La nutricosmética está en auge. Y no solo como una herramienta para potenciar la belleza de la piel y el cabello, sino que abarca un campo mucho más amplio donde se usan micronutrientes como aliados imprescindibles para mejorar la salud y retrasar el envejecimiento. Para el farmacéutico comunitario representa una categoría con un amplio recorrido y ampliar, así, el consejo farmacéutico que ofrece.
Una de las definiciones de los nutricosméticos los presenta como principios activos y micronutrientes naturales con capacidad para complementar las necesidades nutricionales esenciales para combatir el daño de los agentes externos y el deterioro celular del envejecimiento de la piel. Sin embargo, la nutricosmética abarca mucho más y se está abriendo un hueco importante en las estanterías de las oficinas de farmacia.
Las primeras formulaciones nutricosméticas estaban dirigidas a fortalecer el cabello y las uñas, mejorar la elasticidad, firmeza y luminosidad de la piel. Hoy en día, hay evidencia científica que avala los beneficios de muchos de estos complementos nutricionales a la hora de reforzar el sistema inmunitario, mejorar problemas circulatorios y combatir las radiaciones solares, entre otros. "Hablamos de una enorme carga de antioxidantes que nos ayudan a retrasar el envejecimiento. Las personas envejecemos porque nos oxidamos y la nutricosmética nos ayuda a combatir el exceso de radicales libres que pueden provocan cambios en la estructura química de nuestras células y terminar derivando en una cascada de problemas de salud". Así lo resume Beatriz Collado, vocal de Nutrición y Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Madrid y experta en los beneficios que pueden aportar los suplementos nutricionales.
Los nutricosméticos aportan polifenoles, vitaminas, antioxidantes, aminoácidos, ácidos grasos y minerales
"Si se tiene en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como salud el bienestar físico y mental, tanto interno como externo, de las personas, se debe potenciar todo aquello que nos ayude a estar más saludables", indica la boticaria. “En ese sentido, desde la farmacia estamos obligados a ofrecer el mejor consejo especializado posible para mejorar la salud de las personas y, hoy en día, la nutricosmética tiene mucho que aportar en este sentido, por lo que se debe potenciar mucho más”.
Combatir el estrés oxidativo
Gracias a la nutricosmética, podemos aportar a nuestro organismo nutrientes que a priori no podemos incorporar fácilmente a través de la dieta y que aportan antioxidantes, polifenoles, vitaminas, aminoácidos, ácidos grasos y minerales que contribuyen a la formación de colágeno, elastina o ácido hialurónico. "El ritmo de vida que llevamos y la comida actual hacen que no cumplamos con los requerimientos nutricionales que se necesitan a diario y tenemos que suplirlos", indica Collado, quien asegura que lo podemos hacer a través de la micronutrición y la nutricosmética. Por su parte, Cristina García Millán, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén, de Madrid, subraya que, aunque no considera que la nutricosmética tenga mejores propiedades que la cosmética tópica, "es un buen complemento y ofrece un perfil mas preciso y personalizado al paciente".
Por otro lado, el organismo genera por sí solo radicales libres, mientras que la exposición solar, la contaminación y otros hábitos poco saludables, como el tabaco y el alcohol, fomentan un incremento de esas moléculas. Cuando el número de radicales libres es muy alto, la piel no puede defenderse y algunas biomoléculas, entre ellas los ácidos nucleicos (ADN y ARN), las proteínas y los fosfolípidos, son especialmente sensibles e inician un proceso de estrés oxidativo. El resultado final es que se acelera el envejecimiento de la piel, aumenta la inflamación y puede derivar en otros problemas, como digestivos, articulares, e incluso la aparición de algunos tumores.
La manera de combatir ese exceso de radicales libres es a través de los antioxidantes, sustancias que, aunque son producidas por la piel de forma natural, a veces no son suficientes. "La nutricosmética nos ayuda a reforzar nuestro sistema inmunitario y a tratar la inflamación con antioxidantes exógenos: polifenoles, vitamina C, vitamina E o carotenoides, que han demostrado sus efectos con evidencia científica tanto en patente como en producto final", destaca la especialista.
Esta es la base por la que se debería tener presente la nutricosmética y los complementos nutricionales en casi todas las situaciones, siempre, eso sí, de forma individualizada.
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