"La enfermedad venosa afecta a muchas personas y tiene un gran impacto socioeconómico. Las varices, por ejemplo, son una de las manifestaciones de la enfermedad venosa y su prevalencia es enorme, situándose entre el 25 y el 33% en las mujeres y entre el 10 y el 20%, en los hombres. La enfermedad venosa es hoy en día una de las patologías más prevalentes por delante de todas las demás enfermedades cardiovasculares y representa un elevado coste socioeconómico. Su falta de prevención, de tratamiento y de consideración puede dar lugar a complicaciones; de hecho, la enfermedad venosa es responsable del 1 al 3% del gasto sanitario total". De esta forma el Capítulo Español de Flebología y Linfología de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (Seacv) explica el impacto de la enfermedad venosa en la población y en el sistema sanitario.
Como recuerda esta sociedad científica, la enfermedad venosa se produce cuando no funciona correctamente el sistema de válvulas de las venas por las que fluye la sangre en sentido ascendente desde las extremidades inferiores hasta el corazón. Esas válvulas impiden el retorno descendente de la sangre. Pues bien, cuando hay una disfunción de esas válvulas se produce lo que se conoce como reflujo venoso y conlleva un aumento de la presión sanguínea en las piernas. "Esta hipertensión hace que aparezcan los síntomas de la enfermedad venosa, como pesadez de piernas, calambres, cansancio, hinchazón de tobillos, calor y enrojecimiento", detalla la Seacv en un vídeo disponible en su web.
Para los farmacéuticos comunitarios que quieran involucrarse en la salud de quienes sufren enfermedad venosa, Sandoz facilita todas las herramientas y conocimientos necesarios, con los que ofrecer un servicio de atención farmacéutica profesional centrado en el retorno venoso con todas las garantías de calidad.
Según el Capítulo Español de Flebología y Linfología, "la pesadez y la hinchazón son señales de alarma de una enfermedad venosa incipiente", algo que tiene que tener en cuenta el farmacéutico para su detección.
Conocer por qué se produce esta enfermedad y cuáles son los factores de riesgo es importante para el farmacéutico comunitario si quiere contribuir a una detección precoz, a un diagnóstico temprano por parte del médico y a mejorar la calidad de vida del paciente que tiene dolor y siente sus piernas pesadas, transmitiendo los consejos de hábitos de vida adecuados.
También hay que estar atentos a los factores de riesgo que son "la edad, el sobrepeso y los cambios hormonales, que explican la mayor prevalencia en mujeres", apunta los expertos de Seacv. Además, los anticonceptivos orales, los embarazos, la menopausia y la terapia hormonal sustitutiva se asocian a menudo con la aparición o agravamiento de la enfermedad venosa. Por otra parte, "la bipedestación o el sedentarismo prolongados son factores de riesgo, ya que mientras permanecemos inmóviles no funciona la bomba muscular venosa", dice esta sociedad científica. A esto hay que añadir todos los factores que implican una elevación de la presión venosa, como el estreñimiento y el uso de fajas o prendas apretadas. El calor, los baños calientes y la exposición prolongada al sol también son factores de riesgo.
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