Sanidad quiere retomar las medidas para reducir la recirculación y reespecialización de los residentes. Si el decreto de reforma del sistema MIR para la aprobación de nuevas especialidades y áreas de capacitación específica (ACE) sigue adelante en los términos propuestos, los candidatos que renuncien a las plazas de formación para repetir el examen tendrán que esperar unos años para volver a presentarse.
Concretamente, los residentes recirculantes (esto es, los que no han terminado ninguna especialidad) tendrían que esperar 5 años, mientras que los reespecialistas tendrían que esperar 7. La norma no limitaría per se que un candidato repita el examen las veces que quiera, sino que intenta disuadir a los candidatos de que elijan plaza y luego renuncien a ella, dejando la formación a medias.
La media de renuncias en los 5 últimos años de los residentes de primer año en todas las titulaciones está en el 2,2%
Según ha informado el Ministerio de Sanidad a DM, la media de renuncias en los 5 últimos años de los residentes de primer año en todas las titulaciones está en el 2,2%, siendo en la convocatoria de 2019/2020 un 2,8%. Actualmente los profesionales cuestionan que el nuevo sistema telemático de elección de plazas pueda generar muchas vacantes por renuncias de candidatos insatisfechos con sus plazas, si bien este decreto se aplicaría a convocatorias posteriores.
Concretamente, el proyecto de decreto indica que los aspirantes que no tomen posesión de su plaza una vez elegida o bien abandonen su residencia dos veces en un periodo de cinco años, "solo podrán participar en una nueva prueba selectiva una vez concluidos los procesos selectivos correspondientes a las cuatro convocatorias anuales posteriores a la última en la que se le adjudicó plaza".
Si se trata de alguien con una especialidad que ha conseguido elegir otra plaza [Sanidad ha admitido que hay una errata en el proyecto, pues habla de "aspirante en otra especialidad"] pero renuncia, sólo podrá participar de nuevo una vez cerrados los procesos selectivos correspondientes a las seis convocatorias anuales posteriores en la que consiguió plaza.
No es la primera vez en la historia reciente que el ministerio trata de evitar la recirculación. En el antiguo decreto de troncalidad el sistema se basaba en establecer un cupo para la reespecialización basado en las especialidades deficitarias. Globalmente este cupo supondría un máximo de un 2% de las plazas a nivel global y de un 10% de la oferta por autonomías. Sin embargo, como el Tribunal Supremo anuló dicho decreto, nunca se llegó a poner en marcha esta medida.
Familia e Interna, las especialidades con más recirculantes
Independientemente de las renuncias, la inmensa mayoría de las plazas MIR son elegidas por nuevos aspirantes, según datos oficiales de Sanidad. De hecho, el número de plazas adjudicadas a recirculantes y reespecialistas MIR ha ido disminuyendo de las 482 plazas en la convocatoria de 2015/2016 a las 317 de la convocatoria de 2018/2019.
En la convocatoria MIR 2018 y 2019, el 5% de las plazas fueron ocupadas por estos aspirantes. Aunque la proporción es muy parecida, suele haber más reespecialistas que MIR recirculantes. La mayoría provienen de Medicina de Familia (569 en los últimos 4 años), siguiéndole a bastante distancia Medicina Interna (126 en los últimos 4 años).
Habitualmente, los residentes que no están satisfechos con la especialidad elegida deben renunciar a su plaza para presentarse al examen de nuevo. Legalmente, el Real Decreto 183/2008 regula en su artículo 31 la posibilidad de cambiar de especialidad sin pasar por el examen de nuevo por una sola vez, con los siguientes requisitos: tiene que ser en el mismo centro o comunidad autónoma, debe existir plaza acreditada vacante, la petición tiene que ser en los dos primeros años de formación y el número de orden le hubiera permitido acceder, en dicha convocatoria, a plaza de la nueva especialidad.
En el proyecto de real decreto de nuevas especialidades y ACE, el Ministerio mantiene esta posibilidad, añadiendo que el solicitante no debe tener una evaluación negativa por insuficiente aprendizaje en el último periodo de formación cursado. Por otra parte, abriría la puerta a que este cambio excepcional se pudiera pedir más allá del segundo año en el caso de que la solicitud de cambio de especialidad se deba a una incapacidad laboral sobrevenida durante la residencia que impida seguir cursando la especialidad adjudicada pero que permita cursar la especialidad a la que pretende cambiar".
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