España ocupa el séptimo puesto en el ranking mundial de investigación en Enfermería en el período 1996-2019 gracias al esfuerzo de miles de enfermeras. La enfermera pediátrica María Isabel Limón Gómez, ganadora del segundo galardón de la cuarta edición de los Premios de Investigación del Colegio de Enfermería de Madrid (Codem), es una de ellas.
Se tuvo que enfrentar a los comités éticos de investigación para sacar su proyecto adelante. Explica que al realizar el proyecto en Atención Primaria tuvo que pasar dos comités de ética: el del hospital y el del área del centro de salud en el que lo iba a realizar, y que tuvo que realizar varias correcciones y aclaraciones que ralentizaron el proyecto premiado.
En estos momentos es enfermera especialista en el Hospital Universitario Fundación Alcorcón en el servicio de Pediatría y en la actualidad está cursando un experto universitario impartido por el Codem llamado Desarrollo emocional y crianza del niño.
- Sin enfermeras se produce un cuello de botella en los sistemas sanitarios difícil de subsanar
- "Es impensable que la nutrición enteral o parenteral no esté controlada por una enfermera experta"
- Enfermeras comunitarias y de salud mental comparan la gestión de la pandemia en Madrid con el hundimiento del Titanic
- Madrid solicita a Codem un registro de enfermeras jubiladas para agilizar la vacunación
Su trabajo de investigación, Evaluación de la eficacia de la aplicación combinada de estimulación termomecánica y frío en la reducción del dolor en la vacunación pediátrica, se gestó cuando estaba haciendo la especialidad de enfermería Pediátrica en el Hospital Universitario de Fuenlabrada, que terminó en 2020.
-PREGUNTA: ¿En qué consiste tu proyecto de investigación? –RESPUESTA: Mi proyecto ha consistido en estudiar una técnica para la reducción del dolor durante la vacunación pediátrica. Siempre me han importado mucho todos los métodos que podemos llevar a cabo para reducir el dolor en los niños. Durante mi residencia realicé una sesión formativa sobre estos métodos y encontré el dispositivo Buzzy, que es muy fácil de usar y se compone de un cuerpo vibratorio y unas alas de gel frío. A través de la vibración y del frío, se estimulan una serie de fibras nerviosas para bloquear el paso del estímulo doloroso. El dispositivo se coloca durante 60 segundos en la zona en la que se va a realizar la punción y después se desliza hacia arriba mientras realizamos la técnica dolorosa. Se ha realizado un ensayo clínico con 154 sujetos, los cuales fueron divididos en un grupo control y en un grupo intervención. Se aplicó el dispositivo durante la vacunación pediátrica desde los 2 meses de edad hasta los 6 años, ambas edades incluidas. Tras el análisis de todos los datos obtuvimos unos resultados muy positivos, en los que vimos que la puntuación del dolor se había reducido en todos los grupos de edad y en el grupo intervención aproximadamente unos 2 puntos en las escalas de valoración del dolor. La conclusión final a la que se ha llegado ha sido que la aplicación del dispositivo Buzzy durante la vacunación pediátrica disminuye el dolor.
-P: ¿Cómo surgió la idea?
-R: Después de realizar una sesión formativa para la especialidad. Investigando sobre métodos de analgesia no farmacológica encontré este dispositivo y profundice más sobre el tema. Al realizar búsqueda bibliográfica sobre estudios realizados con Buzzy encontré que solo se habían realizado ensayos clínicos en niños mayores, pero no había ninguno publicado en lactantes y preescolares. De ahí surgió la idea, quise ver si era efectivo solo en niños mayores o también podría ser utilizado en los más, pequeños que son los que más vacunas tienen.
-P: ¿Qué avances significativos aporta tu proyecto en el ámbito del dolor en la vacunación pediátrica? ¿Se puede extrapolar a la población adulta?
-R: Sabiendo que el dolor es la quinta constante vital, el principal avance del proyecto es conocer que si utilizasemos este dispositivo podremos reducir el dolor en el paciente pediátrico. Quizás es algo que no tiene relevancia para muchos profesionales sanitarios, pero el dolor es algo que debemos tener muy presente y disminuirlo siempre que sea posible. Este dispositivo es facilísimo de usar y solo se necesitan 60 segundos más para vacunar. Por lo tanto, creo que usarlo produce un beneficio grandísimo. No conseguimos un dolor cero, pero sí lo podemos disminuir. Los padres seguramente estarán muy agradecidos de poder reducir, aunque sea un poco, el dolor que provocamos en sus hijos.
En la población adulta no se tiene en tanta consideración el dolor, es algo que pensamos que tienen que aguantar y ya está. Pero quizás haya gente con un umbral del dolor muy bajo o con fobia a las agujas en las que quizás se podría utilizar este dispositivo. Mi pensamiento es que siempre que se pueda reducir el dolor, tanto en la edad pediátrica como en la edad adulta, se debería hacer.
-P: ¿Vas a destinar el premio a seguir investigando?
-R: Seguramente lo utilice para continuar investigando y formándome. Mi siguiente objetivo es empezar a realizar la tesis doctoral.
-P: En España son pocas las enfermeras que investigan, ¿a qué crees que se debe?
-R: Creo que el fallo está en la formación que recibimos desde el Grado. Yo jamás hubiera pensado que iba a terminar realizando un proyecto de investigación, ya que la formación que recibí en este campo en la universidad fue escasa y muy poco atractiva. Nuestra formación gira en torno a nuestro papel asistencial, por eso creo que la mayoría de los enfermeros no investiga. Desde aquí me gustaría animar a que se investigue, ya que somos unos profesionales totalmente capacitados para hacerlo con mucha calidad.
-P: ¿Cómo te ves en un futuro, en la asistencia, docencia, investigación…?
-R: Me sigo viendo como enfermera asistencial porque me gusta muchísimo, pero no descarto en algún momento realizar algo de docencia. Posiblemente seguiré investigando.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/2NaTGIb
No hay comentarios:
Publicar un comentario