Este año se han ofertado 412 plazas para matrona, una de las especialidades enfermeras más demandadas. Según Pilar Giner, tutora de las residentes de matrona en el Hospital General Universitario de Alicante (HGUA), la especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica se estructura en dos años, en los que se alternan la teoría y la práctica. El objetivo es ofrecer al residente una formación lo más completa posible en el cuidado de la mujer en sus distintas fases de salud sexual y reproductiva, desde la menarquia hasta la menopausia. Por ello, no sólo rotan por Obstetricia y Ginecología, sino también por Neonatos, Urgencias, consultas externas, etc.
Características y habilidades del residente
Para Patricia Ibáñez, tutora en el General de Alicante, “han de ser personas mentalizadas para trabajar en un equipo multidisciplinar y dispuestas a estar al día en las últimas publicaciones científicas, con ganas de aprender, con habilidades de comunicación, pensamiento crítico y razonamiento clínico”.
También deben saber utilizar la evidencia científica para defender sus razonamientos y confiar en su intuición para la práctica clínica y el cuidado, además de “responsables, comprometidas con el trabajo y proactivas”. Según Ibáñez, es fundamental que “sepan valorar el privilegio de acompañar a la mujer y su pareja en el nacimiento de su bebé y se den cuenta de que lo hagan quedará en la memoria de esas personas durante mucho tiempo” y ser capaces de conocerse a sí mismas y conscientes de cuándo es necesario darse un descanso, ya que “la residencia es muy exigente, hay muchas horas de guardias, clases, cursos, etc.”.
Para Naomi Moreno, R-1 de Matrona en el HGUA, “a la hora de elegir esta especialidad sería importante tener la capacidad de establecer una relación de confianza con las embarazadas y sus parejas. Deben sentir que estás con ellos en cada momento”. Además, es necesario tener la mente abierta y ser flexible, con el fin de individualizar los deseos de cada mujer, siempre desde el respeto mutuo. También requiere que seas una persona comunicativa, para poder explicarle a la mujer lo que va sucediendo en todas las etapas de su vida sexual y reproductiva.
“La empatía es otra de las características que se destacan en nuestra especialidad, ya que has de tener la capacidad de ponerte en el lugar de los demás para poder comprender mejor la forma en la que actúan. En general, debes ser una persona asertiva y cercana con la mujer”, apunta.
Qué se aprende
La tutora Giner señala que durante la residencia se aprende a ser un profesional seguro que, aunque trabaja en equipo, comienza a tener cierta autonomía y toma sus propias decisiones y también utiliza el conocimiento actualizado en su práctica clínica. Asimismo, “las residentes aprenden a tener una actitud adecuada; esto es, a estar motivadas y comprometidas con la práctica profesional, siendo respetuosas, sensibles y cuidadosas, especialmente con las mujeres y también con sus parejas”.
También “a tener una comunicación efectiva para poder trabajar junto con la mujer y ofrecerle opciones de cuidado para que pueda tomar sus propias decisiones de forma realista”.
Según Moreno, “consigues habilidades sociales, ya que la mujer requiere mucho apoyo por nuestra parte. Tienes que aprender a trabajar en equipo para conseguir que su experiencia sea la mejor posible”. En concreto, alguno de los procedimientos en los que consigues mayor destreza, “es la sutura perineal, aprender a leer un monitor cardiotocográfico, y lo más importante, habilidad para anticiparte cuando la situación requiere”.
Grado de dificultad para obtener una plaza
De las más de 1.600 plazas que se ofertaron el pasado año de EIR, alrededor de 400 correspondieron a la formación de matrona. No obstante, Patricia Ibáñez remarca que es la primera especialidad de EIR en acabarse, por su elevada demanda.
Perspectivas de salidas laborales y trabajo
La tutora Ibáñez considera que la salida laboral es generalmente buena, “dado que las residentes suelen tener trabajo cuando finalizan la formación postgraduada, si bien es cierto que estas opciones suelen ser temporales”.
Para Naomi Moreno, “al igual que la Enfermería generalista, la Obstétrico-Ginecológica posee su propio concurso-oposición y bolsa de trabajo. Es decir, si quieres tener un puesto de trabajo estable y seguro, debes presentarte a dicha prueba para lograr tu plaza fija. La verdad es que la mayoría de los residentes de matrona suelen ser contratados durante los primeros años para cubrir bajas laborales, veranos u otros contratos temporales”.
En cuanto a los ámbitos a los que poder dedicarte al finalizar, destacan el servicio de paritorio, la planta de maternidad, banco de leche, monitores, atención primaria o consultas externas, entre otros. También puedes optar por darte de alta como autónomo y atender consultas a domicilio, partos en casa, seguimiento del embarazo, ayuda con la lactancia, etc. Son muchas las opciones que existen; sin embargo, “también está la posibilidad de seguir ejerciendo como enfermera generalista o incluso salir al extranjero para poder ejercer la especialidad de matrona de forma más estable”.
Recomendación para futuras residentes
Según la residente, “para empezar, se trata de la única especialidad de Enfermería reconocida legalmente a nivel nacional, es decir, posee su propia bolsa de trabajo y prueba de oposición para optar a una plaza fija. Consecuentemente, tendrás más posibilidades de conseguir un empleo en este campo”.
En el ámbito más emocional, es un trabajo muy agradecido: acompañar a la mujer durante uno de los días más importantes de su vida es muy gratificante y reconfortante. Constantemente te agradecen el apoyo brindado. Y no solo la acompañamos en este día, sino a lo largo de toda su vida. Uno de los aspectos más destacados es que es el único ámbito de la Enfermería en el que la mayor parte de tu tiempo de trabajo lo dedicas a algo positivo, es decir, a traer vida al mundo. En la inmensa mayoría de casos, es un suceso fisiológico, no patológico. Además, “cada día y cada mujer te hacen vivir una experiencia única e irrepetible, ya que cada una de ellas tiene su historia, y consiguen que aprendas algo nuevo, tanto a nivel emocional como práctico. Es un trabajo muy dinámico”, concluye Moreno.
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