Analizar el pasado para aplicar mejoras en el presente y planificar el futuro con criterio es una máxima para la Farmacia Hospitalaria. Por ello, durante el 65 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), que se está desarrollando de manera virtual del 20 al 22 de octubre, se han desgranado los avances alcanzados en la última década, se ha hecho una radiografía de la situación actual y se han planteado algunas cuestiones que deben desarrollarse de aquí a 2030.
Ha sido durante una mesa de debate celebrada este martes, moderada por María Queralt, directora del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Vall d'Hebron (Barcelona), en la que han participado María Sanjurjo, jefa del Servicio de Farmacia del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid); Olga Delgado, presidenta de la SEFH y jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Son Espases (Palma de Mallorca), y María Antonia Mangues, jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Sta Creu i Sant Pau (Barcelona).
Sanjurjo ha sido la encargada de hacer un análisis retrospectivo de la evolución de la Farmacia Hospitalaria en la última década. Entre los aspectos más destacados, asegura que se ha avanzado mucho en calidad, en sistema de calidad y en tecnología, pero pone el pero en la interoperabilidad: "Aquí debemos avanzar más".
Subraya además que "en esta última década se ha avanzado mucho en evidencia científica" y afirma que ahora hay que trabajar para conseguir extrapolar resultados en salud a la práctica clínica real para poder analizarlos. También aplaude todos los avances que se han hecho en seguridad. "Forma parte de nuestro ADN y debe seguir impregnando toda nuestra actividad", asegura Sanjurjo.
Junto a esto, asegura que hay que seguir apostando por cuestiones en las que, si bien se ha avanzado en esta década, deben consolidarse en la siguiente. Se refiere, entre otras, a la conciliación de medicamentos, la presencia del farmacéutico en los distintos servicios del hospital, la atención farmacéutica, la telefarmacia, la farmacogenética y la investigación.
Áreas de trabajo
Tras Sanjurjo, intervino Delgado para analizar cómo se está trabajando ahora y qué cuestiones del presente deben, a su juicio, conformar la apuesta profesional del futuro. En un primer lugar, asegura que hay que seguir trabajando en las seis áreas en los que se viene haciendo hasta ahora: la gestión de los medicamentos, la medicina basada en la evidencia, la seguridad, la optimización de los tratamientos individualizados, la docencia y la investigación. Sin embargo, plantea añadir un séptimo área de trabajo: la cooperación. "Considero que es importante incluirla, tanto a nivel nacional como internacional", apunta.
En cuanto a aquellas cuestiones por la que hay que apostar de cara el futuro, Delgado destaca, en primer lugar el nuevo perfil profesional. Señala que las nuevas generaciones de profesionales no solo están más preparados, sino que cuentan con mayor preparación y saben que el futuro está en conseguir la integración en los equipos multidisciplinares. "Prohibido estar sentados delante del ordenador. Nuestro sitio de trabajo está en las unidades clínicas", destaca.
A esto suma que, si bien en los últimos años se ha conseguido consolidar el rol del farmacéutico de hospital, ahora toca ganar en presencia: "Hemos tenido un crecimiento cualitativo y que cada vez estemos más integrados en los distintos servicios, pero empezamos una etapa de crecimiento cuantitativo. Hemos demostrado lo que podemos aportar; ahora debemos crecer en número y ser más visibles".
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Su segunda apuesta para consolidar lo logrado hasta ahora gira en torno a la nueva relación con el paciente. Afirma que es preciso avanzar en una relación bilateral, activa, con trabajo estandarizado y con más participación del paciente en su proceso y en su propia historia clínica. Para ello, considera que es esencial que se habiliten "nuevos sistemas digitales" que faciliten la interacción farmacéutico-paciente.
Como tercera apuesta, señala que es necesario impulsar la utilización efectiva de las tecnologías; ya que muchas herramientas digitales no se están explotando para sacar de ellas más partido en lo asistencial.
La "triple meta"
La última ponente intervenir ha sido Mangues, quien señala que el farmacéutico de hospital debe trabajar alineado con la que ha denominado la "triple meta" con la que trabajan los sistemas sanitarios: salud de la población, experiencia del cuidado y coste per cápita. "Poner en práctica esta triple meta no nos permitirá seguir trabajando en islas, sino integrados, invirtiendo en prevención y promoción de la salud", explica.
Sobre las cuestiones en las que se debe incidir en la próxima década para lograr un desarrollo efectivo de la profesión señala, entre otras, la prevención de los problemas de salud con medicamentos, la medicina personalizada de precisión, la investigación y lograr un papel más activo y comprometido del paciente. También asegura que hay que seguir avanzando en salud digital: "Nos da acceso a una gran cantidad de información, nos permite gestionar el conocimiento y compartirlo y llegar a más profesionales".
En cuanto la gestión de los equipos, subraya que hay que apostar por el "autoliderazgo" y por el "liderazgo horizontal". Y añade: "Debemos crear entornos de confianza, corresponsabilizándonos y complementándonos".
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