“Hay que ser conscientes de que la primaria está hiperburocratizada”, ha dicho a este diario Jaume Sellarès, médico de Familia y vicepresidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB), acerca de la intención del Gobierno de la Generalitat de Cataluña de incorporar al primer nivel asistencial nuevos perfiles profesionales en lugar de paliar el déficit creciente de médicos y enfermeros.
“Estamos en un entorno en el que es muy difícil encontrar médicos y enfermeros, pero (si se quiere incorporar nuevos perfiles profesionales) hay que hacerlo bien”, añade el experto, también director de un centro de primaria autogestionado de Barcelona (CAP Sardenya), que recuerda que la corporación que representa lleva años alertando del déficit de facultativos.
Sus declaraciones responden al informe de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS) relativo a nuevos perfiles profesionales en atención primaria, titulado Nous perfils professionals a l’atenció primària (en catalán y con resumen en castellano), realizado de acuerdo con un plan previo del Gobierno autonómico.
“A pesar de que la evidencia y la experiencia disponible sobre estos nuevos roles profesionales, en contextos sanitarios similares al nuestro, es en general limitada, parece ser que hay posibilidades de remodelar la manera de trabajar y organizar el proceso de atención, permitiendo a los profesionales sanitarios centrarse en las tareas que realmente aportan valor añadido”, argumenta la agencia en su informe específico.
El documento se ha realizado de acuerdo con un plan de la Generalitat, de principios de septiembre de 2020, que incluye: “Mejorar la accesibilidad en los procesos de atención a los usuarios, aumentar la resolución en el proceso de respuesta asistencial y atender de forma integral a las personas con enfermedades crónicas”. Y que prevé la incorporación de la nueva figura del gestor de salud, que “descargará los facultativos de tareas administrativas”. Según la agencia, este perfil de gestor de salud, es un referente administrativo de las personas atendidas en el ámbito ambulatorio de una población asignada y para apoyar a los profesionales sanitarios descargándolos de tareas administrativas.
Explica Sellarès, que fue presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic), que la idea del gestor de salud, más allá del nombre, es un perfil que ya existe y es el del administrativo, que cada vez “ha sido más proclive y proactivo en la ayuda a los sanitarios en los trámites y la burocracia”.
El 'papel relevante' del gestor covid
Durante esta pandemia el Gobierno catalán creó la figura del gestor covid, que a juicio de Sellarès ha tenido un papel relevante en la gestión de trámites así como en la coordinación con los centros educativos. “Los técnicos auxiliares también ha sido claves” en la crisis sanitaria, indica.
Destaca que hay otra figura, la del asistente clínico, entendida como aquella que ayuda en el proceso clínico pero en la parte administrativa y que se puede ejercer de diferentes formas. En Cataluña, y resto de España, la mayoría de procesos administrativos requieren de la intervención del médico, lo que supone una sobrecarga de trabajo añadido a su primer cometido que es la asistencia al paciente.
Desde ese punto de vista, considera Sellarès que sí sería posible incorporar nuevos perfiles profesionales pero clarificando muy bien las diferentes responsabilidades y aprovechando las tecnologías de la información y la comunicación.
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