Los efectos del coronavirus se han dejado notar también en la venta de tratamientos farmacológicos (vareniclina y bupropion) para la cesación tabáquica. Así, según datos facilitados por Iqvia, en noviembre de 2020 las farmacias vendieron 73.501 unidades: 73.208 de Champix (vareniclina) y 293 de Zyntabac (bupropion), lo que supone un 60% menos que en febrero, cuando se registró el pico más alto de ventas, ya que ambos tratamientos se desfinanciaron en enero de 2020. De hecho, en febrero las farmacias vendieron 186.551 unidades, cuando en enero fueron 113.538 y en diciembre 10.414. Eso sí, entre diciembre de 2019 y noviembre de 2020, según Iqvia, las unidades vendidas de ambos principios activos crecieron un 270,8% (Champix creció un 287,8% y Zyntavac un 9%).
En cuanto al porcentaje de los tratamientos financiados, las diferencias entre noviembre y febrero no son muy grandes. Así, en noviembre supusieron un 46,68% y en febrero un 48,10%.
Emilio Salguero, delegado del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) en Extremadura, atribuye el descenso de ventas en mayo a la disminución de la actividad asistencial. "Son cifras que parecen irse recuperando poco a poco, pero sin alcanzar, ni mucho menos, los datos de los primeros meses de 2020", indica.
Por su parte, Josep M. Suelves, jefe del servicio de Prevención y control del tabaquismo de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, señala que "la evolución del tratamiento del tabaquismo se ha visto seriamente afectado por la pandemia, así como el desabastecimiento de Zyntabac por parte del laboratorio, que se ha mantenido en toda España a lo largo de 2020".
Del mismo modo, Victoria Güeto, delegada del CNPT en Navarra, aclara que "durante el confinamiento muchos pacientes dejaron de acudir a sus centros de salud y abandonaron o no iniciaron programas de cesación. Por eso, al ser requisito imprescindible el estar incluido en un programa de cesación para poder prescribir con financiación, bajaron mucho las ventas de envases".
Sin embargo, Suelves señala que "estos datos no indican cuántas personas han sido tratadas: cada persona a quien se ha prescrito uno de esos medicamentos puede obtener entre 0 y 3 envases de la farmacia". Sí le parece interesante saber que los envases financiados representan un porcentaje tan alto del total dispensado: "Eso pone de manifiesto un esfuerzo elevado por parte del sistema sanitario público (en términos de dedicación profesional y de impacto económico) que me parece una buena noticia. Me parece también muy importante que la atención al tabaquismo se haya recuperado un poquito a partir del verano, a pesar de lo que está cayendo", sostiene.
Si bien los expertos coinciden en señalar los beneficios de estos programas para dejar de fumar, apuntan puntos de mejora:
- Facilitar la prescripción, por ejemplo reduciendo la puntuación requerida en el test de Fagerstrom y otros ítems.
- Poder prescribir más de 3 envases de vareniclina al año, ya que hay pacientes que necesitan más tiempo de tratamiento y otros que recaen, pueden intentarlo de nuevo antes del año
- Poder prescribir terapia sustitutiva de nicotina (TSN).
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Navarra, Cantabria y Galicia, en cabeza
Por comunidades autónomas, Navarra, Cantabria y Galicia encabezarían el mayor porcentaje de tratamientos financiados para la deshabituación tabáquica según los datos de Iqvia. Las tres autonomías financian más del 90% de los tratamientos de vareniclina: 97,63%, 97,40% y 93,98%, respectivamente. Las autonomías que tienen menor porcentaje de tratamientos financiados son La Rioja (77,32%), Asturias (80,25%) y Extremadura (80,93%).
Sin embargo, Suelves matiza que para apreciar las diferencias entre autonomías sería más apropiado calcular los ratios de fármacos dispensados por el número de fumadores mayores de 18 años: "Eso aportaría más luz que fijarse en el ratio financiados/dispensados", indica.
En el mismo sentido, José Manuel Iglesias, delegado del CNPT en Asturias, considera también muy difícil comparar entre comunidades solo con los datos aislados sin relacionarlos con el número de pacientes atendidos. "Se necesitaría un análisis más exhaustivo y probablemente un estudio multicéntrico para poder sacar conclusiones con base científica. Puede ser un reto", apunta.
Asturias tiene un 80,25% de tratamientos financiados, según datos de noviembre. La explicación, según Iglesias, puede ser que "las unidades especializadas reciben el tratamiento directamente por compra centralizada de los servicios de farmacia, por lo que probablemente no estén incluidas en las tablas y harían que subiera el porcentaje. No hay trabas administrativas a la prescripción ahora en ningún nivel de atención hospitalaria ni de atención primaria que impida la prescripción a los profesionales", señala.
Con respecto a los datos de Navarra, Victoria Güeto, delegada del CNPT en Navarra, explica que "no se trata de datos completos, ya que el Gobierno de Navarra financia también la terapia sustitutiva de nicotina (TSN) en forma de parches, que utilizan entre un 20% y un 30% de los pacientes tratados".
Güeto añade que dejando la TSN al margen, en Navarra se utiliza mucho más la vareniclina, "principalmente porque es un fármaco fácil de utilizar, con mayor potencia que el bupropion y con pocas interacciones. Tiene efectos secundarios, pero generalmente se toleran y pocas veces obligan a suspender el tratamiento".
Por su parte, Delio Vázquez, delegado del CNPT en Castilla y León, comenta que en esta comunidad se modificó el Proceso Asistencial Integrado para la Atención a las Personas Fumadoras (PAI) de Tabaquismo para adaptarlo a los criterios de financiación del Sistema Nacional de Salud (SNS). "También se elaboró una guía asistencial para los pacientes y se hizo una formación "en cascada", aunque la última fase se quedó sin concluir por la pandemia. Aun así, creo que el programa despegó muy bien y después se ralentizó por el confinamiento", señala.
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