A medida que el hemisferio norte entra en invierno, los casos de covid empiezan a acelerarse; con el aumento de los casos, también lo hace el número de personas que necesitan camas en hospitales y cuidados intensivos, señaló ayer en rueda de prensa Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Sé que hay fatiga, pero el virus ha demostrado que cuando bajamos la guardia, puede regresar a una velocidad vertiginosa”, recordó el día en que se ha sabido que Europa es la región del mundo donde más rápido avanza el coronavirus.
Ayer, la OMS comunicó que los casos de covid-19 alcanzaron los 39,9 millones, después de que se registraran 338.000 en las 24 horas previas, mientras que el número de fallecidos asciende ya a 1,1 millones.
Rusia es el país de Europa, con el mayor número de casos, 1,4 millones, mientras que España podría superar el millón de positivos en las próximas jornadas, en tanto que en Francia ya se sitúa en los 867.000.
Por eso, el máximo responsable de la OMS advirtió que “cuando se alcanza y se supera la capacidad hospitalaria, es una situación muy difícil y peligrosa tanto para los pacientes como para el personal sanitario”. “Por tanto, es importante que todos los gobiernos se centren en los aspectos fundamentales que ayudan a romper las cadenas de transmisión y salvar vidas y medios de subsistencia”.
Para ello, Tedros ve esencial realizar una búsqueda activa de casos, aislar todos los casos y poner en cuarentena a los contactos, así como garantizar una buena atención clínica, apoyar y proteger a los trabajadores de la salud y proteger a los vulnerables.
En relación a la búsqueda de casos y la cuarentena de los contactos, el director ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, ha reflexionado sobre el buen hacer en ese sentido de la región de Asia-Pacífico, la primera del mundo en la que se detectaron casos de covid-19 y ahora la menos afectada. El experto considera que logró controlar la pandemia, porque no se relajó cuando los contagios descendieron.
"Muchos otros países dibujaron una línea de llegada imaginaria y cuando llegaron a ella frenaron sus actividades de prevención, mientras que los de Asia las continuaron éstas", ha dicho Ryan durante la rueda de prensa.
Aunque cada país de Asia-Pacífico ha seguido distintas estrategias, para este experto todas han tenido puntos en común, entre ellos, "la ventaja de que su opinión pública confía más en su Gobierno y cumple mejor y a más largo plazo las medidas que les han pedido".
Citando los ejemplos de Corea del Sur, Japón, China, Taiwán, Singapur o Australia, Ryan también afirmó que todos han centrado su estrategia en la detección de casos y la cuarentena de contactos, a los que "no sólo se les mandó a casa sino que se les dio apoyo en forma de alojamiento, alimentación o servicios de ayuda".
"Si me pidieran como experto de salud pública que ordenara una cosa para mejorar la situación, sería tomar medidas para garantizar que cada contacto de un caso confirmado está en cuarentena el tiempo necesario, algo que no está ocurriendo sistemáticamente en los países que ahora sufren una fuerte alza de casos", ha recalcado.
Programa de investigación en vacunas
"El invierno se acerca, y con ello unos meses que van a ser duros", concluyó Tedros, quien también recomendó a las redes sanitarias que garanticen su suministro de oxígeno, dexametasona y otras herramientas para el tratamiento de los casos más graves.
El director general agregó que son ya 184 los países que se han unido a la plataforma COVAX para financiar la investigación de vacunas contra la covid-19 y garantizar que éstas sean distribuidas en todo el mundo.
Ecuador y Uruguay, relató, han sido las últimas incorporaciones a esta iniciativa, que aún no cuenta con el apoyo de países como Rusia ni Estados Unidos, destacados en la investigación de posibles vacunas.
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