La renuncia a una plaza MIR es siempre una noticia para el sistema, pues implica una vacante formativa que ya no se puede recuperar. Y más si se trata de una especialidad deficitaria en personal y con muchas jubilaciones en el horizonte, como Medicina de Familia. Según datos de las unidades docentes de Medicina de Familia recopilados por Jorge Lema, Jefe de Estudios de la Unidad Docente de Atención Familiar y Comunitaria de Cuenca y coordinador de la cuenta de Twitter @de_mirilla, ya han renunciado 60 MIR, el equivalente un 2,56% de las 2.338 plazas convocadas y adjudicadas.
En la distribución por por autonomías, Castilla y León (con 12 renuncias de 178 MIR, un 6,74%), Cataluña (19 de 358, un 5.75%), Castilla-La Mancha (4 de 91, un 4,4%) y Extremadura (4 de 94, un 4,25%), son las más afectadas.
Lema pone el acento en las provincias más afectadas: Segovia (25%), Zamora (21,43%), Soria (13,3%) Girona (10%), Teruel (7,69%), Guadalajara (7,14%), Badajoz (7,02%) y Lleida (6,25%). "Son en muchos casos de la España vaciada. Los sitios pequeños son habitualmente los últimos que se escogen. Son 60 plazas, pero no están desperdigadas: hay sitios donde el porcentaje es muy importante y en esas provincias es precisamente donde más falta hacen médicos de Familia".
Ni el autor ni la Comisión Nacional de Familia, según ha podido saber DM, tienen datos concretos acerca de lo que ha ocurrido en años anteriores, si bien Lema señala que "la impresión otros años es que las renuncias eran muy contadas y que este año son muchas más", cuestión que achaca al sistema de adjudicación electrónica, que no permitía elegir en directo la plaza, sino que obligaba a los candidatos a enviar una lista horas antes de su turno.
Hay que tener en cuenta que, según información del Ministerio de Sanidad, Medicina de Familia está entre las especialidades médicas con más recirculación, aunque sin precisar si son MIR que han dejado su formación a medias o reespecialistas (habitualmente las cifras son muy similares, si bien en los dos últimos años han aumentado los reespecialistas).
Sólo teniendo en cuenta a aquellos que han conseguido plaza, en los últimos años 830 candidatos que eran médicos de Familia ya formados o en proceso, buscaron otra oportunidad en el MIR. Concretamente, fueron 133 en la convocatoria de 2020 y 128 en 2021; frente a los 196 de la convocatoria de 2015-2016.
Lema apunta que, por su experiencia, "no es habitual que abandonen dejando la formación a medias; sí es más frecuente que después de hacer Medicina de Familia hagan otra especialidad". Augura que las renuncias de Familia, aunque le faltan datos de algunas unidades docentes, no aumentarán en número de forma importante, también por la exigencia personal que supone para muchos haberse marchado de sus ciudades de origen para incorporarse a su plaza.
Además, "una cosa que nos ha sorprendido a los jefes de estudios, nos ha sorprendido que en esta generación vienen especialmente motivados para hacer Familia, a pesar de cómo han elegido plaza".
Semfyc reclama los datos
Semfyc ha solicitado que se publiquen datos específicos por especialidad sobre el número de renuncias su disgregado por años de residencia, pues no son públicos. Globalmente, según indicó Sanidad a DM, la media de renuncias en los 5 últimos años de los residentes de primer año en todas las titulaciones está en el 2,2%, siendo en la convocatoria de 2019/2020 un 2,8%
La Semfyc ha señalado al respecto que, aunque pueda parecer un dato poco significativo, "el abandono de plazas formativas de futuros especialistas en Medicina siempre debe preocupar, más por el hecho de hallarnos con un claro déficit de especialistas que a, día de hoy, ya afecta la calidad profesional y asistencial. Adicionalmente, cabe señalar que Castilla y León y Cataluña se encuentran entre las autonomías con una comunidad médica en ejercicio con una tasa de envejecimiento por encima de la media española, según datos de la Organización Médica Colegial en su Observatorio sobre Demografía Médica".
La sociedad señala que las renuncias "se producen en provincias con un alto componente de ruralidad (Segovia, Zamora, Soria o Girona) y en algunas de ellas con una significativa tasa de envejecimiento de profesionales que se hallan en la recta final de su ejercicio (Girona, Barcelona, Soria o Zamora)".
"Esto desemboca en una situación dramática: la pronta jubilación de especialistas, sin reemplazo natural, lo que puede acabar significando el cierre de consultorios y la reducción de servicios por parte de la Administración, al verse sin capacidad para dotarlos de recursos humanos".
A la preocupación por las renuncias la Semfyc la inquietud por la marcha de profesionales a otros países. "Existe un riesgo veraz de caer en una situación de sequía profesional, porque a las renuncias hay que añadir la marcha de profesionales a otros países. Las Administraciones han subsanado esta problemática permitiendo el ejercicio en plazas de Medicina Familiar y Comunitaria de graduados sin especialidad (con lo que eso supone de reducción de la calidad asistencial y riesgo para los pacientes) o mediante la incorporación de batas blancas procedentes de otros países. La verdadera solución debe pasar por retener el talento y estimular la elección de la especialidad".
El peor ritmo de adjudicación en la última década
Sobre las causas, Semfyc señala que la precarización de la especialidad, las ofertas a no especialistas, su falta de presencia en el grado y la invisibilización de la atención primaria contribuyen a esta situación.
Lema señala que al desprestigio de la especialidad se le suma otro problema que dificulta este recambio generacional: la falta de tutores. "Sería estupendo aumentar el número de plazas pero no tenemos gente que los forme; no todo el que entra en el centro quiere tener residentes. Los centros docentes suelen ser los centros en capitales de provincia y soportan una presión asistencial tremenda, aunque quieran impartir docencia, con listas de 50-60 pacientes, es imposible".
Como informó DM, el ritmo en esta elección MIR 2021 ha sido el más lento de la década. De los aspirantes con número de orden hasta el 6.000, habían elegido esta especialidad 563, lo que supone un descenso del 13,4% sobre las 692 elecciones de la convocatoria 2019-2020, pero además este dato representa el registro más bajo de la última década: en 2019, a la altura del número 6.000, se habían asignado 873 plazas de Medicina de Familia; 925 en 2018, 942 en 2017, 1.008 en 2016, 950 en 2015, 1.011 en 2014, 882 en 2013, 532 en 2012 y 702 en 2011.
Además de mejorar las condiciones de trabajo de los especialistas y revalorizar la especialidad desde la Universidad, Semfyc insta al Gobierno a crear un proceso de selección de plazas MIR "que contemple mecanismos de incentivación (económicos y profesionales) para aquellas plazas estratégicas de difícil cobertura, asociadas a las especialidades más numerosas".
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