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lunes, 25 de enero de 2021

La vacuna contra la covid: póntela y pónsela

Política y Normativa
soledadvalle
Lun, 25/01/2021 - 09:00
Covid-19
Mónica Tapias y Araceli Hidalgo, sanitaria y residente, primeras en recibir la vacuna contra la covid.
Mónica Tapias y Araceli Hidalgo, sanitaria y residente, primeras en recibir la vacuna contra la covid.

"Estamos intentando hacer algo insólito, que es vacunar a mucha gente en un corto periodo de tiempo”. Amos García Rojas, presidente de la Sociedad Española de Vacunología, define así el reto al que nos enfrentamos. El milagro de disponer de vacunas contra la covid en un tiempo récord, de menos de un año desde que la OMS resolvió que estábamos en situación de pandemia, se ha producido.

La Comisión Europea tiene firmados ocho acuerdos con compañías farmacéuticas para la entrega de material cuando se demuestre su eficacia. Los fármacos de Pfizer-BioNTech y Moderna han sido los primeros en recibir la aprobación de la EMA. AstraZeneca, Sanofi-GSK, Johnson&Jhonson y Curevac son las otras compañías con las que Europa tiene firmado acuerdos de entrega de los fármacos que están ensayando contra la covid, y con Novarax y Valneva las negociaciones están avanzadas.

La vacuna de Pfizer y BioNTech ha sido la primera aprobada en Europa y EEUU.
La vacuna de Pfizer y BioNTech ha sido la primera aprobada en Europa y EEUU.

En este macroacuerdo de Europa, España recibirá 30 millones de dosis, de la producida por Pfizer-BioNTech y 16 millones, de las de Moderna. Los dos fármacos son similares: utilizan la fórmula de ARN mensajero, requieren de muy bajas temperaturas para la conservación del medicamento y dos dosis para alcanzar la inmunidad completa.

Preparados, listos, ya

El pistoletazo de salida de la vacunación en España sonó el 27 de diciembre. Araceli Hidalgo y Mónica Tapias, residente y sanitaria de la residencia pública de mayores Los Olmos, en Guadalajara, hicieron historia al convertirse en las primeras españolas en recibir el compuesto de Pfizer-BioNTech.

Las dos mujeres representan a los colectivos elegidos como prioritarios para ser inmunizados: los ancianos en residencias y los profesionales sanitarios de primera línea. El personal más vulnerable junto con el colectivo más expuesto y necesario para poder llevar a cabo la inmunización masiva planteada: el arma más poderosa para vencer al SARS-CoV-2.

Con una marcada diferente entre comunidades autónomas, durante los primeros días de vacunación se administraron unas 30.000 dosis diarias, que se elevaron hasta las 67.000 en las primeras semanas del 2021. “Las vacunas han ido llegando correctamente a las diferentes comunidades autónomas, pero el ritmo ha sido diferente según los territorios. Ha habido regiones que han vacunado a un ritmo muy aceptable mientras otras lo han hecho a un ritmo más lento”, apuntaba García Rojas (ver páginas siguientes). 

Comienzos difíciles

El presidente de Sociedad Española de Vacunología y miembro del comité técnico de vacunas de Sanidad evita referirse a autonomías concretas y entrar así en la batalla política que acompaña a las decisiones sobre la pandemia desde marzo. En la valoración del primer mes de la campaña de vacunación, el especialista también se muestra prudente. “Podemos decir que nuestro país es uno de los que más vacunan del mundo. Somos un referente importante, algo que debemos tener en cuenta para valorar este primer contacto con la vacuna”, responde.

Juan Molina, uno de los primeros vacunados de la covid en Galicia.
Juan Molina, uno de los primeros vacunados de la covid en Galicia.

El 20 de enero se superó el millón de dosis distribuidas por Sanidad a las comunidades autónomas, con 1.346.100. También el millón de personas vacunadas, con la cifra de 1.025.937. Pero solo 15.642, entre ancianos y sanitarios, habían completado la pauta para estar inmunizados; es decir, habían recibido un segundo pinchazo del medicamento de Pfizer-BioNTech transcurridos 21 días del primero. En esa fecha, Andalucía es la comunidad autónoma con más población con la dosis completa, 4.568, y Cantabria es la única que no había puesto ninguna segunda dosis.  

A ritmo de crucero

Mónica y Araceli están en ese selecto grupo de inmunes al coronavirus, que en Castilla-La Mancha sumaban 195 personas el 20 de enero. Recibieron la segunda dosis del fármaco el 18 de enero. “Velocidad de crucero” y “ritmo de vacunación óptimo” han sido las valoraciones del ministro de Sanidad, Salvador Illa, en estas primeras semanas.  

Pero es más que probable que este ritmo, cómodo para navegar por el Mediterráneo, no nos lleve al puerto ansiado: alcanzar al menos el 70% de la población adulta vacunada para el verano de 2021, al que, por otro lado, Illa se ha comprometido.  

Hay que pisar el acelerador. Así lo apuntó la Comisión Europea en un comunicado con fecha del 19 de enero, donde insistió a los Estados miembros que debería alcanzarse la inmunidad de rebaño en agosto, es decir, tener vacunado a ese 70% de la población adulta. Antes hay objetivos intermedios: en marzo debe haberse inmunizado al 80% de los mayores de 80 años y al 80% de los profesionales sanitarios y sociosanitarios.

Primera fase 

Como es lógico, la primera fase de la estrategia de vacunación del Ministerio de Sanidad se ajusta a estos planteamientos europeos. En marzo deberían estar inmunizados ya los 2,5 millones de personas que suman los mayores que viven en residencias, los sanitarios de primera línea y los grandes dependientes. Sin embargo, a mediados de enero estaban inmunizados de manera completa algo más de 15.000 personas y un millón tenía la primera dosis.  

Con estos datos, ¿es realista pensar en una cobertura vacunal en adultos del 70% en verano? García Rojas responde: “Si estos planteamientos no se cumplen, desde luego que no va a ser porque los sanitarios no pongamos todo de nuestra parte. Necesitamos apoyos, que se tenga en cuenta el nivel de agotamiento de atención primaria, porque la situación está francamente mal. Además, debe garantizarse un flujo de vacunas continuo”. Y es que la parte logística de todo el proceso entraña una complejidad extra por las exigencias de conservación del producto.

Tanto el fármaco de Pfizer-BioNTech como el de Moderna deben mantenerse durante su traslado a temperaturas por debajo de los 60 grados y de los 15 grados respectivamente. A pesar de que el fármaco de Moderna fue aprobado en enero, la llegada masiva de dosis de este medicamento no será hasta marzo, como recuerda García Rojas. Entonces también se espera que se cuente ya con, al menos, otra vacuna más, la de AstraZeneca, menos compleja en su manipulación, pues no requiere de temperaturas tan bajas para su conservación.

Cuantas más fórmulas tengamos a disposición para vacunar, mejor, considera el experto. De este modo, estaremos menos expuestos a medidas como la adoptada por Pfizer-BioNTech, que redujo en un 41% la entrega de las dosis acordadas por un ajuste en la producción para, finalmente, reducir en un 17% las viales del fármaco que entregaba semanalmente a España. Esa disminución obligó a optimizar la dosis extra que había en cada vial, de donde se sacaban seis vacunas, pero se contaba con cinco.

A partir de ese momento, contaron la extra. Las decisiones de la compañía impidieron distribuir las 350.000 dosis que el Ministerio de Sanidad se comprometió a entregar semanalmente a las comunidades autónomas, en función de su población vulnerable y prioritaria para vacunarse. El desajuste empujó a las autonomías a recalcular la disponibilidad de segundas dosis para completar las inmunizaciones en el tiempo indicado. 

Vacunados que no esperaron su turno

Pudo ser coincidencia, pero también en esas primeras semanas salieron a la luz varios casos en los que directores de residencias de ancianos, responsables de centros hospitalarios, sanitarios jubilados, sacerdotes, familiares de ancianos en residencias, alcaldes y altos cargos de consejerías de sanidad, incluido un consejero -excosejero ya- y su mujer habían recibido la vacuna saltándose todo el protocolo sobre priorización. Todo ello, a pesar de que una de las cuestiones más claras de la estrategia de vacunación diseñada por el Ministerio de Sanidad junto a las comunidades autónomas son los grupos de priorización para recibir la vacuna. 

El consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, da una rueda de prensa este miércoles en la Asamblea Regional de Murcia en Cartagena, para justificar la decisión de vacunar al personal de la Consejería y SMS (EFE/Marcial Guillén)
El consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, da una rueda de prensa este miércoles en la Asamblea Regional de Murcia en Cartagena, para justificar la decisión de vacunar al personal de la Consejería y SMS (EFE/Marcial Guillén)

Alcaldes y consejeros de sanidad, así como cualquiera de la lista anterior,  están lejos de figurar en esa primera fase que debería culminar en marzo. Tampoco forman parte del grupo que empezará a vacunarse en la segunda etapa de la inmunización, que está establecida para que comience en marzo, donde se pretende continuar vacunando a los más mayores y, por tanto, más vulnerables a fallecer por la covid. Los ancianos de 90 y 80 años, con los que más se ha ensañado la pandemia, pasan a tener esa prioridad en la segunda fase de la estrategia de vacunación. Además, entre el personal sanitario y sociosanitarios que no se vacunó en la primera etapa, por no estar en la llamada primera línea, se empieza la inmunización a los sanitarios de hospitales y atención primaria. También se vacunará al personal de odontología, higiene dental y otros sanitarios que atienden a pacientes sin mascarilla durante más de 15 minutos.   

En definitiva, ha habido gente que se ha colado. La excusa más repetida de todos los que han recibido la dosis sin que les correspondiera ha sido que lo hicieron para aprovechar la cantidad de líquido en los viales, lo que lleva a dudar sobre cómo se está organizando la vacunación. 
La fórmula de Pfizer-BioNTech, una vez que se diluye para inyectarse, debe utilizarse en las siguientes seis horas. Esta rápida caducidad del medicamento obliga a observar el protocolo que ha fijado Sanidad y que García Rojas resume: “Hay que tener una buena planificación”.

Protocolo necesario 

Para organizar la vacunación en la primera fase, el Ministerio de Sanidad ha elaborado un documento en el que aconsejan a las comunidades que establezcan un protocolo sobre el manejo de las vacunas que se vayan a utilizar y que incluya documentación visible y resumida para comprobar las posibles contraindicaciones y precauciones en las personas a vacunar, además de las instrucciones para almacenar, preparar y administrar la vacuna.

Recomiendan vacunar con un solo tipo de vacuna a la vez y registrar, en un módulo específico, los datos de la persona vacunada, dosis, marca, lote y fecha de administración. Con estas se pretende evitar tener que poner dosis  “a los que no les tocaba” para no desperdiciarlas. 

Sorprende y levanta temores pensar que  esto haya podido ocurrir en esta primera fase, en la que el personal a vacunar estaba en el centro donde se llevaba a cabo la inmunización,  bien porque vivía allí, en el caso de los ancianos de residencias, o porque trabajaba allí, en el caso de los sanitarios de primera línea. ¿Qué ocurrirá en la segunda etapa cuando los que reciban la vacuna deban acudir por su propio pie al centro de salud a la hora citada y, además, se cuente con más variedad de medicamentos? Está por ver.

Hacia la inmunidad 

Pero en el supuesto de que la maquinaria de la dispensación de las vacunas estuviera bien engrasada de cara a la siguiente fase y la coordinación entre comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad fuera fluida, hay que contar con la llegada puntual de las dosis. 
Los expertos consultados, facultativos cercanos al diseño de la estrategia de vacunación de Sanidad, albergan dudas sobre esa entrega puntual de las dosis acordadas. Unos temores que lejos de están infundados se han reflejado en la distribucción de la primera vacuna. Amos García recuerda que hay unos compromisos de entrega firmados entre Europa y los laboratorios y que deben cumplirse. La Comunidad de Madrid suspendió puntualmente la vacunación de sus sanitarios por falta de fármacos. O el caso de Asturias que también dejó de vacunar a profesionales para priorizar a los mayores, ante esa falta de dosis. 

Sanitarios preparando las dosis para iniciar una jornada de vacunación (Gobierno de Extremadura)
Sanitarios preparando las dosis para iniciar una jornada de vacunación (Gobierno de Extremadura)

Fuentes cercanas al Ministerio de Sanidad recuerdan que la estrategia de vacunación es un proyecto vivo y adaptable. El grupo técnico asesor del ministerio en este ámbito tiene reuniones periódicas en las que modulan decisiones según el avance de la pandemia. Decisiones que son refrendadas por las comunidades autónomas, en el Consejo Interterritorial. 

Pero, en un escenario ideal, ¿qué cabría esperar de esta inmunidad? En primer lugar, algo que parece claro es que debe completarse la vacunación con las dos dosis del fármaco para hablar de inmunidad. Ha habido casos de ancianos en residencias que se infectaron después de haber recibido la primera dosis. “Puede que cuando le pusieron la vacuna ya estuviera infectado o que una sola dosis no le dé la cobertura completa”, razona García Rojas. 

La posibilidad de no sufrir la enfermedad de la covid después de que hayan transcurrido siete días de haber recibido la última dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech, que es cuando se alcanza la protección completa, está por encima del 90%, También en esos porcentajes se mueve el fármaco de Moderna, después de que transcurran dos semanas de recibir la segunda dosis, que es cuando en este caso se alcanza la mayor protección. 
Sin embargo, los ensayos con estas vacunas no han respondido a si las personas vacunadas, aunque no enfermen, es decir, no tengan ningún síntoma, puedan infectarse y contagiar el virus

Efectos adversos conocidos

Lo que sí se conoce ya son las reacciones no deseables que, como todo medicamento, pueden aparecer tras recibir la vacuna. Entre los efectos adversos frecuentes está el picor en el lugar de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor en las articulaciones, escalofríos y fiebre... nada preocupante. Sí preocupa la probabilidad de una reacción alérgica grave. Sobre esta cuestión, los últimos datos aportados por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, los CDC, son que tras haber administrado más de 1,8 millones de dosis, solo se han comunicado 21 casos de anafilaxia.  

En fin, nada que no ocurra con otras vacunas y que suponga alguna sorpresa no imaginada. De todos modos, y ante la novedad de las vacunas de ARNm, habrá que esperar unos meses por si aparecieran efectos indeseables extraños, algo muy improbable. 

El milagro se ha producido y en menos de un año desde que se declaró la pandemia hay vacunas contra la covid. El objetivo anunciado de llegar al 70% de la población adulta en verano se antoja difícil a este ritmo. La velocidad debe incrementarse para ganar al virus. Off Soledad Valle. Madrid Política y Normativa Off

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