En los últimos días, varios grupos de investigadores han presentado sus conclusiones sobre el empleo de plasma hiperinmune como tratamiento de la covid-19. El grupo de la Clínica Mayo en Rochester, encabezado por Michael J. Joyner, publicó esta semana en The New England Journal of Medicine, que el plasma de convaleciente con títulos altos de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 administrado a pacientes hospitalizados con covid-19 que no requirieron ventilación mecánica se asocia a menor mortalidad que el plasma con bajo nivel de anticuerpos.
Este estudio retrospectivo examinó a 3.082 adultos con al menos un factor de riesgo que recibieron la inmunoterapia pasiva. El plasma que incluía niveles altos de anticuerpos IgG anti-SARS-CoV-2 se relaciona con una tasa de mortalidad a los 30 días del 22%, frente al 30% entre los que recibieron plasma con títulos bajos. La investigación muestra que el efecto positivo solo aparece entre pacientes que no requirieron ventilación mecánica. También, que la tasa de mortalidad resultó menor, si recibían el plasma en los tres días siguientes al diagnóstico de su infección.
El trabajo se publica la misma semana en que se conocen datos del análisis de 900 sujetos incluidos en la plataforma REMAP-CAP, un estudio adaptativo que evalúa diferentes tratamientos para la neumonía grave. Los investigadores no observaron beneficio (ni tampoco daño) en el uso del plasma con anticuerpos en pacientes en cuidados intensivos por covid, y, por tanto, interrumpieron el reclutamiento de esos enfermos graves, si bien continúan incluyendo a los hospitalizados por covid menos grave, según informaron en un comunicado.
También se espera que el estudio Recovery, una investigación sobre los tratamientos de la covid con más de 10.000 pacientes que dirige la Universidad de Oxford, presente sus resultados sobre el plasma hiperinmune antes de que acabe este mes.
Más allá de las elevadas cifras de pacientes incluidos, estos estudios tienen limitaciones propias de su diseño. En el caso concreto de la investigación retrospectiva de la Clínica Mayo, los autores incluso admiten que “determinamos a priori que el grupo de título bajo puede haber tenido un mayor riesgo de muerte que el grupo de título alto”.
Son los ensayos aleatorizados controlados los que van a dar una información más certera sobre el beneficio del plasma, recuerdan los expertos, frente a la heterogeneidad de los centenares o incluso miles de pacientes incluidos en los grandes estudios observacionales. Aunque esta premisa no sustentó la decisión, el pasado agosto, de la agencia reguladora estadounidense FDA que aprobó, sin evidencias suficientes según objetaron desde diversos sectores científicos, el plasma convaleciente para uso de emergencia en pacientes hospitalarios con covid-19.
Entre los estudios aleatorizados con plasma que se están llevando a cabo en todo el mundo, el de los investigadores argentinos dirigidos por Fernando P. Polack, de la Fundación INFANT-Covid19 en Buenos Aires, expuso la semana pasada también en The New England la eficacia del plasma de convaleciente con títulos altos de anticuerpos frente a la progresión a covid-19 grave en mayores de 65 años con enfermedad leve.
El trabajo se realizó sobre 160 personas de 65 años o más, en centros de Argentina que dieron positivo para SARS-CoV-2 dentro de las 48 horas posteriores a desarrollar síntomas leves de covid y que se dividieron bien en un grupo que recibió una infusión de títulos de anticuerpos altos o placebo. Las infusiones se administraron en los tres días siguientes al inicio de los síntomas. El criterio de valoración principal fue el desarrollo de enfermedad respiratoria grave en el día 15; se redujo a cerca de la mitad con la infusión de plasma (16% de los receptores de plasma frente al 31% de los receptores de placebo).
Estos resultados no coinciden con los obtenidos en otro estudio randomizado hecho en India, publicados hace unos meses en British Medical Journal, y en los que el plasma no se asoció con una menor progresión a covid-19 grave o en la mortalidad por todas las causas. No obstante, los investigadores del estudio argentino destacan las diferencias de su estudio con otros. En concreto, se centraron en un grupo concreto poblacional, escriben, “en los adultos mayores, porque son los más afectados por la pandemia de covid-19”. Y también indican que “nuestro objetivo era detener la progresión de la enfermedad de forma temprana y en un estadio moderado”.
Un trabajo de investigadores españoles ayudará a completar el puzle del efecto del plasma en la covid. El estudio controlado aleatorizado multicéntrico ConPlas-19, que coordina el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de Madrid, evalúa la administración el plasma en pacientes hospitalizados con neumonía por el coronavirus en estadio inicial. Y los resultados preliminares del trabajo publicados en el repositorio de preprints Medrxiv ya indicaron un efecto positivo.
El estudio, que se reanudó en septiembre tras detenerse durante un tiempo el reclutamiento de pacientes por la baja incidencia de la enfermedad en España, espera poder ofrecer resultados sobre una muestra de unos 300 pacientes en las próximas semanas.
Cristina Avendaño, médico especialista en Farmacología Clínica del Puerta de Hierro Majadahonda, e investigadora principal del estudio junto con Rafael Duarte, jefe de Hematología y Hemoterapia del centro, asegura que este ensayo “va a ser fundamental a la hora de demostrar la utilidad del plasma” y ayudará a completar el conocimiento aportado por otros ensayos aleatorizados. La investigadora recuerda que el estudio ConPlas-19 parte de la hipótesis de que el tratamiento “es relevante cuando se administra a un paciente que no ha construido su respuesta inmune frente al virus, y por ello es en aquellos pacientes en estadio precoz en quienes podremos demostrar si el plasma cambia la evolución de la enfermedad; el efecto no es esperable, si el enfermo ya presenta los anticuerpos”.
Los investigadores descartan, así, que el plasma sea útil en pacientes con la enfermedad muy avanzada.
Así lo expresa también en un editorial en The New England, el experto en medicina transfusional Louis Katz, director médico del Centro Regional de Sangre del Valle de Mississippi (Davenport): “Se debe desalentar el uso compasivo incontrolado de plasma de convaleciente en pacientes que no sean aquellos con una infección temprana que probablemente progrese a una enfermedad más grave, aunque los médicos reconocen lo difícil que puede ser simplemente quedarse al lado de la cama de un paciente en la UCI”.
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