, Medicina de Familia y Pediatría, y "en un segundo plano", Anestesiología, Radiodiagnóstico y Urología.
La hoja de ruta en la que AME basa su petición -y lo dicen expresamente en su documento- es la última actualización del Estudio sobre Demográfica Médica de la Organización Médica Colegial (OMC) y la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), publicada en 2018, que alertaba de la jubilación de un total de 70.000 facultativos en la próxima década.
Familia, Pediatría, Anestesia, Radiodiagnóstico y Urología, las prioritarias
Con el ritmo anual de incremento de plazas MIR registrado en las últimas convocatorias, AME estima que podrían cubrirse 55.000 de esas bajas, pero faltarían aún 15.000 facultativos. ¿De dónde saldrían?, se pregunta la asociación nacional de residentes.
"Si en la convocatoria de 2026 se ofertan las más de 10.000 plazas que pedimos, se paliaría parte de ese déficit más que previsible", afirma Tejedor. Ahora bien, condición sine qua non, añade el presidente de AME, es que, además, "se revierta la actual tendencia al éxodo de especialistas jóvenes a otros países, y para ello las autonomías tienen que ofertarles puestos de trabajo con mejores retribuciones y condiciones laborales".
Además de aumentar plazas, "hay que revertir la tendencia al éxodo de los más jóvenes"
Y esa tendencia al éxodo también viene avalada por los datos. La OMC expidió en 2019 un total de 4.100 certificados de idoneidad a 2.500 médicos para salir fuera de España (el 64,8% de esos certificados eran para trabajar), y en los 8 últimos años los médicos españoles han solicitado a la corporación un total de 24.000 certificados; es decir, una media de 3.000 al año.
El 41,6% de los solicitantes de los certificados colegiales están en el grupo de edad comprendido entre los 31 y los 35 años, y hasta un 36,2% tiene entre 36 y 50 años. Aunque las cifras demuestran que, en su mayoría, son especialistas jóvenes y que, por tanto, emigran buscando mejores condiciones laborales, lo cierto es que un mismo facultativo puede solicitar hasta 2 ó 3 certificados al año (tienen fecha de caducidad) y que, finalmente, no todos hacen uso de ellos. AME argumenta, no obstante, que esas cifras evidencian una clara tendencia.
Ritmos muy dispares
El principal problema de la petición de la Asociación MIR España es que dista -y mucho- de la tendencia exhibida en los últimos años por el Pleno de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud (es decir, Ministerio de Sanidad y las 17 comunidades autónomas) a la hora de aumentar el número de plazas MIR.
Si excluimos la convocatoria 2019-2020, que ha mostrado un incremento atípico de plazas fruto de las necesidades previstas por las comunidades como consecuencia de la crisis sanitaria, entre 2015 y 2019 la oferta global de puestos formativos ha subido a un ritmo medio de 210 plazas anuales.
La Asociación MIR está pidiendo que en los próximos seis años ese ritmo prácticamente se duplique; concretamente, que se oferten 416 plazas más al año. O dicho de otra forma: si los residentes piden 2.500 nuevas plazas en seis años, de mantenerse la tendencia registrada en el último lustro el incremento se quedaría en apenas 1.261 plazas.
De mantenerse el ritmo actual, en 2026 habría 1.261 nuevas plazas, en lugar de 2.500
La evolución de las plazas de formación especializada en los últimos años ha pasado de un incremento paulatino entre los años 2010 y 2013 -fruto del incremento de puestos convocados en los años previos- a un descenso continuado entre los años 2012 y 2017, como consecuencia de los drásticos recortes aprobados en los momentos más álgidos de la crisis económica.
El punto más bajo de la última década lo marcaron las convocatorias de 2014 y 2015, en las que el número total de puestos descendió por debajo de los 6.000. A partir de ahí, se aprobaron incrementos paulatinos de plazas, pero siempre a un ritmo sensiblemente inferior al que ahora reclama la asociación nacional de residentes.
La oferta más generosa de los últimos diez años han sido precisamente las 7.615 plazas repartidas en la última convocatoria (818 más que en 2019), con importantes incrementos en algunas de las especialidades que el documento de AME señala como prioritarias, fundamentalmente Medicina de Familia, que este año ha repartido nada menos que 2.224 plazas (el 29,2% del total de la oferta MIR).
Con ser importante, el incremento de plazas en Familia dista todavía bastante de las peticiones de la comisión nacional de la especialidad y de las sociedades de primaria, que estiman que su oferta debería rondar el 40% del total. De hecho, la propuesta de la asociación de residentes sitúa a Familia como la especialidad que más debería concentrar el aumento de puestos que reclama.
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