Jesús Sanz Villorejo, presidente de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE) y director de las Clínicas Universitarias Universidad Europea
Las enfermeras gestoras deben liderar los cuidados enfermeros en las organizaciones del presente y del futuro, aunque en España no siempre es así. Es la máxima que se ha marcado la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), que recalca que estas profesionales han sido y siguen siendo uno de los pilares fundamentales en la gestión de la pandemia.
Su presidente, Jesús Sanz Villorejo, recuerda que la reorganización de los circuitos, la puesta en marcha de nuevas áreas de asistencia y la redistribución de los recursos humanos de enfermería no hubieran sido posibles sin la labor estas profesionales que ejercen funciones directivas vinculadas al quehacer enfermero, que son líderes de cuidados o que están interesadas en el ejercicio del liderazgo en las organizaciones.
-PREGUNTA: ¿Cuántas enfermeras gestoras hay en España? Compárelo con la media europea.
-RESPUESTA: Según un análisis realizado para uso interno de ANDE, en España contamos con unas 12.000 enfermeras gestoras dentro del sistema sanitario, considerando los tres niveles de gestión: macro, meso y micro gestión.
No disponemos de datos comparativos con la realidad europea en el ámbito de la gestión, pero sí se conoce suficientemente que las ratios que hay en España de enfermeras por número de población o por pacientes, o los pacientes que una enfermera atiende en una unidad de hospitalización, están muy lejos de la media europea e incluso en la franja baja comunitaria.
Hacen falta, como mínimo, más de 87.000 enfermeras en el SNS
Según datos de la OCDE para la UE28 existen 8,8 enfermeras por cada mil habitantes, mientras que en España estamos en un 5,3. Estos datos, tan alejados de la media europea, nos permiten deducir que el número de enfermeras gestoras está también muy por debajo.
En relación con estas cifras, considero necesario reseñar que en un estudio de investigación realizado por Satse y la Universidad de Jaén, Análisis de la situación de los enfermeros y enfermeras en los centros sanitarios del país, se estima una necesidad mínima de más de 87.000 enfermeras en el SNS.
Asimismo, hay numerosas evidencias de que un número suficiente de enfermeras garantiza unos cuidados de calidad, conlleva una disminución de las complicaciones e incrementa la seguridad del paciente. Eso es algo que este país debe plantearse.
-P: ¿Cuál ha sido y está siendo el papel de las enfermeras gestoras en esta pandemia?
-R: Las enfermeras gestoras han sido uno de los pilares fundamentales en la gestión de esta crisis. La reorganización de los circuitos, la puesta en marcha de nuevas áreas de asistencia y la redistribución de los recursos humanos de enfermería han sido claves para prestar la asistencia necesaria generada por la pandemia.
Es obligado señalar las distintas etapas que la pandemia nos obliga a vivir. Ha habido que transformar los hospitales tres veces. Una para adaptarlos a la pandemia, que obligó a los sanitarios a enfrentarse a ella de forma inesperada, abrupta, sin planificación, sin recursos suficientes, tanto personales (en número y en formación), materiales (falta e irregularidades en el suministro de EPI) y de fortaleza moral para superar las situaciones vividas en esta época.
Nos vimos forzados a reinventar espacios, a instalar equipamiento o a montar Unidades de Cuidados Intensivos donde no las había. En una segunda fase, de vuelta a la normalidad, mediante el diseño de circuitos covid y no covid, y la paulatina recuperación de espacios para atender las patologías que durante los peores días de la crisis no pudieron ser atendidas. Y esta tercera fase, en la que, con toda la experiencia atesorada, se trabaja intensamente para dar respuesta al incremento de la pandemia garantizando cierta normalidad.
Los profesionales de enfermería han salido de sus zonas de confort, donde estaban habituados a trabajar, para cubrir las necesidades asistenciales de las nuevas áreas: enfermeras de quirófano trabajando en UCI, enfermeras del área ambulatoria en Hospitalización de pacientes con infección covid-19, las de hospitalización en urgencias. Las enfermeras de Atención Primaria en Hospitales de emergencia creados para esta crisis, las que hasta ahora trabajaban en los colegios trabajando en hospitales… Este esfuerzo organizativo no hubiera sido posible sin los gestores enfermeros.
Estos gestores, además, han tenido que lidiar con la escasez de recursos para la protección de los profesionales en la primera fase, y han trabajado sin descanso por mantener la motivación de sus profesionales en momentos tan duros como los vividos.
-P: ¿Están dejando gestionar a las enfermeras?
-R: Se puede afirmar que las enfermeras han gestionado en los mismos ámbitos y con las mismas responsabilidades con las que lo venían haciendo habitualmente. Es verdad que en algunos casos se ha recurrido a enfermeras gestoras experimentadas para gestionar residencias de personas mayores, que ante la gravedad de la situación han debido ser apoyadas o intervenidas.
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-P: ¿Deberían dejarlas gestionar más?
-R: Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) proclamó el 2020 como el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona, seguramente nadie podía imaginar cómo el mundo iba a ir afrontando, a medida que fueran transcurriendo los días, las consecuencias derivadas de una crisis mundial de salud pública.
Sin duda, no era esta la visibilidad que la OMS esperaba para las enfermeras de cara al año 2020. Sin embargo, esta situación ha servido para poner en valor el papel que juegan día tras día el conjunto de los profesionales sanitarios y, entre ellos, las enfermeras. Obviamente, la pandemia ha puesto de relieve ante toda la sociedad, su papel fundamental en los cuidados y la necesidad de empoderar a las enfermeras de cara a la toma de decisiones estratégicas y operativas.
Es absolutamente necesario que participen en la toma de decisiones estratégicas de las instituciones, pues viven la realidad directa de los pacientes. Sin su participación no se van a tomar decisiones en las que se tengan en cuenta esos aspectos, lo que puede derivar en que se terminen repitiendo en el tiempo los mismos esquemas culturales de los que venimos.
Esta necesidad de dar voz a los profesionales de enfermería es especialmente relevante en el momento actual, en el que las enseñanzas del coronavirus han abierto un debate público sobre la necesidad de mejora del sistema sanitario.
Se debe potenciar el liderazgo de las enfermeras, se hace necesaria la existencia de una Dirección de Cuidados en cada servicio de salud autonómico con carácter ejecutivo, y la profesionalización de la gestión enfermera, propiciando que los nombramientos y ceses se produzcan en base a unos criterios acordados y establecidos con anterioridad.
-P: ¿Cuántas enfermeras dirigen centros de salud, hospitales, áreas de salud? ¿Qué diferencias de gestión tienen estos centros sanitarios frente a otros capitaneados por médicos u otro tipo de gestores?
-R: La respuesta es sencilla: muy pocas. No hay suficiente voluntad política y existen muchas resistencias corporativas para que las enfermeras puedan desempeñar unas funciones para las que están perfectamente capacitadas.
El trabajo de las enfermeras es determinante en la mejora de la salud y en el bienestar de los pacientes y sus familias. Existen sobradas evidencias sobre el impacto del trabajo de las enfermeras en los resultados de salud. Desde su compromiso con el sistema han demostrado ser un importantísimo motor de cambio en las organizaciones. La alta cualificación de las enfermeras españolas permite abarcar ámbitos competenciales hasta ahora exclusivos de otros colectivos profesionales. Nunca, como hasta ahora, tantas enfermeras participan activamente en los procesos asistenciales, docentes e investigadores con niveles de formación y competenciales al máximo nivel (doctorado, especialidades, másteres universitarios...).
El ámbito de la gestión sanitaria no es ajeno a esta realidad y las enfermeras pueden y deben ser líderes en las organizaciones, así como aportar especificidad y conocimiento. El sistema sanitario necesita que las enfermeras aporten su visión y su compromiso con la sociedad en la toma de decisiones estratégicas en cualquiera de los niveles de gestión, entre los que se incluye la coordinación de centros de salud, no para tomar decisiones clínicas (que corresponderán a los profesionales), pero sí para ejercer un adecuado liderazgo de las personas, para programar, coordinar y planificar las diversas actividades del centro.
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