El problema de suministro de medicamentos es una cuestión que, desde hace tiempo, preocupa a las autoridades sanitarias mundiales y a todos los agentes que forman parte de la cadena de suministro. Se trata de un problema global, que afecta a todos los países del mundo; multicausa, relacionado principalmente con contratiempos en los cada vez más complejos procesos de fabricación, aumentos imprevistos de la demanda y aspectos comerciales; y que afecta a un buen número de medicamentos.
Un asunto que se ha visto agravado, en muchos casos, por la pandemia de la covid-19. Cómo abordar el problema y qué medidas implementar para paliar, en la medida de lo posible, una situación indeseable que afecta a millones de ciudadanos y que impide el normal acceso a los medicamentos, es una prioridad a la que las autoridades sanitarias tratan de dar respuesta.
Desde una perspectiva europea, las autoridades comunitarias y nacionales, con el apoyo de las organizaciones representativas del sector (laboratorios, distribuidores, farmacias…), trabajan desde hace tiempo para crear marcos de colaboración para abordar un tema que ha cobrado especial relevancia, más si cabe al estar revisándose actualmente la legislación farmacéutica. Los Estados miembro, aunque pueden establecer mecanismos para mejorar la situación a nivel local, no cuentan con las herramientas suficientes para enfrentarse de manera individual a un problema global, por lo que se hace necesario coordinar medidas y un sistema de seguimiento común.
Las autoridades sanitarias analizan la armonización de criterios y la búsqueda de una estrategia común para monitorizar las causas que originan los problemas de abastecimiento (en su mayoría en la fabricación) de cara a adoptar las medidas más adecuadas. Por ejemplo, en España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) apunta las causas predominantes en los desabastecimientos en nuestro país: problemas en la fabricación (32%); falta de capacidad de producción (20%); crecimiento en la demanda (16%); carestía de principios activos (12%) o problemas de calidad (8%).
Pero, independientemente de las causas, aspecto en el que distribución farmacéutica y farmacias poco pueden aportar, ¿cómo se puede contribuir para mejorar la situación? El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos puso en funcionamiento el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed), una herramienta muy útil que ofrece datos concretos y alerta sobre medicamentos que las empresas de distribución no han podido atender adecuadamente de los pedidos recibidos de las farmacias.
Por su parte, es en la detección temprana donde la distribución farmacéutica puede jugar un papel clave, anticipándose e informado a las autoridades sanitarias de probables situaciones de escasez de medicamentos en las farmacias. Cabe destacar que los almacenes mayoristas de gama completa mantienen un nivel promedio de stock equivalente a 30 días, que se establece para cada presentación teniendo en cuenta distintos aspectos: rotación, frecuencia de entrega por parte de los laboratorios y stock de seguridad conveniente para poder hacer frente a inesperados picos de demanda. Por ello, cualquier cambio significativo en las cantidades recibidas puede tener, en pocas semanas, un impacto en los niveles de servicio a las farmacias.
La aportación de la distribución
Es ahí cuando la distribución farmacéutica puede hacer saltar la alarma mediante un Sistema de Información Temprana, puesto a disposición de la Aemps dentro del marco de colaboración establecido en el Plan de Garantías de Suministro de Medicamentos 2019-2022. Así, en base a un listado de presentaciones consideradas críticas por la agencia, los mayoristas farmacéuticos informarían semanalmente de los pedidos recibidos de esa lista en base al Nivel de servicio (unidades recibidas/unidades demandadas), una ratio que serviría a la Aemps para analizar y comparar con el Nivel de servicio promedio de los cuatro pedidos anteriores. Si el Nivel de servicio de una presentación está significativamente por debajo del Nivel de servicio promedio, ese fármaco podría tener problemas de suministro en las farmacias en las próximas semanas. Una desviación que, a la inversa, indicaría la recuperación en el nivel de suministro de un medicamento en situación de escasez.
Se trata de un procedimiento de información, desarrollado por un grupo de trabajo en el seno de Fedifar, que puede ser de gran utilidad debido a su capacidad predictiva y que es complementario al Cismed. Una herramienta informativa que permite visualizar, con al menos dos semanas de antelación, un escenario previo a la fotografía que puede ofrecer Cismed si no se adoptan las medidas adecuadas para resolver el problema detectado.
Off Miguel Valdés. Director general de Fedifar. Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3jStrBb
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