Farmacia Hermosa -que toma el nombre de su titular, Catalina Hermoso- está ubicada en Mancha Real, un pequeño pueblo de la serranía de Jaén. Con una superficie de venta de 200m2, cinco empleados y un diseño que rompe moldes, esta farmacia rural especializada en dermocosmética fue uno de los proyectos premiados en los International Store Design Awards de Nueva York en 2013.
Hermoso realizó la reforma en 2012. Entonces tenía la oficina de farmacia en un local de alquiler y compró una casa de pueblo justo al lado para hacer el traslado. Después de 10 años como titular explica a CF que tenía las ideas muy claras y que quería crear un espacio de salud y bienestar de referencia que transmitiese que el cliente-paciente es la razón de ser de su farmacia.
Cereza y hueso
En esta farmacia rural predominan los colores cereza y hueso que tanto le gustan a Hermoso, así como el cristal y la madera lacada y natural. También destaca que las cajas de cobro son albarelos, la presentación del producto se realiza en jardineras, tiene bancos de espera con un toque provenzal y, en la zona infantil que está alfombrada de césped artificial, hay una piscina de bolas para los más pequeños.
La entrada de la botica es parecida a la de un salón de belleza. “Hay dos columnas forradas de palo rojo con espejos, una de ellas con una fuente con agua, dan una bienvenida muy fresca y placentera. Además, una composición de baldas circulares preside todas la paredes de esta estancia y se ha diseñado un jardín exterior para el cultivo de plantas medicinales”, explica Carlos Aires, creador de la firma especializada en diseño creativo de espacios comerciales Marketing-Jazz.
La importancia de la luz
Según Hermoso, la luz es uno de los elementos más importantes del diseño, “ya que aporta calidez, realza algunos productos y da visibilidad a ciertas zonas”. De hecho, el patio fue reconvertido en una sala con techo en ajedrezado de palo rojo, donde la luz natural convive con la iluminación comercial, y la presentación del producto viene anunciada por albarelos de metacrilato y por espacios tester “que acercan el producto al cliente”, indica Aires.
Esta farmacia también cuenta con una cabina para ofrecer la máxima intimidad en atención personalizada, así como una planta arriba de 100 m2 para dar formación interna y externa. “Ahora fidelizamos más y trabajamos mucho mejor, con más espacio, en mostradores independientes y sin conversaciones cruzadas”, concluye la titular de Farmacia Hermosa.
Una cruz de 6 metros de alto
La fachada de Farmacia Hermosa ocupa 12 metros lineales y tiene una cruz de 6 metros de altura por otros tanto de ancho. “Está hecha de 64 albarelos de metacrilato retroiluminados, cada uno con un mensaje distinto”, señala Carlos Aires, de la firma de diseño creativo de espacios comerciales Marketing-Jazz.
Para Hermoso, "el cliente-paciente tiene que sentir que trabajamos para darle profesionalidad, seguridad y confianza. De hecho, antes de acometer la reforma, tenía muy claro cuáles eran mis necesidades y las del cliente, y también conocía las posibilidades de crecimiento de la botica y del mercado”, concluye la titular.
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