Una crisis como la ocurrida a raíz de la pandemia debe aprovecharse para impulsar cambios estructurales en el sector sanitario, incluyendo el ámbito de la tecnología sanitaria. Esta es una de las principales conclusiones que han expuesto los expertos reunidos hoy por Fenin y Esade en el Encuentro del Sector de la Tecnología Sanitaria. El evento, titulado Lecciones aprendidas en la crisis de la covid-19, se ha celebrado coincidiendo con la Semana Europea de la Tecnología Sanitaria (MedTech Week), que tiene lugar del 12 al 16 de octubre.
Así, según Fernando Bandrés, presidente de la Fundación Tecnología y Salud, es preciso “un cambio cultural: la tecnología debe generar valor añadido. No podemos generar nuevo conocimiento sin tecnología, pero también debemos hablar de tecnoética”, ha afirmado en referencia a riesgos como la sobreutilización de la tecnología y la medicina defensiva.
Sumar conocimiento
En este punto ha ahondado Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin, a cuyo juicio es necesario que “la crisis sea una oportunidad para un cambio de verdad. Sumar conocimiento, experiencia y capacidades de un sector que además es un motor económico”.
Por ello, ha anunciado que Fenin quiere “crear un grupo de empresas tractoras para apoyar a los emprendedores, que se han esforzado mucho durante la pandemia, y colaborar en el proceso de reconstrucción de nuestro sector”.
También el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19 de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, ha coincidido en la necesidad de “sacar provecho de lo que ha pasado, de lo que se ha conseguido” durante esta pandemia en la que los hospitales, “históricamente considerados muy rígidos, han sido capaces de cambiar la organización, la casuística, la estructura… Han roto esquemas de un día para otro, con un giro mental de los profesionales”.
En su opinión, el principal cambio vino del paso de “la medicina basada en la evidencia a la medicina basada en la urgencia”, que forzó “la autonomía de gestión y la organización de abajo arriba.
Prevención
Más crítico se ha mostrado Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), que ha hablado de “lecciones no del todo aprendidas”, especialmente en lo que respecta a las medidas preventivas, cuya efectividad “depende de su correcta aplicación: no deben improvisarse, ni llegar tarde, ni aplicarse parcialmente, no dirigirse a grupos específicos, no deben cambiar continuamente ni contradecirse, no priorizara grupos esenciales, ni adoptarse en función de los recursos disponibles”.
El problema, según Ortí, reside en la “paradoja preventiva: cuando todo va bien, no se invierte. Cuando va mal, ya es tarde”. Por ello, también aboga por “pensar en cambios estructurales. Sobre todo, enfocados a cómo enfrentarnos a pandemias, transmisibles o no”.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3nVFosL
No hay comentarios:
Publicar un comentario