"Precipitado e innecesario", "derroche injustificado de dinero público", "ineficaz", "privatización cada vez menos encubierta"... El glosario de términos con el que los sindicatos sanitarios han recibido el contrato suscrito por la Comunidad de Madrid con Cruz Roja para reforzar la campaña de vacunación explica a las claras el malestar de unos profesionales que, además, se quejan de la "absoluta falta de información" sobre la medida. Aunque la comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso ha hecho pública hoy esta medida, el contrato entró en vigor el pasado 29 de diciembre, exactamente dos días después del inicio oficial de la campaña de vacunación en España. Apenas 48 horas después de empezar a vacunar, Madrid ya sabía que no llegaba con sus plantillas del sector público.
El contrato, que tiene una duración inicial de seis meses, le reportará a Cruz Roja un montante total de 804.098 euros por prestar un "servicio de apoyo a la vacunación frente a la covid". De ese coste global, la comunidad pagará 136.533 euros el primer mes y 133.512 los 5 meses restantes, y el grueso de esa cantidad mensual se irá en gastos de personal: 90.537,19 euros al mes para pagar a 12 equipos de vacunación integrados cada uno por un enfermero y un auxiliar de Enfermería ("con experiencia acreditada mínima de un año en programas de vacunación"), además de un coordinador para los 12 equipos que ejercerá "funciones de enlace" con la Dirección de Salud Pública. En suma, 25 profesionales sanitarios que supondrán un desembolso de más de medio millón de euros para las arcas publicas de Madrid hasta el mes de junio.
Satse: "Con ese dinero, podrían contratar a más de medio centenar de enfermeras"
"Con ese dinero, si quisieran, podrían contratar a más de medio centenar de enfermeras en los centros de salud, que, además de vacunar, podrían ofrecer otros servicios sanitarios a la ciudadanía a través de las consultas de Enfermería", denuncia el sindicato de Enfermería Satse de Madrid.
Desde un punto de vista estrictamente económico, el de personal no es el único gasto injustificable, según Satse. El contrato incluye sendos montantes para compra de material sanitario (16.094 euros), adquisición de uniformes (2.746 euros el primer mes) o alquiler y mantenimiento de vehículos (13.680 euros), y eso, a juicio del sindicato de Enfermería, es duplicar gastos. "Se van a gastar dinero público en comprar uniformes, que ya tienen los empleados de la sanidad pública, o en adquirir material necesario para la vacunación, que también está recogido en las compras centralizadas de la Dirección General de Atención Primaria", argumenta el sindicato.
Y por si fuera poco el contrato especifica que el personal contratado sólo trabajará 5 horas (en turnos de mañana y tarde), y sólo de lunes a viernes, "en un horario que es inferior al de los centros de salud, que funcionan de 8 a 21 horas de forma ininterrumpida", añaden fuentes de Satse.
"Bien organizadas, las 4.000 enfermeras de Madrid podrían dar 38.000 dosis diarias"
En la misma línea, Julián Ezquerra, secretario general del sindicato Amyts, afirma que, puestos a hablar de optimización de los recursos disponibles, "si las 4.000 enfermeras que tiene en plantilla el Sermas en los 266 centros de salud se distribuyeran en turnos de dos por la mañana y otras dos por la tarde y se dedicaran exclusivamente a vacunar, se podrían suministrar 38.000 dosis diarias. Pero para eso, claro, no basta con pedir más vacunas o perderse en discursos estériles, lo que hay que hacer es ponerse a vacunar al ritmo que necesita la comunidad".
De las 49.950 dosis que la Comunidad de Madrid recibió la primera semana de vacunación, ayer se habían suministrado apenas el 12%, según fuentes de la consejería que dirige Enrique Ruiz Escudero (la estadística del Ministerio de Sanidad rebaja ese porcentaje al 6%). Los días festivos, las dificultades logísticas para vacunar en residencias o la necesidad de guardar remanentes para administrar la segunda dosis son algunas de las razones que esgrime la comunidad para justificar ese bajo porcentaje de vacunación. Aun así, el Gobierno de Díaz Ayuso prevé vacunar esta semana a unas 15.000 personas, y la que viene suministrar en torno a 24.000 dosis más.
"Hacen falta equipos específicos y ofrecer a las enfermeras la posibilidad de doblar turnos"
Con las tasas de vacunación actuales, Ezquerra califica "cuando menos, de precipitado" el contrato suscrito con Cruz Roja por Madrid, la primera autonomía que subcontrata un equipo de refuerzo como apoyo a la campaña de vacunación. "Con las dosis que tenemos sobre la mesa, y el ritmo actual de suministro, la sanidad pública puede abordarlo perfectamente".
José Ramón Martínez Riera, presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), defiende que hace falta establecer equipos específicos de vacunación y ofrecer a las enfermeras la posibilidad de doblar turnos para dedicarse a ello. "De lo contrario, se tendrán que dejar de hacer muchas otras tareas para dar cobertura a una campaña de vacunación de estas características".
- Anenvac: “A este ritmo nos podríamos tirar cinco años vacunando de la covid-19”
- Faltan 7.000 enfermeras en AP para para dar cobertura al plan de vacunación del Gobierno
- Enfermeras comunitarias: el contexto actual no justifica la realización de test de antígenos en botica
- Enfermeras comunitarias y médicos de AP proponen vacunar de la covid en horarios claramente diferenciados
El presidente de la AEC recuerda que hay comunidades, como Asturias o Galicia, "en las que se han generado equipos independientes (doblando horarios) que vacunan todos los días, incluidos los festivos, y lo hacen en espacios temporales diferenciados de la actividad asistencial. Aquí la tasa de vacunación sube hasta el 80%". Añade, no obstante, que otras autonomías, como La Rioja, no está vacunando desde los centros de salud, y ni tan siquiera las enfermeras de las residencias de mayores lo están haciendo. "Esta situación es una vergüenza".
"Falta de planificación"
Desde UGT-Madrid, su responsable de Sanidad, Julián Ordóñez, califica el contrato con Cruz Roja de "un eslabón más en la previsible, y cada vez menos oculta, hoja de ruta habitual del Gobierno de la Comunidad de Madrid, basada en el desvío de dinero público a la actividad privada".
Ordóñez abunda en la idea de los bajos índices de vacunación que presenta Madrid diez días después del inicio oficial de la campaña, un dato que, según él, "sólo es achacable a una injustificable falta de planificación. Los servicios de atención primaria siguen cerrados, por lo que los festivos y fines de semana sólo se pueden hacer test en urgencias, clínicas privadas o en el Summa, mientras la consejería clama para que les permitan hacer test en las farmacias".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/35dQulr
No hay comentarios:
Publicar un comentario