El Ministerio de Sanidad ha publicado los datos de las listas de espera quirúrgicas y de primeras consultas de especialista en el primer semestre del año que están inevitablemente marcadas por la primera ola de la epidemia, especialmente por lo acontecido en marzo, abril y mayo. La demora quirúrgica media se ha disparado desde los 121 días de espera a 31 de diciembre de 2019 al pico histórico de 170 días registrados de media a 30 de junio de 2020, tras pasar la primera ola de la epidemia.
El impacto de la covid en las listas de espera es en realidad mucho mayor que esos casi 50 días extra de demora para ser operado ya que el grueso del impacto se ha producido por una disminución del propio flujo de intervenciones quirúrgicas, que no han llegado siquiera a solicitarse al haberse anulado prácticamente por completo la actividad y consultas ordinarias en los hospitales de muchas autonomías.
Así al menos parece desprenderse de los datos cuando lo que se observa el número de entradas en la lista de espera, que se desploma desde 1,3 millones de personas que entraron a la lista de espera en el último semestre de 2019 a sólo 862.349 en el primer semestre de 2020. El número de intervenciones realizadas, se ha desplomado también en 2020 al calor de la crisis de la covid, bajando un 36%, a tan sólo 716.163 operaciones quirúrgicas realizadas en el semestre, frente a las 1.115.607 que se realizaron en el semestre previo.
Es decir, muy grosso modo, por un lado hubo casi 460.000 pacientes menos que entraron a las listas de espera quirúrgicas probablemente porque no tuvieron siquiera la opción de acudir al médico y, por otro lado, de los que estaban en listas de espera, se operó a cerca de 400.000 pacientes menos de lo que venía siendo habitual.
Esa menor petición de operaciones es la que explica la paradoja de que, pese a la crisis de la covid y el aumento de la demora media, la bolsa total de pacientes que esperan para ser operados (691.508) sea menor que hace seis meses (704.997).
Y, probablemente también la que explique los sorprendentes datos de la Comunidad de Madrid, la autonomía más castigada por la covid en la primera ola que paralizó la actividad de sus hospitales, y que, sin embargo, se mantiene como la autonomía con menor tiempo de espera quirúrgica (42 días) a enorme distancia de la media nacional de 170 días y de la autonomía con peores datos, Castilla-La Mancha, que registra 269 días de demora media para ser operado.
Concretamente, por encima de la media de 170 días de demora se sitúan además de Castilla-La Mancha, Cataluña (223), Andalucía (212) y Aragón (171). Y por debajo, Canarias (163), Castilla y León (161), Valencia (154), Cantabria (150), Baleares (140), Extremadura (131), Murcia (118), Navarra (112), Galicia (101), País Vasco (96), Rioja (69), Asturias (52) y Madrid (42).
Por tipo de intervención, la cirugía plástica acumula ya más de un año de retraso (388 días) de media, seguida por la neurocirugía (211), Cirugía Torácica (195), Traumatología (190), Cirugía Pediátrica (175), Otorrinolaringología (174) y Maxilofacial (173). Por debajo de la media de 170 días se sitúan Cirugía General (164), Angiología (159), Urología (149), Ginecología (137), Oftalmología (131), Dermatología (109) y Cirugía Cardiaca (79).
Las listas de espera para primera consulta de especialista médico también se han disparado, desde los 88 días de demora media en diciembre de 2019 a los 115 consignados a junio de 2020. Por especialidades la que mayor retraso acumula es Traumatología (146 días), Urología (125) y Dermatología (117). Por debajo de la media figuran Oftalmología (110).
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