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domingo, 6 de junio de 2021

"El intrusismo, las deudas y muchos problemas de la farmacia de hoy existían ya en el siglo XIX"

Profesión
carmentorrente
Dom, 06/06/2021 - 08:00
Publicación
Albarelos con águila bicéfala en azul cobalto, siglo XVII. Se encuentran en el Museo de cerámica del COF de Burgos. / "Ocho días de Octubre" (RANF).
Albarelos con águila bicéfala en azul cobalto, siglo XVII. Se encuentran en el Museo de cerámica del COF de Burgos. / "Ocho días de Octubre" (RANF).

La polémica en torno a las deudas y al intrusismo preocupaban ya a los farmacéuticos del siglo XIX, junto con otros problemas, como la limitación del número de farmacias, el plan de estudios o la situación de las farmacias municipales y militares. Así se refleja en las interesantes actas de la primera Asamblea de COF provinciales, reunida a instancias del COF de Badajoz y de Sevilla, entre los días 18 y 25 de octubre de 1899. Las sesiones eran nocturnas (a excepción del 22, que por ser domingo fue vespertina): comenzaban a las 21 horas y acababan al filo de la medianoche o de madrugada. Así se refleja en Ocho días de octubre. La fundación de la Organización Farmacéutica Colegial, por Cecilio Venegas Fito, presidente del COF de Badajoz y Carmen Recio Jaraba, directora del Gabinete de Presidencia del Consejo General de COF. Estos fueron los cimientos de la creación en 1915 de la Unión Farmacéutica Nacional, antecedente del Consejo General, como explica en el prólogo su presidente, Jesús Aguilar. 

Cecilio Venegas, doctor en Farmacia por la Universidad de Sevilla y miembro de la Academia Iberoamericana de Farmacia y a la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF), es un apasionado de la historia en general, y de la farmacia en particular. Fruto del confinamiento al que nos sometió la primera ola de pandemia, nace este libro, que empezó a gestarse años antes: "Cuando me nombran académico de la RANF tengo acceso a su biblioteca y a su archivo. Complementando estudios anteriores, vi que había una documentación muy interesante: el libro de las actas de esa primera reunión. A partir de ahí se me ocurre ver qué diferencias y semejanzas hay con los problemas actuales de los farmacéuticos", explica a este medio. 

Ya en 1899 los farmacéuticos piden incluir en el plan de estudios una cátedra de Bacteriología y la asignatura de Higiene pública

Venegas subraya que el espíritu común que comenzó a raíz de la colegiación obligatoria en 1898 nunca se ha roto: "Lo mismo que se ha intentado romper la unidad de España, los colegios catalanes nos han dado una lección de coherencia, viniendo a todas las reuniones del Consejo General de COF, sin dejar de ser catalanes. Han venido siempre a su agrupación nacional natural".

Orla de la Primera Asamblea de los Colegios Provinciales de Farmacéuticos, en 1899. / "Ocho días de Octubre" (RANF)
Orla de la Primera Asamblea de los Colegios Provinciales de Farmacéuticos, en 1899. / "Ocho días de Octubre" (RANF)

 

 

La primera visita institucional que realizaron varios compromisarios de la Asamblea, además del entonces presidente del Colegio de Madrid y los presidentes de las cuatro secciones correspondientes, fue al presidente del Consejo de Ministros, Francisco Silvela y de Le Vielleuze, y al ministro de la Gobernación, Eduardo Dato.

En el acta del segundo día en que se reunió la Asamblea, el 19 de octubre de 1899, entre otras cuestiones, se hacen tres peticiones referentes al plan de estudios de Farmacia, alguna premonitoria, muy ligada a la pandemia actual del SARS-CoV-2, como la necesidad de enseñar sobre higiene. En concreto, se solicita la inclusión en el plan de estudios de la asignatura de Higiene pública, "que se estudiará en la Facultad de Medicina, a semejanza de la de Análisis químico que estudian los alumnos de Medicina en la de Farmacia". Se pide también crear la cátedra de Bacteriología, que ya entonces implicaba dificultades económicas: "será explicada por un profesor auxiliar de la respectiva Facultad (de Farmacia), mientras el estado económico del país no permita la designación de un catedrático numerario", y la cátedra de Análisis Químico. 

Incluso ya hay en esta época un interés por la farmacovigilancia, al establecer que "se prohibirá la venta de todo remedio secreto, específico o preservativo de composición ignorada [...]", y una inquietud por inspeccionar la forma de publicitar los medicamentos.

Actas de la Primera Asamblea de COF provinciales, del 18 al 22 de octubre de 1899. /"Ocho días de Octubre" (RANF)
Actas de la Primera Asamblea de COF provinciales, del 18 al 22 de octubre de 1899. /"Ocho días de Octubre" (RANF)

Medicamentos gratis para la beneficencia

Venegas afirma que ya no hay intrusos como se entendía en el siglo XIX, pero sí deudas, ligadas entonces al suministro gratuito de medicamentos para la beneficencia, de cuyo pago posterior al farmacéutico se hacía cargo el Ayuntamiento, como ocurría en el caso de las farmacias municipales, las únicas que atendían a la beneficencia: "También había polémicas de cuáles eran. Había un padrón municipal de indigentes y se les prestaba asistencia gratuita, que es el germen del estado de bienestar que tenemos hoy, y ya se asienta en el siglo XIX", indica Venegas. "Es un logro social enorme: darle asistencia gratuita a personas que no lo podían pagar y que deriva del concepto de la caridad. En su traslación al estado laico se transforma en beneficencia".

Una de las primeras actuaciones de las asambleas de farmacéuticos en 1901 fue "abordar el establecimiento de farmacias municipales en diversas localidades" y "la polémica en torno a las farmacias militares, económicas y la falta de pago". En concreto, se pone como ejemplo a tres farmacéuticos de una localidad a los que se les debía "más de diez mil pesetas de servicio a la Beneficencia Municipal. A los médicos se les adeudaban tres mil".

En cuanto a las farmacias rurales, en el acta del día 24 de octubre de 1899 se habla ya también de los botiquines: "Los colegios provinciales de farmacéuticos podrán autorizar a los ayuntamientos de los pueblos en los que no haya farmacia a tener botiquines con los medicamentos indispensables para casos de urgencia. Dichos botiquines estarán, al igual que las farmacias, bajo la inspección de los Colegios respectivos".

Respecto al intrusismo, el acta del día 19 señala que los farmacéuticos acuerdan que la venta de aguas minero-medicinales y específicos quede reservada en absoluto a los farmacéuticos establecidos y que se derogue el real decreto de 12 de junio de 1894, "practicando las oportunas gestiones para que este acuerdo figure en las bases de la nueva ley de Sanidad".

A su vez, el acta del día 20 se centra en la reglamentación del comercio de la droguería y herboristería. "Interesa gravemente separar lo que es objeto de la industria, de lo que atañe a la medicina, para evitar las intrusiones que con tanta facilidad cometen impunemente los drogueros". Y se propone dividir el comercio de la droguería en dos tipos: las industriales, que sólo podrán vender artículos de uso industrial y que figuren en un catálogo hecho por el COF, y las medicinales, a cuyo frente debe haber un farmacéutico colegiado, donde se dispensarán productos farmacéuticos de uso exclusivamente medicinal.

A este respecto el presidente del COF de Badajoz matiza que "la intrusión siempre ha existido. Lo primero que tuvimos que hacer fue censarnos, para saber quiénes éramos a través de la colegiación (el decreto de colegiación obligatoria es de 1898) y poner esas barreras. A partir de ahí, trabajar. Esto se crea de abajo arriba, por los COF".

"Lo primero que tuvimos que hacer los farmacéuticos fue censarnos, para saber quiénes éramos, con el decreto de colegiación de 1898"

Si bien esta asamblea fue a iniciativa de los COF de Badajoz y de Sevilla, Venegas comenta que otros COF muy activos eran también los de Barcelona y de Castilla y León. De hecho, estos últimos ya habían tenido un protocolegio, con sede en Valladolid. "Luego, rascando hacia atrás, nos encontramos con los gremios", señala.

Polémica por las farmacias militares

Carmen Recio Jaraba, directora del Gabinete de Presidencia del Consejo General de COF, y Cecilio Venegas Fito, presidente del COF de Badajoz, autores del libro 'Ocho días de octubre. La fundación de la Organización Farmacéutica Colegial'.
Carmen Recio Jaraba, directora del Gabinete de Presidencia del Consejo General de COF, y Cecilio Venegas Fito, presidente del COF de Badajoz, autores del libro 'Ocho días de octubre. La fundación de la Organización Farmacéutica Colegial'.

Era una España en la que pesaba mucho la religión y el estamento militar, de tal modo que los militares ya tenían sus farmacias militares, consideradas como una especie de economato, más baratas y que terminaban atendiendo también a la población civil. "A los farmacéuticos establecidos les rechinaba esto mucho", puntualiza Venegas. En concreto, así refleja esta situación el acta del día 22 de octubre de 1899: "Demostrado y comprobado numerosísimas veces que los poseedores de las tarjetas que acreditan tener derecho al servicio de medicamentos por las farmacias militares transmiten aquéllas a cuantos se las demandan [...], esta Junta se permite rogar a V.E. se sustituyan dichas tarjetas por una libreta que se entregará a cada señor General, jefe u oficial que lo solicite, y en la que se irá anotando el importe y número de las recetas despachadas". A su vez, se considera de "legalidad muy dudosa" que dispensen a establecimientos penales.

También se acuerda que dichas farmacias se ubiquen en edificios propios y dependientes del Ministerio de la Guerra, en lugar de tener que pagar alquileres.

Adiós a ser oficio mecánico

Entre las primeras dificultades que tuvieron los farmacéuticos destaca la de ser considerados ejercientes de un oficio mecánico. "Esa huida del oficio mecánico fue una preocupación constante, para ponernos en la esfera profesional. Estos oficios eran en los que sufría el músculo, no el ánimo", aclara Venegas.

"El Protomedicato, al que se adscriben los farmacéuticos con los Reyes Católicos, era como el Ministerio de Sanidad de la época"

Aquí fue muy importante la labor de los Reyes Católicos, que posibilitaron la adscripción de los boticarios al Protomedicato. "Era como el Ministerio de Sanidad de la época, que ejercía el control de la legalidad del ejercicio. El farmacéutico pasa de elaborar con las manos a ser un profesional y a elaborar también con el ánimo", indica.

Pero el salto importante fue con Felipe IV, "cuando en 1650 le concede a la farmacia una carta de privilegios por la que la denomina arte científico en todo igual a la Medicina. Pero aún quedaba mucho por hacer, porque no entramos en la universidad hasta 1850. El siguiente escalón fue la colegiación, en 1898".

Las alcabalas, el IVA de entonces

Los farmacéuticos de finales del siglo XIX eran unos profesionales bastante empobrecidos: "Las armas de las que prácticamente disponía eran el servicio a la beneficencia y el pobre cobro de la titular, por lo que si era posible era necesario asegurar ambas". 

Aparte, en aquella época los farmacéuticos, a diferencia de otros ciudadanos, tenían que pagar impuestos. Y es que "los Reyes Católicos inventan una distinción que sigue vigente a día de hoy. En su día no había IVA, pero sí unos impuestos llamados alcabalas". En 1493 en Barcelona dan una pragmática por la que establecen que se paguen como el resto de alcabalas "las concesiones dulces, que son las que se le dan por deleite a enfermos y sanos (es decir, lo que es hoy la parafarmacia), pero que no lo paguen las concesiones amargas, que son las que se le dan a los dolientes". Es decir, sería como el IVA del 4% al medicamento y el del 18 y 21% en la parafarmacia.

"Los Reyes Católicos inventaron una distinción de impuestos que sigue vigente a día de hoy"

Los nobles y determinados oficios no los pagaban, pero sí los siervos y los oficios mecánicos, entre los que se encontraban los boticarios. "Ellos siempre quisieron participar en un tipo impositivo menor, no sólo por el ahorro, sino por la categoría social que le aba trabajar con materias que tenían una obligación fiscal distinta, porque ennoblecía el ejercicio".

Colegios divididos en gremios y cofradías

Entre los colegios pertenecientes a gremios, cuyo fin era exclusivamente profesional desde un principio, figuraban el de Barcelona en el siglo XIV, Valencia en 1283 y Mallorca en 1482. Entre los colegios fundados en el ámbito de las cofradías que posteriormente evolucionaron a entidades científico–profesionales, eran entidades: Zaragoza en 1391, Madrid en 1522 y Sevilla en 1625,que acogían a boticarios en exclusividad, junto a otras de carácter mixto, que agrupaban a farmacéuticos, médicos y cirujanos: Gerona, Calatayud, Huesca, Tarragona, Teruel, Tudela, Pamplona, Reus y Vic.

"Los farmacéuticos tenían que demostrar conocimientos de latín y limpieza de sangre"

"La partición entre Medicina y Farmacia tiene lugar en Salerno (Italia). En general, los colegios del Mediterráneo son muy activos, en la parte de la Corona de Aragón, que se basaba en los gremios, eran más laicos, mientras que en la Corona de Castilla había cofradías, eran más religiosos", comenta Venegas.

Atrás quedaron los tiempos en que había que demostrar conocimientos de latín y limpieza de sangre, además de superar los tres grados de aprendiz, oficial y maestro, "aunque la sanación en España ha ido siempre ligada al judaísmo. Incluso los médicos de la corte de los Reyes Católicos eran judíos", concreta Venegas.

Farmacéuticos restringidos a su municipio

Si la situación del farmacéutico rural de hoy en día no es ni mucho menos paradisíaca, hubo tiempos peores. Existían también farmacéuticos cuyo contrato con el Ayuntamiento no les permitía salir del municipio sin permiso del alcalde. 

Auxiliaban gratis a la corporación y no podían ausentarse del municipio sin permiso del alcalde

Este es el caso de un boticario, Jorge Camarasa Subirado, que era natural de Mahón y en 1889 aparece en un contrato suscrito con el Ayuntamiento de Oliva de Jerez (Badajoz) para regentar la oficina de farmacia. Entre otros deberes, estaba obligado a "auxiliar con sus consejos científicos a la Corporación municipal siempre que fuera preguntado, sin retribución alguna y sin que pueda ausentarse de la población sin permiso del alcalde presidente del Ayuntamiento". A colación de esta situación, Venegas recuerda el refrán de "médico viejo, cirujano joven y boticario cojo, para que estuviera siempre atendiendo en la farmacia".

Primer censo de farmacias, en 1901

'El Monitor de la Farmacia y la Terapéutica', una de las publicaciones especializadas de la época que se hizo eco de aquellas ocho sesiones de la Primera Asamblea de COF provinciales, en 1899. / "Ocho días de Octubre" (RANF)Piremra
'El Monitor de la Farmacia y la Terapéutica', una de las publicaciones especializadas de la época que se hizo eco de aquellas ocho sesiones de la Primera Asamblea de COF provinciales, en 1899. / "Ocho días de Octubre" (RANF)Piremra

La limitación del número de farmacias se aborda en la tercera sesión de la Asamblea, el 20 de octubre de 1899, donde se establece de cuántos habitantes constará cada partido farmacéutico (5.000 en capitales de provincia y poblaciones importantes). "En cuanto a los rurales, la distribución se hará por los colegios respectivos". También se establece que las plazas vacantes se cubrirán por concurso y cómo se baremará: "tiempo de ejercicio profesional, antigüedad del título y edad del profesor".

En 1901 se revela por primera vez el número de establecimientos farmacéuticos registrados en ese tiempo a nivel nacional. Se realiza un estudio considerado el prolegómeno del proceso de limitación de oficinas de farmacia.

El número de boticas establecidas era para toda España de 5.316, de las que sobraban 905 farmacias, según cálculos de la época. Se realiza un cálculo del número de farmacias que debían existir, a razón de 4.000 personas por cada una, resultando el número ideal de 4.404. "Observando la tabla, tenían déficit de personal Alicante, Almería, Canarias, Coruña, León, Málaga, Murcia, Orense, Pontevedra y Oviedo en número de 503. Pero, reuniendo las demás provincias, se tiene un exceso de 1.440 boticas para todo el conjunto del país".

España contaba en ese momento con 49  provincias, 9.484 Ayuntamientos y 475 partidos judiciales. La población total de España era de 18.616.630 habitantes

 

Cecilio Venegas, presidente del COF de Badajoz, es coautor de 'Ocho días de octubre', sobre la primera asamblea de COF provinciales en 1899. Off Carmen Torrente Villacampa Farmacia Comunitaria Política y Normativa Off

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