John de Zulueta, presidente del Círculo de Empresarios, no tiene pelos en la lengua al evaluar la gestión del Gobierno en la crisis sanitaria de la covid-19, "bastante triste": "Sanidad pública es el gran fallo, porque tenemos un buen sistema sanitario". Lo achaca a los recortes presupuestarios y a que "todo el dinero de sanidad se gasta básicamente en las 17 autonomías y el Ministerio de Sanidad ha quedado hueco. Hemos aprendido que en una pandemia se necesita una sanidad pública centralizada y muy fuerte, pero cuando el mando único no tiene experiencia en sanidad ni recursos es difícil responder a un virus con expansión exponencial". Así ha introducido la presentación del informe La sanidad, sector aún más estratégico por la pandemia, cuya elaboración se vio acometida por la irrupción de la pandemia.
De hecho, en materia presupuestaria, el informe sostiene que "la prioridad en la asignación de presupuestos a la atención hospitalaria no ha permitido un desarrollo sólido de la atención primaria o de la salud pública". Entrando más en detalle, Zulueta ha valorado el ínfimo salario de los médicos españoles, enfocando a que el problema no radica tanto en contratar más profesionales, sino también en pagarles mejor: "Son muy bajos. Estamos pagando menos que en Portugal, que tiene un nivel de gasto inferior al de España", y se ha referido a la situación de los MIR, que "están ganando menos de 1.000 euros, y trabajando muy por encima de 40 horas semanales".
Realización de test en farmacias
En cuanto al papel de las farmacias, el informe subraya el papel que están jugando en la pandemia (con la dispensación de medicamentos hospitalarios, de la que se han beneficiado más de 116.000 pacientes), pero también presenta cuál es su potencial no aprovechado de momento: "No son pocas las voces que han abogado porque las farmacias jueguen un papel de mayor relevancia dentro del sistema sanitario, actuando, por ejemplo, como puntos de realización de test serológicos".
De hecho, Pablo Vázquez, senior adviser de McKinsey, que ha participado en la elaboración del documento, menciona como un pilar positivo de la crisis el tratamiento de pacientes crónicos en farmacia y Atención Primaria (AP): "Tenemos mucha capacidad en el sistema todavía no aprovechada óptimamente. Las farmacias pueden hacer mucho más de lo que las hemos dejado hacer hasta ahora, y la AP también puede tener un rol distinto al que ha aportado". Sobre este punto, Pedro Nieto, presidente del grupo de trabajo de sanidad del Círculo de Empresarios, considera vital la colaboración público-privada, para poder también derivar pacientes no Covid a la sanidad privada.
En la misma línea, Nieto ha sostenido que, aun con todo, "España no está muy lejos de ser un referente mundial en excelencia sanitaria, aunque hay muchos países por delante de nosotros con fama". Y eso, añade, es un acicate para el empleo. De hecho, Zulueta se ha referido a que cuando acaben los ERTES España tendrá más de 4 millones de parados: "Necesitamos mucho más que 8000.000 puestos de trabajo en tres años", ha comentado.
La importancia del 'big data'
A su vez, Vázquez ha puesto el dedo en la llaga de por qué el Sistema Nacional de Salud (SNS) no ha funcionado: "Si algo es relevante para las próximas pandemias e imprescindible para una medicina personalizada, la información, los datos, el big data. Aquí es donde España tiene que dar un avance significativo, porque estamos como en el siglo pasado", ha señalado, aludiendo a la confusión en cuanto a datos de positivos y fallecidos por la covid-29. "En el mundo privado esto está muy desarrollado, con una gran trazabilidad de la información", ha añadido.
En este aspecto, ha subrayado que en salud pública es necesario "entender modelos estadísticos que te predicen cuándo una determinada patología está empezando a crecer, para poder actuar y limitar sus efectos. El problema de salud pública no es financiación, sino tener la voluntad de generar una base de datos común que nos permita protegernos frente al exterior, y conocer internamente lo que está pasando. Estos se conoce en las empresas como tener una buena dataline".
En ese sentido, explica que todos los países avanzados están reflexionando sobre su sistema sanitario para saber cómo planificarse de acara a un futuro: "Sólo los países asiáticos, que habían vivido el SARS, han estado más preparados. El resto hemos entrado por una línea de salud pública que no es lo que está más avanzado en los países desarrollados. Está en mucha más primera línea el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. Nadie esperaba que por el ámbito de la salud pública se pudiera colar una pandemia como la que ha entrado", ha argumentado.
A su vez, ha presentado como otra debilidad del sistema la separación entre lo social y lo sanitario: "Al final personas son unas, las personas mayores que tienen patologías crónicas. Hay que repensar cómo atendemos a las personas mayores, sobre todo en un país envejecido como el nuestro", ha destacado.
Como datos positivos, ha señalado el interés de la sociedad y las empresas con sus aportaciones para luchar contra la pandemia, así como el avance de los canales digitales. De hecho, el informe del Círculo de Empresarios señala que "las consultas de telemedicina han aumentado un 153% en España (en su mayoría de salud general o dudas respecto al coronavirus, pero también de medicina especializada como la pediatría, ginecología, dermatología o psicología) desde que se decretara el estado de alarma, según datos de mediQuo, una app de sanidad digital".
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