Siempre se habla de la solidaridad de las grandes organizaciones humanitarias que emprenden proyectos para atender a colectivos vulnerables en países que bien están en guerra, sufren desastres naturales o bien la pobreza afecta a una gran parte de su población.
Sin embargo, hay una solidaridad más próxima, más tangible y que puede brotar de personas tan cercanas como los farmacéuticos, que conocen las necesidades de las personas del barrio o del pueblo en el que están y que tienen un contacto continuo con sus vecinos.
En un pueblo de Murcia
Mercedes González Torneo trabaja en la Farmacia El Carril, en Archena, Murcia, y desde que forma parte de FarmaSolidaria su compromiso por ayudar a quienes más lo necesitan de su entorno no hace más que crecer. "Una vez que empiezas, esto engancha", reconoce ante CF. Tanto es así que ya han activado tres iniciativas solidarias a cual con más éxito.
El primer proyecto que escogieron en la farmacia fue uno impulsado por Cáritas que apoya a familias desestructuradas o con dificultades económicas. Según cuenta, con lo recaudado -se propusieron 300 euros y consiguieron más de 3.000- se han pagado becas de comedor, pagar recibos de la luz, ayudas para el alquiler... "Son familias que por la covid han perdido el trabajo, han tenido que cerrar sus negocios o están en ERTE, un ERTE que llega tarde o que no cubre las necesidades básica... O también personas que por otras circunstancias tienen dificultades para llegar a fin de mes", relata.
Para el segundo proyecto, también de Cáritas, consiguieron 400 euros destinados a la formación de empleo y economía doméstica para personas en paro. "Con esto hemos ayudado a la gestión de la economía doméstica, por ejemplo, cómo rentabilizar la lista de la compra, que cuando estás pasando una necesidad ayuda mucho".
El tercero estaba destinado a cubrir las necesidades básicas de familias relacionadas con la adquisición de comida, medicamentos, libros para niños... "En este caso quisimos recaudar 200 euros y lo superamos", cuenta ilusionada.
No conformes con lo realizado, ahora están volcados con otra iniciativa abanderada por la entidad Jesus Abandonado de Murcia, que, como cuenta González Tornero, tiene pisos de acogida para mujeres maltratadas, apoya la rehabilitación de drogodependientes, ayuda a indigentes, asegura dos comidas al día a niños... "Hace 15 días, la cola para para recibir estas ayudas en Jesus Abandonado daba la vuelta a la manzana, esto no se había visto nunca", lamenta. El objetivo en este caso: llegar a 500 euros, con la que se podría dar dos comidas al día a 400 personas durante dos o tres meses.
Esta farmacéutica concluye con un mensaje que también transmite a las personas que van a su botica: "Con pequeñas aportaciones se pueden hacer cosas grandes por los más cercanos y que poner nombre y apellidos a las personas a las que ayudas, aunque no las conozcas, aumenta la empatía y la solidaridad".
De Madrid al cielo
El protagonista de FarmaSolidaria también es Francisco Javier Cuesta Torrado, que trabaja en una farmacia en el barrio de La Fortuna, en Leganés (Madrid). En este caso, también han escogido a Caritas para volcarse en ellos y la recaudación que obtengan de la donación de sus usuarios irá destinada a ofrecer desayunos a niños pertenecientes a familias de escasos recursos económicos. Para esto, el tope de la donación se ha puesto en 350 euros en dos meses, aunque han decidido ampliar el tiempo de recaudación.
La experiencia vivida ha evidenciado la generosidad de sus vecinos que están siendo muy receptivos a hacer donaciones y, además, cantidades importantes para personas que incluso también tienen una situación complicada: "Nos ha sorprendido que incluso gente sin trabajo, que lo están pasando mal y le cuesta llegar a fin de mes contribuyen de forma muy solidaria y nosotros, incluso, les tenemos que decir que no den tanto dinero".
También en la farmacia de Cuesta Torrado, todo el equipo está involucrado en este compromiso con quienes están pasando por dificultades. "Todo el equipo hace la pregunta de rigor: Nos estamos volcando para ayudar a las personas del barrio. ¿Nos ayudas?"
Historias solidarias de Getxo
María Hormaechea, que trabaja en la farmacia Neguri, en Guetxo (Bilbao), confiesa a CF que formar parte de Farmasolidaria y contribuir en diversas causas humanitarias le ha permitido "estar más unida al barrio" y supone "una inyección de ilusión al trabajo del día a día". Y es que, el hecho de que sean "tan fácil de hacer", dice, y ver que con ello "ayudas a proyectos reales y tan cercanos", invita a participar.
La recaudación conseguida en esta botica ha ido a parar a la asociación sin ánimo de lucro DalecandELA, cuyo fin es recaudar fondos para la investigación en la lucha contra la ELA y apoyar a quienes la padecen así como hacer visible esta enfermedad. En este caso, la donación de 950 euros ha servido para comprar una silla de ruedas a un paciente con ELA.
Motivados por la buena acogida que tuvo esta primera iniciativa, Hormaechea se lanzó a cumplir un segundo reto solidario: conseguir 390 euros en tres meses para costear una tarjeta que Cáritas da a familias con dificultades económicas. Con esos 390 euros se podía sufragar durante tres meses (130 euros por mes) la manutención de una familia de cuatro miembros (los padres y dos hijos). "Antes de lo esperado llegamos a esa cantidad y la hemos superado, hasta los 520 euros, por lo que hemos ampliado el proyecto un mes mas".
Para los próximos meses ya han encontrado la entidad con la que van a colaborar, que es la Fundación Fidias para la integración y el desarrollo interpersonal a través de las artes. Así, los vecinos que colaboren con esta farmacia van a hacer posible que diez chicos entre 12 y 18 años "en situación de desventaja educativa, con falta de motivación ante su futuro académico y laboral y con carencia de una interiorización adecuada de normas y límites y que, a menudo, proceden de familias disfuncionales" puedan ir a un campamento de verano para desarrollar habilidades artísticas en un entorno de naturaleza. "Este campamento busca ser una experiencia artística y pedagógica en un ambiente lleno de arte, creatividad y naturaleza. Este espacio proporciona una oportunidad educativa para crecer y sensibilizar a nuestros participantes hacia la creatividad y las artes", exponen desde la fundación. Como explica la farmacéutica, quieren recaudar 650 euros, con los que se pagará el transporte de los chavales y el material que van a necesitar.
Hormaechea reconoce que al principio cuando se unieron a FarmaSolidaria costaba contarlo a los clientes, pero "la gente lo ha recibido muy bien" y ya se hace de forma natural.
Off Gema Suárez Mellado Off
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