Hacer una entrevista previa, después una exploración, a continuación una recomendación o una derivación al médico si fuera preciso y terminar con un seguimiento. Estos son los pasos que se deben seguir en la farmacia para atender a un paciente oncológico, según Eva Rodríguez Hortelano, del Departamento Científico de Microcaya, que participó el miércoles, 27 de enero, en una charla on line organizada por Hydroskin Oncology para profesionales y cuya recaudación de las inscripciones se destinará el próximo 4 de febrero, Día Mundial Contra el Cáncer, al Hospital San Joan de Deu, de Barcelona, para la investigación.
En la entrevista se recogen los datos más relevantes del paciente; tampoco hay que entrar en muchos detalles, puesto que "a veces hay información muy técnica que los propios paciente tienen dificultad para transmitir, sobre todo las personas mayores, o puede darse el caso de que sea el cuidador el que acuda a la farmacia y no tenga todos los detalles de la información facilitada en las consultas", matizó Montserrat Abanades, especialista en cuidados de la piel y cofundadora de Hydroskin Oncology.
Por tanto, según ambas expertas, además de los datos personales básicos, la información que el farmacéutico puede registrar es el tipo de cáncer que sufre, el tratamiento que lleva y la fase en la que se encuentra de esa terapia, futuros pasos terapéuticos que va a seguir y si tiene efectos secundarios y cuáles le preocupan más.
"También sería interesante preguntar en esta entrevista por el historial ginecológico, en el caso de ser una mujer, los hábitos de vida, el estado nutricional (sobre todo estar pendiente de las variaciones de peso superiores al 10%) y los parámetros bioquímios, afecciones dermatológicas diagnosticadas, si usa cosméticos y qué cuidado habituales sigue, cómo y con qué productos, y qué le preocupa y cómo nota su piel".
En este punto Abanades dice que cada farmacéutico tiene que ver en qué punto está el paciente y priorizar sus actuaciones, en función también de los efectos secundarios que sufre. Lo que está claro es que es importante que informe sobre ellos para que esté alerta, eso sí, sin atropellarle, no se puede hablar de todos a la vez ni proporcionar información excesiva. Como ella dice, hay que dar "la información correcta, pautada y pausada".
En el paso de la exploración, entra en juego el uso del dermoanalizador con el que se pueden ver distintos parámetros fundamentales para estos pacientes, la hidratación de la piel y el sebo. Y es que los tratamientos antitumorales que reciben tienen muchos efectos sobre la piel y la mucosa provocando deshidratación.
En este sentido, con el dermoanalizadro Dermoanalizador MDS 1000, de Microcaya, con la sonda de hidratación se puede medir en tan solo un segundo los niveles. Como ha especificado a CF, Rodríguez Hortelano, tanto la hidratación como el sebo se miden en unidades en el modelo mencionado. "Este dermoanalizador devuelve las medidas en estas unidades y se encuentran en una escala entre 0 y 99. Estas unidades se corresponden con las obtenidas en equipos científicos, pero en una escala más limitada. Así, unos valores superiores a 60 unidades aseguran que el órgano funcione adecuadamente. Cuando están entre 30 y 60 se considera que la piel está deshidratada, pero que su función primordial que es la de proteger de ataques de diversa índole, no se verá afectada. Mientras que cuando los valores son menores de 30, la función barrera de la piel se puede ver comprometida".
La experta comenta a este medio que la hidratación "es un parámetro que está íntimamente ligado con el sebo". "Aunque a priori parecen antagonistas, la presencia del sebo entre valores de 40 y 70 unidades, asegura que la piel sea capaz de retener el agua y evita la pérdida de agua transepidérmica en exceso. Los lípidos fijan el agua en el estrato córneo de la piel, restauran la función barrera y ayudan al equilibrio de la microbiota de la piel", argumenta. Según las tablas que manejan en Microcaya, una piel está seca Seca cuando los valores son inferiores a 40 unidades en zona T y cuero cabelludo; menor de 15, en cabello; menor de 30, en mejillas, párpados y sienes; menor de 20, en zona pectoral, cuello, escote y espalda, y menor de 5, en brazos, codos, manos y piernas.
Juan Manuel Martín, cofundador de Hydroskin Oncology, destacó que la utilidad de este dispositivo es tal que puede ayudar a detectar un problemas incluso antes de que el paciente note los síntomas más evidentes de la sequedad de la piel, como es el picor, y de esta manera prevenir su aparición.
La portavoz de Microcaya recordó que para hacer mediciones correctamente, la paciente tiene que acudir con la piel limpia y seca dos horas antes de la prueba y sin haberse aplicado ningún cosmético.
Asimismo, aconsejó que los farmacéuticos realicen fotos de zonas donde hay rojeces o alguna afección leve para en el seguimiento y con fotos a posteriori pueda comprobar las mejoras o posibles empeoramientos.
Respecto a las recomendaciones que puede hacer el profesional, la experta señaló que existe una serie de tips, muchos relacionados con las mascarillas y geles hidroalcohólicos, que pueden ayudar en estos consejos. Entre ellos destacó los siguientes:
- Para la sensibilidad cutánea, común en el paciente oncológico, se debe recomendar que la temperatura del agua al lavarse el rostro sea de 30 grados.
- Para las pieles irritadas es muy recomendable el formato espuma de los productos.
- Prevenir de la humedad que se acumula debajo de las mascarillas. Así, es bueno que se sequen la zona usando pañuelos de papel desechables.
- Para evitar roces de las mascarillas en pieles que son más sensibles se aconseja usar mascarillas de distintos tipos para que los puntos de apoyo sean diferentes.
- Si aparecen ulceraciones por las mascarillas utilizar apósitos es lo recomendable y para prevenir aplicar vaselina en las zonas de posibles roces.
- Algunos pacientes pueden tener reacciones muy pruriginosas por el uso de las mascarillas, por lo que se les puede indicar que, al llegar al casa, se apliquen agua termal que tengan previamente guardada en la nevera pues alivia mucho.
- En el caso de tener grietas o eccemas en las manos que pueden verse agravadas por los geles hidroalcohólicos es bueno indicar que el paciente lleve guantes de plástico para que por ejemplo se los ponga antes de entrar en tiendas donde sea obligatorio su aplicación antes de entrar en el establecimiento. A la salida esos guantes se pueden tirar.
- Es bueno recordar que tengan especial vigilancia de la limpieza de toallas, fundas de almohadas y mascarillas por la proliferación de hongos.
Rodríguez Hortelano no se olvidó de los consejos básicos, fundamentales para el paciente con cáncer en el cuidado de la piel, como son la higiene, con jabones syndet, no perfumados y específicos; la hidratación, con emolientes e hidratantes y por la noche jugar con texturas y cremas más calmantes y antipruriginosas; y la fotoprotección, con FPS altos.
Como apuntó Abanades, el farmacéutico también tiene que tener en cuenta que estos pacientes pueden su sufrir sequedad de las mucosas, lo que en las mujeres implica sequedad vaginal, que se puede prevenir y aliviar gracias al consejo farmacéutico, y otros efectos secundarios de los tratamientos frente al cáncer, como el cansancio. Sobre este último punto, puede indicar que realice ejercicio físico porque "disminuye ese cansancio incluso puede llegar a eliminarlo y beneficia en la adherencia al tratamiento", afirmó.
En cuanto a la derivaciones, indicó que se debe remitir al médico cuando después de dos meses de tratamiento no hay mejorías, cuando hay bastantes lesiones aunque sean de carácter moderado y sobre todo si son graves.
En esta labor de acompañamiento al paciente con cáncer, "que no supone el alejamiento del paciente de los otros profesionales sanitarios que le están atendiendo", Abanades hizo hincapié en invitar a la persona a que vuelva a la farmacia para seguir viéndole y hacerle un seguimiento, con el fin de prevenir posibles efectos secundarios de los tratamientos y mejorar su calidad de vida.
Cuestiones de forma
Más allá del contenido de la intervención farmacéutica, la cofundadora de Hydroskin Oncology dijo que tiene que haber una puesta en escena del servicio. "El paciente con cáncer tiene que ver que esa farmacia está especializada en la atención al paciente oncológico. Tiene que haber visuales y elementos de comunicación que inviten al paciente a que si quiere puede hablar de su problema con su farmacéutico". En este sentido hay varios recursos, como las chapas de las batas o carteles que digan "Te acompañamos en tu tratamiento oncológico. Pregúntanos" o utilizar imágenes de personas con las que se puedan sentir identificados y se sientan cómodos y genere un espacio para la consulta.
También es adecuado hacer campañas sobre cáncer para ayudar e informar a los supervivientes y a los cuidadores y también de prevención, insistiendo en los hábitos de vida saludables y en las pruebas de cribado que actualmente existen y tienen eficacia científica y contribuyen a la detección precoz de la enfermedad.
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