Pionero en su ámbito. así es el sello de calidad creado por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) para acreditar la excelencia en la atención que ofrecen las unidades de pacientes externos. Bajo el nombre de Q-PEX y presentado la semana pasada durante la celebración del 65 Congreso Nacional de la sociedad científica, esta norma busca gestionar la excelencia y fijar estándares para acreditarla.
El pilotaje de esta norma se ha llevado a cabo en dos hospitales: el Hospital Universitario Virgen de Valme (Sevilla) y el Hospital General Universitario de Castellón. En el centro sevillano, una de las personas que más de cerca ha seguido su desarrollo ha sido Ramón Morillo, farmacéutico de hospital y coordinador dentro de la SEFH del Mapa estratégico de atención farmacéutica al paciente externo (Mapex). “Este sello de calidad es la condensación de cinco años de trabajo en el Mapex. A finales de 2014 arrancamos el proyecto y todo lo que hemos trabajado en diferentes ámbitos y perspectivas se condensa en esta norma”, señala.
Por su parte, dentro del hospital castellonense, Raúl Ferrando, jefe del Servicio de Farmacia, ha sido uno de los responsables de su pilotaje. Según explica, se trata de una norma pionera porque en el grupo de trabajo que se ha encargado de elaborarla, “tras una revisión documental, se vio que no había nada parecido”; y se decidió llevarla a cabo para permitir la evaluación de las unidades de pacientes externos y optimizar la calidad de la atención.
118 requisitos
Este sello recoge 118 requisitos divididos en ocho áreas: contexto, liderazgo, planificación, gestión de los recursos, atención al paciente externo en la farmacia hospitalaria, investigación, evaluación del desempeño y mejora continua. “Esta norma te permite hacer una autoevaluación, una especie de check list, y conocer tu situación. Te da una fotografía muy clara de hacia dónde debes ir”, afirma Ferrando.
Este sello también recoge diferentes niveles de certificación: fija unos requisitos de obligado cumplimiento y, una vez alcanzados, permite optar a una certificación básica, media o avanzada. “Se establecen unas condiciones mínimas que deben cumplirse y, a partir de ahí, puede solicitarse. Más allá de fijar condiciones estrictas, lo que se ha buscado es que los requisitos y la propia certificación sean accesibles y una motivación de mejora para todos los servicios de Farmacia. Además, son requisitos que inciden directamente en los resultados en salud y que permitirán una mayor integración de los farmacéuticos dentro de los equipos multidisciplinares”, subraya Morillo.
El objetivo de los pilotajes en estos dos hospitales, según detalla Ferrando, ha sido el de comprobar que la norma era aplicable a la labor diaria. “Hemos querido conocer qué faltaba, qué sobraba y comprobar que los requisitos se ajustaban a la realidad clínica. Nuestro objetivo final era corroborar que se trataba de una herramienta útil, práctica y de calidad”.
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Ferrando también explica de un modo sencillo los pasos que deben seguir los servicios de Farmacia que quieran optar a esta acreditación. “El proceso para obtener el sello es el siguiente: te autoevalúas, conoces en qué estado estás, cambias lo necesario para alcanzar los requisitos básicos, solicitas la auditoría para que se te certifique, y a medida que vas mejorando, pides que se te vuelva a auditar para ir avanzando hacia un nivel superior”.
Y es que, en una de las cuestiones en las que tanto Ferrando como Morillo hacen especial hincapié es en que este sello de calidad busca, ante todo, la mejora continua. “Con esto, lo que buscamos es impulsar que siempre se esté avanzando. Este sello busca un enfoque en el que prime, no sólo que somos expertos en el medicamento, sino también en la relación del paciente con su farmacoterapia dentro de un enfoque multidimensional”, expone Morillo.
Ejemplo práctico
Un caso práctico de esta intención de impulsar el progreso lo muestra Ferrando, poniendo como ejemplo el pilotaje que se hizo en su hospital: “Nosotros nos autoevaluamos, vimos qué carencias teníamos, qué requisitos necesitábamos cambiar y en dos meses los modificamos. Es una herramienta que te permite conocerte y ver qué medidas son las que te hacen falta para mejorar”.
Tal es el grado de compromiso de este sello con la gestión continuada de la excelencia que, a los tres años de su obtención, precisa de una recertificación para poder mantenerlo.
Los responsables de la confección de esta norma de calidad también son conscientes de que existen diferencias entre los distintos servicios de Farmacia. Por este motivo, tal y como explica el coordinador del Mapex, este sello no busca unificar sino “homogeneizar la atención” que prestan las unidades de pacientes externos.
Además, el hecho de que se haya apostado por crear una norma dirigida a la atención que recibe este tipo de pacientes responde en buena medida, según indica Ferrando, a que son un colectivo “muy grande, que implica una gran carga de trabajo y que va a seguir aumentando”.
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