El Sindicato Médico de Extremadura (SIMEX) ha solicitado al Servicio Extremeño de Salud (SES) que investigue la vacunación de personal sanitario que no tiene contacto con pacientes covid-19 sin haber concluido antes la de los profesionales de primera línea.
Hasta el domingo 17 de enero, Extremadura había puesto la primera dosis de la vacuna a 8.400 sanitarios de un teórico grupo de 20.000 profesionales, incluyendo clínicas privadas y personal no sanitario que trabajan en hospitales y centros de salud.
La Administración ha reconocido que "además de vacunar a la primera línea, según se iba concluyendo esa vacunación en hospitales y centros de salud, se ha ido vacunando al resto de profesionales de hospitales y centros de salud también expuestos, aunque no fueran de UCI, Urgencias o plantas covid, ya que contábamos con una regularidad en la entrega de las dosis", según fuentes de la Consejería de Sanidad extremeña.
No obstante, con el recorte de viales entregados por Pfizer, Extremadura, entre otras comunidades, se ha visto obligada dedicar las vacunas disponibles para asegurar la segunda dosis en residencias (que es el primer grupo de la estrategia), y "al menos esta semana, hasta que se recupere la normalidad en el suministro tendremos que ser más estrictos en la consideración de "primera línea" para la vacunación a sanitarios".
Este lunes 18 de enero, Simex mandó una carta al Gerente del SES, en la cual se le pedía explicaciones por el retraso en la vacunación al personal médico de los hospitales y centros de salud de Extremadura.
"El Simex ha recibido numerosas quejas de médicos que comunican que durante la pasada semana se vacunó a trabajadores sin relación directa con la asistencia a pacientes con covid-19", apunta el sindicato. Ante esta situación, el sindicato médico ha pedido al Consejero de Sanidad que investigue los hechos y se deriven responsabilidades.
Según la estrategia de vacunación, los médicos y el resto de sanitarios que atienden a paciente con patología covid-19 tendrían que ser los primeros en ser vacunados después de las residencias geriátricas.
El sindicato médico defiende que el recorte de dosis enviadas por Pfizer obliga a considerar el principio de priorización que establece el protocolo del Ministerio de Sanidad, en aras a los “principios de beneficio social y reciprocidad”.
Concretamente, la estrategia de vacunación establece que "si es necesario se priorizará la vacunación en los profesionales a partir de 50 años de edad o con condiciones de alto riesgo que trabajan en áreas covid-19 y los que trabajan en atención primaria”.
Por otra parte, Simex denuncia la desigualdad entre el ámbito de los hospitales y atención primaria, "porque prácticamente no se ha empezado, salvo en determinados centros de salud" y, sin embargo, "son los profesionales que atienden en primer lugar, junto a las diferentes urgencias, a pacientes sospechosos y pacientes confirmados de Covid-19, contactos, e incluso a pacientes asintomáticos portadores de virus".
Hay que recordar, además, que a partir de diciembre las consultas presenciales se incrementaron: "Todo esto unido a la altísima tasa de incidencia acumulada de casos covid-19 en nuestra comunidad, hace que los profesionales de atención primaria estén sobreexpuestos al contagio", argumentan.
Como medidas coadyuvantes a la situación actual, "demandamos se reduzcan las consultas de atención primaria al mínimo posible –en las actuales circunstancias epidemiológicas-, se establezcan puntos de pruebas PCR y antígenos fuera de los centros de salud y se cierren los puntos de atención continuada que estén atendidos por personal sin vacunar".
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