La Mesa de la Profesión Enfermera, constituida por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería (Satse), ha reclamado al Gobierno que regule el precio de los autotest de antígenos que se venden sin receta en las oficinas de farmacia, "para acabar con la especulación y desigualdad de precios que provoca que en España cuesten un 2.000 por ciento más que en países de nuestro entorno, como Alemania".
A su juicio, el Gobierno “debe regular el mercado para que estos test sean gratuitos para el conjunto de la ciudadanía o que se ponga un valor máximo y cuesten lo mismo que en Alemania”, afirman.
“Ha pasado casi un mes desde que las farmacias pueden vender autotest de antígenos sin receta y asistimos estupefactos a unas diferencias de precio sin sentido en la venta de estas pruebas diagnósticas de detección del coronavirus, que oscilan entre los 10 y los 14 euros dependiendo de la oficina de farmacia en la que se compre”, afirman desde la Mesa de la Profesión.
Según esta organización, se trata de unas cantidades "absolutamente desproporcionadas si se compara con los precios que tienen en países de nuestro entorno como Francia o en Alemania. Este último país, por ejemplo, los vende por 0,75 euros". Y añaden que, además, el coste establecido es por cada test, aumentándose la cantidad económica en función de los que se quieran comprar.
Los farmacéuticos, en contra
Desde la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) se oponen a estas medidas y a las críticas sobre los precios de los test de autodiagnóstico y alegan que no hay ningún estudio que avale la información proporcionada por los enfermeros, y, por lo tanto, la califica de "tendenciosa".
"Nos parece intolerable -dice Luis de Palacio, presidente de FEFE, en declaraciones a CF- que el foco se ponga en el precio de salida del primer día de abastecimiento de los test, el cual ya está muy superado a la baja en apenas dos semanas, y no haya ni una sola valoración del precio desmesurado que han estado cobrado otros agentes anteriormente, entre ellos muchos enfermeros, por canales y procedimientos ilegales, como el de internet, y sin prescripción médica, y haciendo una publicidad de los test prohibida hasta que no se ha modificado la normativa en julio. Una prueba humeante de que la Mesa de la Profesión Enfermera tiene fines distintos de los que refiere su denominación".
Por otra parte, FEFE asegura que los precios en la farmacia están bajando "y no es descabellado pensar que se asienten en los 5 euros y por debajo". En cuanto a los precios mencionados en Alemania, De Palacio declara que ese país "ya recula en su política de compra centralizada de test, así que también eso está mal tomado".
De Palacio, añade- que, en cualquier caso, "FEFE está en contra de que se regulen los precios de venta al público de estos productos, sin haber antes probado ni un solo estímulo para aumentar rápidamente la oferta del mercado de los mismos".
Y argumenta que, antes de intervenir los precios, lo que habría que hacer es "lograr mayor competencia y oferta, que es lo que baja el precio. Además, pueden coexistir distintos precios según el valor añadido que incorpore: realización por profesional, seguimientos, certificaciones y demás".
A su juicio, "fijar las cosas y regularlas ordena mucho, pero se pierde en competitividad, agilidad y en innovación en el servicio. Por tanto, si va en contra de alguien, es de la población".
El ejemplo de las mascarillas
La Mesa de la Profesión Enfermera recuerda que con las mascarillas también se reguló el precio y que la situación de los test de autodiagnóstico también lo justificaría. Sobre este punto, De Palacio afirma que la regulación del precio de las mascarillas en su momento "también fue un error de bulto. Durante el pico de demanda se mantuvo la escasez y cuando se inundó el mercado de las farmacias de mascarillas el precio tardó en bajar del regulado, que actuó como referente con fuerza. Ahora, la situación es distinta en cuanto que no hay escasez internacional de test".
¿Una medida útil?
La Mesa de la Profesión Enfermera también se ha mostrado en contra de la dispensación de estas pruebas diagnósticas sin receta en las oficinas de farmacia, pues "no lo consideran una medida eficaz y segura para garantizar el control de la pandemia, al descargar en la ciudadanía la responsabilidad de su realización, interpretación y comunicación al sistema sanitario [...]. Genera tantos riesgos, inseguridades e incertidumbres que hacen que no sea una medida útil, positiva ni eficaz para el ciudadano ni tampoco para el sistema sanitario”, apuntan.
Al respecto, insiste en que la realización de la recogida de la muestra por parte de una persona no cualificada y sin experiencia puede arrojar resultados inexactos que lleven a confundir la interpretación de los mismos, pudiendo provocar falsos positivos y falsos negativos.
Igualmente, critica que la decisión de comercializar los test de autodiagnóstico "se haya hecho sin tener en cuenta el criterio de numerosos y reputados expertos que han advertido de manera reiterada sobre los riesgos que genera su realización en los domicilios".
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