“A través de la farmacia comunitaria se puede agilizar la atención a los pacientes en consulta de síntomas menores y en trámites relativos a la receta electrónica, evitando que acudan a los centros de salud y minimizar así el riesgo de contagios [por coronavirus]. Proponemos la transformación digital del sistema navarro de salud y aprovechar la cercanía de las farmacias al paciente para coordinar la actuación de otros profesionales sanitarios y facilitar las consultas no presenciales, en estos momentos críticos de la pandemia”. Ésta es la propuesta que ha lanzado Elena Jiménez, presidenta de la Asociación de Empresarios Farmacéuticos de Navarra (EFAN), durante su comparecencia de este viernes ante la Comisión de Sanidad del Parlamento navarro. En la sesión en la que participó Jiménez estuvo también presente Eduardo Satué, presidente de Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) en Aragón, La Rioja y Navarra.
Durante su intervención, Jiménez ha desgranado posibles actuaciones y competencias que podrían desarrollar las farmacias para facilitar la atención a los pacientes, evitando riesgos de contagio en centros de salud y hospitales. “Los farmacéuticos comunitarios pueden tratar síntomas menores a través de protocolos consensuados como Indica Pro de Sefac. Estos protocolos establecen criterios consensuados con sociedades científicas médicas de Atención Primaria y de otras especialidades como Medicina Interna, Urgencias y Emergencias y Neumología, con el propósito de contribuir a la mejora continua de la actuación del farmacéutico comunitario en el manejo de síntomas menores, y marcando indicadores que señalan la necesidad de derivar el paciente al médico de Atención Primaria en pacientes con situaciones de riesgo”.
Solucionar deficiencias administrativas
También ha propuesto que en las farmacias se puedan resolver deficiencias administrativas de las recetas que prescriban los médicos sin tener que ir al centro de salud a por una nueva, gracias a la coordinación digital con el médico de familia. Además, ha indicado que la farmacia podría informar sobre desabastecimientos a los médicos en tiempo real para que puedan adaptar las medicaciones.
Junto a esto, desde EFAN han apuntado que la farmacia participa en el control de parámetros clínicos registrando las constantes del paciente en cuanto a su presión arterial, peso, oxígeno en sangre, glucosa, y otras que pueden compartirse con los centros de salud a fin de mejorar su seguimiento. Asimismo, han señalado que los farmacéuticos comunitarios pueden mejorar la adherencia a los tratamientos a través de la atención farmacéutica domiciliaria y podrían dispensar también ciertos medicamentos de ámbito hospitalario, evitando largos desplazamientos en el medio rural o de personas impedidas y ancianos a los hospitales.
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Además, EFAN ha destacado que, a nivel nacional, la profesión farmacéutica se ha unido en la iniciativa de apoyar a la Atención Primaria en la realización de test rápidos de la covid-19, hacer rastreos y vacunar de la gripe en las farmacias, basándose siempre en los principios de coordinación y calidad del servicio.
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