La tónica general de la oferta MIR de este año lleno de malas noticias ha sido la del aumento de plazas. Las especialidades más implicadas en la lucha contra la covid-19 se muestran satisfechas con el número final, pero matizan que el sistema necesita tener en cuenta otras necesidades más allá de la pandemia que exigirán aumentar aún más el número de profesionales.
Miquel Aranda, ex-presidente de la Comisión Nacional de Medicina Interna -los órganos que se encargan de asesorar a la Administración sobre la oferta y a proponer cambios en los programas de formación especializada, entre otras funciones-, apunta que la oferta de este año, de 389 plazas MIR, encaja con las demandas de dicho órgano asesor.
En su opinión, es evidente las previsiones de necesidades de especialistas han cambiado con la pandemia, "que esperemos que sea transitoria", pero también por la previsión de falta de internistas en los próximos años. "Este hecho debe contextualizarse en los cambios que se están experimentando en los pacientes que atendemos -por ejemplo, los pacientes pluripatológicos, más complejos- así como las necesidades asistenciales: interconsultas de diferentes servicios hospitalarios, principalmente quirúrgicos; hospital de día; unidades de diagnóstico rápido, hospitalización a domicilio, etc."
Teresa Alfageme, presidenta de la Comisión Nacional de Neumología, apunta que el aumento de plazas MIR "nos viene muy bien", pero reconoce que esa estimación es un poco "grosera" en la medida de que les faltan datos para poner números exactos a esas necesidades.
"Lo suyo es que la provisión de plazas MIR se hiciera con fundamento, con un conocimiento de las plazas que se van a amortizar este año, las que son necesarias, las que se van a abrir, etc.", explica.
"Estoy convencido de que las Comisiones de Docencia han hecho un estudio exhaustivo de cómo se ha visto afectada la formación y las soluciones"
Más allá del dato concreto de plazas en futuras convocatorias, defiende que "la pandemia ha puesto de manifiesto que Neumología es un puente entre UCI y hospitalización en general, como son los cuidados intermedios. A medida que las especialidades van ampliando su campo de conocimientos, se va ampliando su papel a la hora de resolver problemas".
Leire López de la Oliva Calvo, representante de los médicos en formación de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), opina que el aumento de plazas en dicha especialidad "es fundamental para cubrir, al menos parcialmente, las demandas actuales de especialistas en Medicina Intensiva".
Pero este aumento "no sólo es necesario en el momento actual, sino que también debería mantenerse en el tiempo, acompañado del aumento del peso específico de la Medicina Intensiva en todos los centros hospitalarios ya que, como bien se lleva demostrando durante años y más visiblemente en esta pandemia, es en la especialidad de Medicina Intensiva donde se adquieren las competencias para el manejo del paciente crítico".
Concretamente, "a raíz de esta pandemia, se ha puesto en evidencia que es necesario aumentar las camas estructurales de UCI en los servicios de Medicina Intensiva (actualmente alrededor de 9/100.000 habitantes, muy lejos de otros países como Alemania). Es por ello que las plantillas de médicos intensivistas deberán adaptarse a este incremento, sabiendo además que la capacidad formativa de los servicios puede absorber este incremento".
Mantener la calidad de la docencia
Más que aumentar las plazas MIR, lo importante, apunta Alfageme, es mantener la calidad de la docencia. La neumóloga recuerda polémicas pasadas en las que se señaló que el Ministerio de Sanidad podía haber acreditado algunas unidades que, a juicio de las comisiones nacionales, no cumplirían los criterios para la formación sanitaria especializada.
Una de las cuestiones que preocuparon a los profesionales eran las repercusiones reales de la pandemia en la formación sanitaria especializada. Al respecto, muchos docentes han señalado que esta situación tan extrema puso sobre la mesa los valores profesionales de los sanitarios y también les enseñó a lidiar con las emergencias.
Pero los cambios en las rotaciones que implicó necesariamente la crisis ha hecho que los residentes tengan la sensación de que no han aprendido lo que debían, a juzgar por el 60% que, según un sondeo de la Organización Médica Colegial (OMC), consideraban que era necesario alargar la residencia para compensar los déficits formativos.
- Un 60% de los MIR ampliaría la residencia para compensar la pérdida de formación por la covid
- MIR, EIR y FIR 2021: la oferta nacional sería de 10.249 plazas
- MIR, EIR y FIR 2021: Cataluña, la autonomía que más aumenta su oferta respecto a 2020
- MIR, EIR y FIR 2021: la elección será telemática y los residentes se incorporarán en julio
Sobre los efectos en la docencia, Alfageme defiende que ésta va más allá de los tratamientos: "los residentes también aprenden cómo deben comportarse los médicos". La pata que cojea más, en su opinión, es la faceta investigadora, "porque todos las investigaciones y ensayos no covid han quedado parados".
Por su parte, Aranda dice estar convencido de que "las Comisiones de Docencia de todos los hospitales han hecho un estudio exhaustivo de cuál ha sido esta afectación y cómo deben abordarse y solucionarse los aspectos negativos". Desde el Grupo de Formación de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) se va a realizar un trabajo, basado en encuestas a residentes, para valorar cómo ha podido repercutir la pandemia en su formación. Será interesante conocer los resultados.
"Lo suyo es que la provisión de plazas MIR se hiciera con fundamento, con un conocimiento de las plazas que se van a amortizar este año, las que son necesarias, etc."
Álvaro Pascual, presidente de la Comisión Nacional de Microbiología, opina que el impacto de la pandemia no ha sido muy importante en cuanto a la docencia MIR se refiere: "El principal impacto en nuestro caso es que la mayoría de los residentes se han incorporado a guardias formativas de 24 horas y eso supone una adaptación de su itinerario formativo, pero por lo demás no ha habido grandes cambios".
¿Marcará la pandemia las previsiones de especialistas? "En el caso de Microbiología y Parasitología es difícil de saber. Actualmente todos los especialistas están trabajando y no hay profesionales disponibles. Esperamos que tras el control de la pandemia el sistema sanitario sea consciente de la importancia de mantener accesibilidad a los servicios de Microbiología 24 horas 7 días a la semana, especialmente en los hospitales de tercer nivel. No sólo por situaciones como esta, sino por el impacto que tiene el diagnóstico rápido de infecciones graves. Si conseguimos que esto sea una realidad habrá que reconsiderar el número de plazas".
Alfonso Cruz Jentoft, presidente de la Comisión Nacional de Geriatría, alaba que "el Ministerio de Sanidad ha hecho un esfuerzo grande en los últimos años por desatascar el proceso de acreditación de plazas y ha subido casi al doble las plazas convocadas de la especialidad en un plazo de unos tres años. La comisión nacional "aprecia mucho este esfuerzo" y el aumento de las plazas a 95 en total.
"El descenso de docencia y actividades formativas fue asumible en la primera ola de contagios, pues era una emergencia sanitaria, pero no se puede prolongar"
"No obstante, desearíamos que se convocaran las 104 plazas acreditadas disponibles, especialmente porque la pandemia ha hecho muy evidente el déficit de especialistas en Geriatría, haciendo muy difícil o imposible cubrir todas las plazas. Y más teniendo en cuenta que nuestro estado tiene aún dos comunidades que no disponen de la especialidad, País Vasco y Andalucía, que se están convirtiendo en una de las pocas excepciones del mundo occidental y algún día tendrán que ceder en su terquedad de olvidar la especialidad".
Más discapacidad
Susana Moraleda Pérez, presidenta de la Comisión Nacional de Medicina Física y Rehabilitación, también afirma que pidieron un par de plazas más (129 en lugar de 123) debido a la necesidad de incrementar el número de especialistas y las próximas jubilaciones. "Actualmente en nuestro país no existen rehabilitadores suficientes para atender la demanda asistencial en cada una de las comunidades autónomas".
Una necesidad "cada vez es mayor debido al incremento de personas que sufren discapacidad, bien por envejecimiento, bien por aumento en la supervivencia de personas con secuelas de enfermedades graves. Además, cada vez más debemos atender pacientes que han sido sometidos a técnicas quirúrgicas agresivas y requieren rehabilitación posterior".
"Esperamos que el sistema sanitario sea consciente de la importancia de mantener accesibilidad a los servicios de Microbiología 24 horas 7 días a la semana"
Argumenta que la cartera de servicios en Medicina Física y Rehabilitación está aumentando progresivamente, creándose unidades que requieren especialistas formados específicamente: neuro-rehabilitación, amputados, linfedema, suelo pélvico, foniatría, rehabilitación cardio-respiratoria, rehabilitación infantil, intervencionismo, etc.
Además, "aunque todavía es difícil de cuantificar, es indudable que, lamentablemente, la Covid-19 dará lugar a un número importante de pacientes con secuelas que les provocará discapacidad, sumándose así a las personas que precisan atención por parte de los médicos rehabilitadores".
En cuanto a los efectos en el aprendizaje de los residentes, "la pandemia ha tenido algunos aspectos negativos, como puede ser la modificación de determinadas rotaciones debido a la emergencia de atender pacientes afectados por la Covid-19. Pero también ha tenido aspectos positivos, como ha sido trabajar conjuntamente y de manera estrecha con otros especialistas, aprender a tomar decisiones clínicas que en otros momentos no hubiera habido oportunidad, valoración de personas con diferentes grados de afectación y patología muy diferente. Y todo ello en condiciones de trabajo bajo presión".
López cree que, en el caso de los MIR de Intensiva, "por un lado, la docencia impartida se ha visto disminuida por la gran sobrecarga asistencial que impedía dedicar el tiempo necesario a la docencia de los residentes, lo que también ha conllevado la suspensión de cursos y sesiones clínicas hospitalarias, así como la cancelación de rotaciones hospitalarias externas que no se han podido recuperar en un alto porcentaje".
"El Ministerio ha hecho un esfuerzo por desatascar el proceso de acreditación de plazas y ha subido casi al doble las plazas convocadas de Geriatría en unos tres años"
Pero, por otro lado, "también es cierto que el aprendizaje global de los residentes se ha incrementado al tener que hacer frente a un elevadísimo número de pacientes, donde los MIR han jugado un papel fundamental desempeñando su trabajo en primera línea y asumiendo, en muchos casos, tareas y responsabilidades por encima de su nivel de residencia".
López cree que "el descenso de docencia y actividades formativas es asumible en el contexto de la primera ola de contagios, dado que se trataba de una emergencia sanitaria a la que hacer frente, pero no se puede prolongar en el tiempo y desde Semicyuc se está teniendo muy en cuenta".
Los déficits en atención primaria
Durante los últimos años, las comunidades han manifestado continuamente que tenían problemas para captar a médicos de Familia y para pediatras de atención primaria.
Ana Arbáizar, presidenta de la Comisión Nacional de Medicina de Familia, afirma que la propuesta de plazas, 2.283 en total, "representa el 95,16% del total de plazas acreditadas (2.399) y se ajusta a la capacidad docente actual, estando condicionada la calidad de la formación al impacto de la pandemia en los profesionales y centros acreditados para la docencia".
Sin embargo, recuerda que la oferta de Familia ha perdido peso en el conjunto de plazas de formación sanitaria especializada, lo que contrasta con el alto número de jubilaciones que se espera a medio plazo. Mientras que en 1995 se convocaron 4987 plazas MIR, de las cuales el 40% correspondían a la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, en años posteriores se h primado la superespecialización, hasta el punto de que las plazas de Medicina de Familia representan menos del 29% de las plazas MIR totales.
"Es indudable que, lamentablemente, la Covid-19 dará lugar a un número importante de pacientes con secuelas que les provocará discapacidad".
"Es decir, la proporción de plazas de profesionales con la visión integral y preventiva del primer nivel asistencial que el sistema precisa continúa siendo mejorable", lamenta, añadiendo que es preocupante además la contratación de profesionales sin especialidad, "ya que puede suponer un riesgo para la seguridad clínica de los pacientes, así como falta de equidad para los profesionales".
Para un incremento futuro del número de plazas "sería necesario una adecuada dotación en recursos materiales y económicos a las unidades docentes", y un impulso y reconocimiento a las figuras docentes sanitarias.
Gemma Carreras, presidenta de la Comisión Nacional de Pediatría, explica que la oferta final de 2021, de 491 plazas, corresponde prácticamente a la totalidad de las acreditadas (unas 499). En su caso, considera que la pandemia no repercute en las necesidades de los pediatras.
"Nos mostramos por tanto de acuerdo con la oferta planteada por las comunidades autónomas, considerando que las plazas que se quedaban fuera eran anecdóticas y que probablemente debían haber motivaciones circunstanciales. Solicitamos no obstante que se analizaran detenidamente estas plazas excluidas, para ver si era posible su inclusión y llegar así a ofertar el 100% de plazas acreditadas", añade.
Matiza que el número de plazas acreditadas puede que no represente la capacidad docente real del sistema. "La mayoría de plazas están acreditadas hace muchos años y por tanto desconocemos si cumplen realmente los requisitos para formar adecuadamente todos los residentes. Al mismo tiempo, hay servicios que han aumentado su tamaño, complejidad y actividad asistencial y que no han solicitado un aumento de acreditación, y que por tanto tienen una capacidad docente suplementaria no acreditada aún". La comisión ha propuesto nuevos criterios de acreditación.
"La proporción de plazas de profesionales con la visión integral y preventiva del primer nivel asistencial que el sistema precisa continúa siendo mejorable"
En cuanto a los efectos de la pandemia en docencia, Arbáizar considera que "la actual pandemia ha resaltado la grave situación de la atención primaria en nuestro país, la saturación de los equipos de atención primaria y la Medicina de Familia como especialidad deficitaria y necesaria, tanto por su perfil profesional y su ámbito laboral", puesto que un importante número de Médicos de Familia también trabajan en Urgencias.
"Los residentes nos dicen que están preocupados por su formación tras la suspensión de las rotaciones durante más de tres meses y por la situación de incertidumbre actual. Quiero destacar la importancia de la labor y sobreesfuerzo de los tutores y las Unidades Docentes para conseguir minimizar , en la medida de lo posible, el impacto que la crisis sanitaria tiene en su formación como especialistas".
Carreras apunta que la repercusión en Pediatría en la segunda ola ha sido distinta que en la primera, cuando la suspensión de itinerarios formativos y la desaparición de prácticamente toda la actividad no-covid repercutió en todas las especialidades. "Después de muchos enfrentamientos, el mantenimiento final de las fechas de evaluación anual originales comportó que el tiempo de suspensión de los itinerarios no se recuperó. Para algunas especialidades y residentes, la pérdida se ha podido recuperar con la adaptación de los itinerarios formativos de los residentes, pero no en todos los casos".
"La mayoría de plazas están acreditadas desde hace muchos años y desconocemos si cumplen los requisitos para formar adecuadamente a los MIR"
En la segunda ola, como sí se está manteniendo la actividad docente y la asistencial habitual, la repercusión está siendo menor. "Las comisiones nacionales, los tutores y sobre todo las comisiones de docencia hemos de estar vigilantes a que, por presiones asistenciales no siempre relacionadas con la pandemia, no se modifiquen los itinerarios formativos de los residentes sin la aprobación por las respectivas comisiones de docencia, ni por un tiempo mayor al estrictamente imprescindible", reivindica.
Carreras dice no obstante que los cambios en la actividad asistencial tienen repercusiones indirectas como el retraso en el diagnóstico de patologías crónicas o, en el caso de la población pediátrica, la incidencia menor de las enfermedades víricas propias de esta época (virus respiratorio sincitial y gripe) por las medidas de protección frente a la covid-19. "Este hecho, que lógicamente es bueno para la población, comporta sin embargo un menor exposición de nuestros residentes a estas patologías".
Esta pediatra, que es partidaria de establecer prórrogas si el residente no cumple el periodo formativo, señala asimismo que "la sustitución de la actividad asistencial presencial por asistencia telemática comporta un cambio en la docencia, que necesita también un aprendizaje para que sea provechosa para nuestros residentes".
covid-19 Off Nuria Monsó. Madrid Off
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3okbVbR
No hay comentarios:
Publicar un comentario