Ahora que el mundo entero está recibiendo o recibirá las vacunas inmunizadoras contra la covid-19, los más miedosos se preguntarán: ¿es posible minimizar el dolor de una inyección médica?
Sarah Pressman, profesora de Ciencias Psicológicas en la Universidad de California en Irvine, ha dirigido una serie de experimentos destinados a comprobar si disminuye el dolor de la inyección de una aguja mediante la manipulación de expresiones faciales.
Su conclusión es que tanto sonreír como hacer muecas pueden mejorar las experiencias subjetivas de dolor con la aguja, pero la 'sonrisa de Duchenne' sería la más adecuada para mitigar las respuestas fisiológicas del cuerpo inducidas por el estrés en comparación con otras expresiones faciales.
En el estudio que publicó el año pasado en la revista Emotion, explica que distribuyó aleatoriamente a 231 personas bien para gesticular una sonrisa Duchenne, una sonrisa no Duchenne, una mueca o una expresión neutral mientras recibían una inyección del calibre 25 que contenía una solución salina.
A los voluntarios se les midieron la frecuencia cardiaca y la actividad electrodérmica, y evaluaron el dolor, la emoción y la angustia según las percepciones que iban experimentando. Los grupos de la 'sonrisa de Duchenne' y de las muecas mostraron un 40% menos dolor frente al grupo control, en especial el primero.
Emoción espontánea
La 'sonrisa de Duchenne', nombrada así en honor al médico francés del siglo XIX Guillaume Duchenne, pionero de la neurología y de la fotografía médica, es un tipo de sonrisa que involucra la contracción de los músculos cigomático mayor y menor cerca de la boca, los cuales levantan la comisura de los labios, y el músculo orbicular cerca de los ojos; esa contracción eleva las mejillas y produce arrugas alrededor de los ojos.
Se ha sugerido que la sonrisa de Duchenne indica una emoción espontánea y genuina, ya que la mayor parte de las personas no pueden contraer a voluntad el músculo orbicular. Serviría para distinguir una sonrisa forzada, hipócrita, de compromiso social, de una natural, sincera.
Así que, cuando le vayan a pichar, sonría por favor, o al menos haga alguna mueca; con la mascarilla nadie se dará cuenta de que está 'aterrorizado' y usando un truco psicológico con el que quizá el dolor sea el mismo, pero que le ofrece la oportunidad de hacer un poco el payaso.
A falta de un palo para morder o de un trago de whisky, algunas muecas faciales pueden aliviar el dolor del pinchazo. coronavirus Off José R. Zárate Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/31CXE0a
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