Muchos de los pacientes que superan la covid-19 grave presentan al alta secuelas que afectan a la parte física pero también a la memoria, la conducta, el estado de ánimo y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria. En el Instituto Guttmann, centro monográfico dedicado a la neurorrehabilitación y con sede en Badalona, Barcelona, pusieron en marcha a principio de mayo del 2020 un Programa de Neurorehabilitación post covid-19 que ya ha permitido realizar un estudio, en fase de publicación, con una muestra de 40 pacientes. La iniciativa se planteó en este centro, de referencia en lesionados medulares y otros, ante los indicios de nueva necesidad asistencial observados en pacientes que tuvieron ingresados con covid-19 en colaboración con el Hospital Germans Trias.
El programa puesto en marcha a raíz de ahí tiene como principal objetivo la detección precoz y el tratamiento de secuelas post-covid e incluye rehabilitación funcional, neurológica-motora, cognitiva-conductual, emocional y respiratoria. El programa alterna la medicina presencial y telemática y se basa en una valoración previa del estado del paciente y el tratamiento personalizado por parte de un equipo interdisciplinario integrado por médicos neurorehabilitadores, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y educadores físicos, neuropsicólogos y el acceso a la plataforma de telerehabilitación cognitiva propia de Guttmann: el NeuroPersonalTrainer.
Montserrat Bernabeu, directora asistencial del centro, explica sobre los 40 pacientes de la muestra del estudio de Guttmann que el 52% estuvo en la UCI una media de 40 días, que sumados a ingreso en planta fueron de media 76 días en total. Entre el 48% restante, la mitad requirieron ingreso convencional de unos 10 días de media. El motivo de consulta por las secuelas al alta fue básicamente el de la persistencia de la fatiga (87,5%), que afecta a la autonomía y a la calidad de vida. El 65% refería sensación de falta de aire y el 40%, problemas cognitivos sobre cuya causa, por ahora, sólo hay hipótesis, recuerda Bernabeu.
Dentro del programa de Guttmann se utilizan ejercicios de potenciación de la musculatura respiratoria, se trabajan la función motora para revertir la afectación de la fuerza y, tras evaluación neuropsicológica, se aborda la afectación de la memoria y la función ejecutiva. Con todo ello, en esos 40 casos, “vimos que realmente hay mejora y que la repercusión es muy positiva para el paciente, que también encuentran un lugar donde les hacen caso, les explican lo que les está pasando y eso les quita ansiedad y depresión”, afirma Bernabeu.
Precisa que, de los 40 casos de la muestra analizados y seguidos, se desprende que la atención neurorehabilitadora post-covid ayuda a detectar secuelas y síntomas persistentes de la enfermedad; que la fatiga (primer motivo de consulta) claramente disminuye, lo mismo que la sensación subjetiva de disnea y de pérdida de memoria, y que todo ello influye positivamente sobre la ansiedad y depresión. Asegura que, en definitiva, hay una mejora muy significativa de la calidad de vida.
Bernabeu reconoce que ahora, “en situación de emergencia sanitaria, lo prioritario es la viabilidad de las personas”, pero recomienda que, “además de gastar tantos recursos en la supervivencia, también se tenga en cuenta que esta enfermedad causada por el SARS-CoV-2 es un proceso que no se acaba al alta: hace falta un protocolo básico de detección de la covid persistente, que será un problema muy prevalente, en atención primaria, que incluya ejercicios y orientación para los pacientes, con el objeto de reducir sus niveles de ansiedad y depresión”.
El programa específico de Guttmann va dirigido a personas que después de superar la fase aguda de la covid-19 sufran secuelas físicas, cognitivas, emocionales y conductuales derivadas de la enfermedad, y tienen que estar derivados por la atención primaria o el médico especialista.
La intervención incluye una primera valoración a través de un screening neuropsicológico - a través de la plataforma neurotest.guttmann.com se le envía al paciente para que rellene el cuestionario antes de la primera visita-. Posteriormente se hace una primera visita presencial con el médico neurorehabilitador, donde se valoran las repercusiones funcionales, la pérdida de movilidad, otras capacidades funcionales y respiratorias y las relacionadas con actividades de la vida diaria. También se realiza una visita con el neuropsicólogo, que valora la memoria, la orientación, la capacidad atencional, el lenguaje y las funciones ejecutivas.
Finalmente, el tratamiento puede ser telemático, presencial o mixto, en función del resultado de la valoración y el estado del paciente, que será seguido durante todo el proceso de forma activa por parte del médico y el neuropsicólogo.
Repercusión en la salud cerebral
En paralelo con el programa clínico, el centro ha diseñado un estudio de investigación longitudinal basado en tecnologías móviles que tiene como a objetivo conocer a corto, medio y largo plazo la repercusión sobre la salud cerebral (neurológica y psiquiátrica ), los trastornos cognitivos que se derivan y cómo estos repercuten en el desarrollo de las actividades de la vida diaria de las personas que han sido afectadas por el SARS-CoV-2.
El estudio se beneficiará de la experiencia y el conocimiento alcanzados en el marco del proyecto de investigación Barcelona Brain Health Initiative, donde participan más de 4.000 voluntarios sanos, que cuenta con el apoyo de la Fundación “La Caixa” y está liderado por Álvaro Pascual-Leone, profesor de Neurología de Harvard Medical School, en Hinda and Arthur Marcus Institute for Aging Research, y director de Guttmann Brain Health Institute, quien codirigirá este estudio longitudinal abierto a toda la población afectada por la covid-19.
Por otro lado, esta semana Guttmann y el Hospital Germans Trias han anunciado que han puesto en marcha la primera Unidad funcional de covid persistente pediátrica de Cataluña.
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