En las últimas décadas, brotes como el del ébola o el Zika presionaron tanto a la comunidad científica como a la propia industria farmacéutica para que desarrollaran tratamientos y vacunas para los afectados. Sin embargo, la carrera contrarreloj que ha marcado la propagación de la Covid-19 por todo el mundo no tiene precedentes. La cifra actual, según la OMS, de más de dos millones de personas fallecidas a causa de esta enfermedad y los más de 96 millones de infectados por el coronavirus SARS-CoV-2, ponen de manifiesto la importancia de lograr la inmunización.
Dos referentes en el campo de la investigación, Mariano Esteban, investigador del Laboratorio de Poxvirus y Vacunas del Centro Nacional de Biotecnología y Denise Naniche, directora científica del Instituto de Salud Global de Barcelona, han defendido la seguridad de las vacunas durante un encuentro digital enmarcado dentro del ciclo Debates de Vanguardia organizados por Fundación La Caixa.
Durante el diálogo, moderado por el director del Área de Salud de Unidad Editorial, Miguel G. Corral, ambos expertos han recordado que para evitar contagios será necesario que mucha gente se vacune, señalando el horizonte de un 70% de la población inmunizada como punto de partida hacia la nueva normalidad.
Mariano Esteban, uno de los directores del proyecto de vacuna del CSIC contra el coronavirus (la más avanzada de producción española), ha explicado que la clave de este acelerón a la hora de desarrollar vacunas ha sido “una potente financiación, la tecnología y el ponerse de acuerdo con las autoridades reguladoras para aprobar los ensayos clínicos”.
Seguras y necesarias
Ambos también han recordado que las vacunas que se están administrando en España han pasado todas las pruebas reglamentarias y que se han testado en “mucha más gente de la habitual antes de iniciar el proceso de vacunación actual”, en concreto, en cerca de 45.000 personas.
El científico ha subrayado que no vacunarse es “inconcebible desde el punto de vista científico y humano”. Además, ha expresado incredulidad ante el recelo de un sector de la población afirmando que “no vacunarse significa que el próximo puede ser tú o alguien de tu entorno”.
Esteban ha usado como ejemplo la investigación que está realizando actualmente, una vacuna ya ha sido testada con éxito en ratones (demostrando una protección del cien por cien) y que ya prepara un ensayo clínico en fase 1. “Nuestro equipo demuestra las diferencias entre inmunizar o no a un ratón susceptible al coronavirus. Si no está vacunado, a los seis días el animal muere, mientras que, si se le inmuniza previamente, queda totalmente protegido”, ha sentenciado el experto.
"Las vacunas actuales tienen una eficacia del 90 o 95%, que es altísima, sobre todo si lo comparamos con la vacuna de la gripe, que protege en torno a un 50 o 60% de los vacunados", ha añadido el investigador. Naniche, por su parte, ha señalado que puede entender las reticencias, pero hay que mentalizarse de que “si queremos volver a la vida normal, el único camino es la vacunación”. Además, ha señalado que incluso en la circunstancia de no ser población de riesgo, “a nuestro alrededor tenemos personas vulnerables”.
Vacunas y cepas diferentes
Actualmente se están administrando las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna y luego llegarán otras como la de AstraZeneca y la de Janssen. No son iguales desde el punto de vista molecular e inmunológico. "Tenemos que ver hasta qué punto cumplen con su misión y si es necesario complementar la acción de una con otra. Al ser vacunas de ARNm, de vectores de virus, de vectores inactivados o de proteínas, cada una tiene su peculiaridad”, ha asegurado Esteban.
Además, el investigador ha subrayado que se sigue avanzando en más modelos de vacunas, no sólo para perfeccionar los resultados sino para ir adaptándose en caso de aparecer nuevas mutaciones. "Es un virus ARN que, por naturaleza, aunque es bastante estable, sigue introduciendo mutaciones y estamos viendo que algunas le confieren más ventaja desde el punto de vista de la diseminación”, ha explicado Esteban. Es decir, al aumentar la facilidad de transmisión, se vuelve más contagioso.
Cuestión de geopolítica
Sin embargo, esta colaboración sin precedentes no está exenta de desigualdades. “Los países con más potencial económico son los que están administrando las vacunas a la población. Por lo que la OMS y la Fundación Bill y Melinda Gates, están tratando de capitalizar y conseguir recursos económicos para comprar vacunas que serán repartidas en los países más pobres”, ha destacado el investigador del Centro Nacional de Biotecnología.
Opinión que comparte la directora científica del Instituto de Salud Global de Barcelona, quien además ha pedido evitar el acaparamiento de vacunas que algunos países están haciendo. “Si queremos realmente acabar con esta fase pandémica, necesitamos tener una visión global, si hay países sin acceso a la vacuna, siempre tendremos brotes debido a la reintroducción del virus, además de un aumento de variantes y nuevas cepas”, ha denunciado Naniche.
Convivencia entre vacunados y no vacunados
De momento, las personas vacunadas conviven en un entorno en el que la mayoría no lo está, por lo que tendrán que seguir tomando precauciones como el uso de la mascarilla y las medidas de distanciamiento. Según ha asegurado el investigador del Centro Nacional de Biotecnología, se tendrán que seguir tomando medidas como el confinamiento y las restricciones en los locales mientras no se alcance la cifra del 70% de la población inmunizada.
“Nos tenemos que acostumbrar porque el virus lo vamos a tener con nosotros todo este año, el año que viene y no sé cuánto tiempo más. Quizás se quede de forma crónica en la población porque no sabemos cuál es su hospedador o cuántos hospedadores animales existen que puedan transmitir también el virus. Desconocemos aún muchas cosas”, ha recalcado Esteban.
Imaginando un panorama futuro en el que se supere ese 70% de población inmunizada, los expertos han estimado que el mundo ha cambiado lo suficiente como para que algunas medidas sigan vigentes, sobre todo en los transportes. “Nos lo van a exigir. Vamos a tener una serie de protocolos como los que estamos viendo en China”, ha concluido Esteban. En concreto, en ese país, tras la detección de unos pocos casos positivos del coronavirus SARS-CoV-2, se ha puesto en cuarentena a más de 22 millones de personas, que han sido confinadas en sus domicilios.
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