La enfermera María José Lloria es la responsable de impulsar la Atención Primaria (AP) en la Comunidad Valenciana. Su nombramiento, a finales de septiembre, como comisionada de Atención Primaria y Comunitaria del Sistema Valenciano de Salud servirá para abordar el estudio de las mejoras necesarias en el primer nivel asistencial.
Lloria es directora de Enfermería de AP del departamento de Salud Valencia-La Fe desde 2014. Se diplomó en enfermería en 1983 y es especialista en Radiología y Electrología por la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia. También cuenta estudios de Psicología y es socia de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC).
-PREGUNTA: Con su nombramiento, la Comunidad Valenciana se convierte en la primera autonomía que decide, en plena pandemia, iniciar la reforma del primer nivel asistencial. ¿Qué retos se ha marcado en el nuevo cargo?
-RESPUESTA: Hace tiempo que la AP necesita repensarse y replantearse cuál es su papel y hacia dónde deben dirigirse sus esfuerzos. La realidad ante la que nos encontramos es que los equipos de primaria son muy variados en función de las diferentes circunstancias inherentes a cada uno de ellos. Para mí, el reto fundamental es trabajar en encontrar la manera de conseguir que mejore la salud de la población que depende de cada uno de esos equipos.
-P: ¿Qué puede aportar una enfermera en el impulso de la AP en Valencia?
-R: No estoy aquí solo como enfermera, sino como profesional de la Atención Primaria con muchos años de experiencia en distintos ámbitos. La AP se basa en el trabajo en equipo, por lo que creo que todos los profesionales que trabajan en ella tienen mucho que aportar sean sanitarios o no, lo que pretendo es escuchar a todos ellos.
-P: ¿Qué mejoras necesita el primer nivel y por qué? ¿Qué se ha demostrado ineficaz e ineficiente y qué precisa adaptaciones importantes?
-R: Desde que estoy trabajando en este ámbito asistencial me he planteado en muchas ocasiones cuál ha sido el impacto de pasar de un modelo tradicional al modelo de atención primaria actual, así como los cambios que nuestro trabajo ha provocado en la salud de la población. Distintas publicaciones ponen de manifiesto la dificultad para evaluar de forma clara estos resultados. Pienso, como dicen algunos autores, que es necesario reorientar el modelo hacia la promoción de hábitos saludables, educación para la salud, fomento del autocuidado y desmedicalización de la vida cotidiana.
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-P: ¿Qué competencias debería recuperar el nivel?
-R: Más que recuperar yo diría desarrollar. Es importante lograr un equilibrio entre las actividades curativas y preventivas con la mirada puesta en las prácticas de valor, como dice Michael Porter [profesor de Harvard Business School]. En definitiva dejar de hacer para poder hacer.
-P: ¿Qué se ha aprendido durante la pandemia que no se debería repetir en AP?
-R: Que un virus puede parar el mundo; que el trabajo que se realiza en AP es mucho menos visible para la población que el que se realiza en el ámbito hospitalario; que hay una gran carga burocrática que recae en diferentes profesionales, pero sobre todo en los médicos, y que debería poder resolverse de otra manera. La evaluación no es sencilla y no existen antecedentes para comparar. No obstante, con todos los problemas de afrontar algo desconocido, la AP se ha comportado de una manera flexible y ha podido en la primera fase contener el colapso hospitalario y en esta segunda fase está demostrando con resultados el control de la pandemia. Todo es mejorable, pero el trabajo de los profesionales de AP ha sido extraordinario.
-P: Usted será la encargada de elaborar el Plan de transformación e innovación de la Atención Primaria y Comunitaria para su posterior implantación. ¿Cuándo cree que se podrá implantar? ¿Contará con la opinión de otros sanitarios para su elaboración?
-R: La Conselleria no ha dejado de trabajar en el modelo para la transformación de la AP. Poner fechas en este momento no es tan sencillo, dada la situación actual en la que estamos inmersos todavía. Mi labor es impulsar la elaboración de ese plan y, para ello, pretendo contar con la opinión de todos aquellos a los que este proyecto implica: ciudadanos y profesionales.
-P: ¿Cree que su plan podrá ayudar a cambiar el modelo actual de SNS, que se caracteriza por una inercia asistencialista, medicalizada y hospitalcentrista?
-R: Este es un plan de todos los actores que participan en el proyecto. El plan pretende implantar las medidas de modernización y organización de la asistencia que nos permitan afrontar el futuro, el cual demanda nuevas maneras de relacionarse con los pacientes, apostando por un nuevo modelo. La AP después de la covid-19, no debe ser solamente el resultado de solucionar viejos problemas.
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