El comercio electrónico es un sector que está claramente en alza. Las reticencias que muchos consumidores podían tener se han ido diluyendo a medida que veían cómo esta opción ganaba en seguridad, confianza y rapidez para dar servicio. Ahora no es extraño comprarse un libro, unos zapatos o encargar una comida a través de plataformas digitales diversas.
La farmacia parece que es el próximo gran objeto de deseo de este modelo de negocio en España. Sin ir más lejos, a principios de este mismo año se daba a conocer una iniciativa piloto, Telefarmacia App, que pretendía entregar medicamentos a domicilio en León capital y provincia a través de Correos, algo que finalmente no se desarrolló. “Apareció publicidad de esta iniciativa y eso motivó que desde el Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla y León nos pusiéramos en contacto con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) y con Correos porque entendíamos que no había ni la necesidad ni era oportuno este tipo de iniciativas, cuando ni siquiera la población lo había demandado”, explica Javier Herradón, presidente del consejo autonómico.
¿Más accesibilidad?
En este tipo de nuevas plataformas se juega con la baza de la accesibilidad, pero desde diferentes colegios de farmacia se avisa de que no es oro todo lo que reluce. “Es cierto que algunas de estas plataformas pueden aportar cierta accesibilidad o comodidad al usuario, pero seguimos defendiendo, como hemos dicho siempre, que uno de los valores más importantes de la red de farmacias de nuestro país es su capilaridad y proximidad a los usuarios. Sólo tienen que cruzar una puerta para obtener el consejo de un profesional altamente formado como es el farmacéutico”, explica Marta Gento, farmacéutica comunitaria y vicetesorera del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona.
‘Telefarmacia App’ nació como un proyecto piloto que quería entregar medicamentos a domicilio en León a través de Correos
Herradón incide en señalar que el modelo actual de farmacia en España hace que este tipo de plataformas electrónicas no tengan mucho sentido. “La red de farmacias tiene un gran capilaridad y cercanía, contando con un sistema excelente de distribución de los medicamentos. Este tipo de aplicaciones, además, tampoco van a aportar gran cosa a los pacientes, ya que en la actualidad el precio de los medicamentos es algo que está intervenido”.
Dificultades legislativas en España
Herradón señala también que actualmente la legislación española no deja cabida al desarrollo de este tipo de plataformas. “Sería necesario un cambio legislativo, pero que no tengo claro que sea algo que realmente acabase siendo beneficioso, sino al contrario. El modelo español de farmacia tiene muchas ventajas, sobre todo en el entorno rural donde muchas veces el único profesional sanitario que hay es el farmacéutico. Estas nuevas aplicaciones lo que van a conseguir es destruir, precisamente, a esa farmacia rural y luego tendremos el problema de ver si esa población envejecida que se mantiene en estos entornos es luego capaz de pedir sus medicamentos a través de una aplicación móvil”, explica Herradón, con quien coincide Gento: “Evidentemente, la farmacia rural se verá mucho más afectada por estas aplicaciones que la de las grandes ciudades”.
Uno de los grandes obstáculos que los expertos señalan a la hora de desarrollar estas aplicaciones electrónicas es el de garantizar la seguridad del uso de los medicamentos por parte de la población, como afirma Gento. “Es evidente que, si la dispensación no se acompaña de un consejo profesional, el paciente puede tener dudas sobre el uso seguro de los medicamentos. También habría que añadir que, aunque muchas veces se cree que un producto que no requiere receta no tiene afectaciones sobre la salud, es un concepto muy erróneo”.
Javier Herradón: “Para las personas con problemas de movilidad sería necesario desarrollar un tipo de dispensación especial”
Herradón señala que no sólo es una cuestión de un adecuado uso del fármaco: “Un medicamento no es un bien de consumo -argumenta-. El medicamento tiene unas condiciones de seguridad y estabilidad que son muy importantes y que se logran mantener gracias a la actual cadena de distribución cuyo último eslabón antes de llegar al paciente es, precisamente, el farmacéutico. Esta es una cadena muy importante que se debe mantener para garantizar esta seguridad y que en caso de romperse o introducir elementos ajenos, como puede ser un repartidor sin conocimientos, podría traer consecuencias”.
Uno de los argumentos que muchas veces se emplea para intentar justificar el desarrollo de este tipo de aplicaciones es el de favorecer el acceso de aquellas personas que tienen algún grado de dependencia o problemas de movilidad que les impide o dificulta acceder a las farmacias. “Para este tipo de pacientes sí que sería necesario desarrollar algún tipo de dispensación especial, pero solo para ellos. Algo a lo que nos hemos ofrecido en la comunidad de Castilla y León ha sido la entrega y dispensación de medicamentos de uso hospitalario en coordinación con los hospitales. Yo creo que ese es un proyecto que sí tendríamos que abordar y que puede ser el mejor sistema para que pacientes, sobre todo en la zona rural y que tienen que ir al hospital a por su medicación, lo reciban en su oficina de farmacia junto con el resto de medicación ambulatoria. Creo que este es el mejor sistema”, explica Herradón.
Soluciones de emergencia
En este sentido, al principio del estado de alarma como consecuencia de la pandemia de la covid-19, que obligó a un confinamiento estricto, fue necesario explorar soluciones de emergencia. “De manera muy excepcional hubo un circuito de voluntarios que acercaron la medicación a las personas vulnerables que no podían salir de casa por su situación o patologías. Como alternativas, se puede considerar que las plataformas de consulta virtual de telefarmacia son una opción, aunque cada vez es más evidente que la tecnología es una realidad y muy cómoda para ciertas cosas, pero carece de la proximidad que necesita el canal salud”, comenta Gento.
Esta opinión es compartida por el presidente del Consejo de COF de Castilla y León, quien insiste en que en la actualidad los pacientes no sólo quieren recibir la atención que necesitan, sino también sentirse atendidos. “Y eso lo hace el farmacéutico. Con estas aplicaciones quien acabaría perdiendo sería el sistema de salud, ya que son más frías y carecen del importante trato personal del farmacéutico. Hemos demostrado durante los momentos más difíciles de la pandemia que siempre estuvimos abiertos, consiguiendo llevar sus medicamentos a gente que estaba desesperada. La consulta telemática como algo excepcional puede ser válida, pero el trato directo del farmacéutico, que te conoce y sabe quien eres, es algo que tiene un valor incalculable”.
Marta Gento: “Uno de los valores más importantes de la red de farmacias es su capilaridad y proximidad a los usuarios”
Lo cierto es que la pandemia motivó que muchas personas se decidieran a dar el salto al uso de las plataformas digitales. La reticencia que muchos tenían para adquirir productos o servicios se tuvo que superar. “Durante los meses más duros de la pandemia la gente compró más por internet porque la mayoría de las tiendas no esenciales tuvieron que cerrar. Pero, como servicio esencial, las farmacias permanecimos abiertas en todo momento y esto la población lo ha valorado, transmitiéndonos su confianza y apoyo y acudiendo a las oficinas de farmacia en busca de consejo sanitario”, explica la portavoz del COF de Barcelona. Igualmente, reconoce que la crisis de la covid-19 ha hecho que una parte de la sociedad se haya familiarizado más con el comerció electrónico. “A pesar de ello, la pandemia también ha puesto de manifiesto que la gente valora de forma muy especial el trabajo y la cercanía de los farmacéuticos, que hemos continuado siempre a su lado, incluso en los meses más duros del confinamiento. Esa proximidad y presencialidad que caracteriza a nuestra profesión no se puede perder y es un valor diferencial”.
“No es lo mismo hablar por teléfono o hacerlo a través de una pantalla que el trato directo que ofrece un farmacéutico. Precisamente, muchas de las quejas que recibimos ahora en nuestras farmacias son de pacientes que no pueden acudir a ver en persona a sus médicos, que no les acaba de convencer el sistema de teleasistencia telefónica para todo”, comenta Herradón, para quien, sin duda, potenciar este tipo de plataformas sólo conllevaría un deterioro del sistema de salud y una pérdida de derechos para los usuarios, con repercusiones directas en su estado de salud.
Precisamente, con el título Plataformas de comercio electrónico. Repercusión en el sector farmacéutico, se va a celebrar una mesa redonda en Infarma Virtual 2021, en la que van a participar Lucía Arroyo, farmacéutica comunitaria en Oviedo; Ignacio De Pinedo Palomero, cofundador y CEO de ISDI, y Jorge Vázquez Valcuende, vocal electo de Industria del Consejo General de COF.
¿Puede llegar Amazon Pharmacy a España?
Uno de los principales gigantes a nivel mundial de comercio electrónico actuales es Amazon. La multinacional que fundó Jeff Bezos en 1995 comenzó siendo un negocio de venta de libros en línea, pero ha ido creciendo e incorporando nuevos servicios. Su última apuesta ha sido el mercado de los medicamentos con el lanzamiento a finales del año pasado de Amazon Pharmacy, su farmacia on line para la venta de medicamentos con receta. Aunque por el momento este servicio de la multinacional sólo está disponible en Estados Unidos, no cabe duda de que su objetivo será copiar el modelo en otros países.
¿Pero es posible que Amazon Pharmacy desembarque en España? Tal y como está ahora mismo la legislación la respuesta es clara y contundente: no. No existen resquicios por los que el gigante se pueda colar para empezar a trabajar, al menos de forma legal, en España. Y en vista del revuelo que ha causado por la irrupción de Amazon en el mercado farmacéutico en América, es muy difícil pensar que se pueda llevar a cabo cualquier movimiento subrepticio por parte de la compañía.
Aunque hoy la llegada de Amazon sea inviable, tampoco se puede descartar categóricamente en un futuro, ya que las leyes no son algo fijo y siempre se pueden cambiar. “Hoy hay muchas farmacias que disponen de comercio electrónico y para ellas la llegada de Amazon está claro que supondría un grave peligro. Pero esto pasa por un cambio no solo ya de legislación sino también de todo el sistema sanitario completo”, apunta Marta Gento, del COF de Barcelona.
Para Javier Herradón, presidente del Consejo de COF de Castilla y León, este cambio supondría una importante pérdida de derechos y de salud para los pacientes. “Ahora mismo tenemos uno de los mejores modelos de farmacia del mundo, que es mucho mejor que el modelo de Estados Unidos. No nos oponemos a los cambios, pero hay que hablar con los pacientes de verdad para saber si realmente es algo que necesitan. Ahora mismo, al menos en mi provincia, las farmacias que venden on line no están funcionando. La cercanía y el conocimiento que tiene el farmacéutico de sus pacientes es algo que no podrán suplir nunca estas alternativas”. digitales”.
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