La cornea es la capa más anterior del ojo, es transparente y una pérdida de transparencia puede suponer una disminución de visión. El de cornea es el trasplante que con más frecuencia se realiza en el mundo. Sus indicaciones y los tipos de trasplante que se realizan variarán en función de la ubicación geográfica donde se encuentre el donante y el receptor.
En los últimos 10-15 años se han desarrollado nuevas técnicas de trasplante lamelar donde solo se sustituye el tejido corneal dañado por uno anatómicamente similar. La cornea es una estructura transparente que tiene múltiples capas: el epitelio, el endotelio y el estroma. Si existe un problema estromal, por ejemplo, una cicatriz o una deformidad en un queratocono, que normalmente aparece en pacientes más jóvenes, se suele retirar esa parte de estroma e implantar el estroma de otra cornea, pero dejando el endotelio. Este hecho tiene consecuencias muy positivas; una para el receptor, al que cuantas menos capas ajenas se le implante, menos riesgo de rechazo tendrá y, además, otro beneficio para el donante o para el Banco de tejidos: que una misma cornea se puede utilizar para dos pacientes diferentes porque el endotelio que no se implanta en un receptor, se puede poner a otro. Básicamente, se trata de utilizar la cornea o una parte de la cornea para cada necesidad específica de un receptor”, señala a DM Mayte Ariño, del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico de Madrid, quien señala que en pacientes más jóvenes, las causas más frecuentes de trasplante lamelar son el queratocono, otras ectasias, las distrofias corneales y las cicatrices.
El equipo del Clínico ha realizado este tipo de intervención, concretamente a una receptora joven que presentaba una cicatriz secundaria a herpes. Dentro de las técnicas lamerales están las anteriores –referido a estroma y epitelio- y posteriores, relacionadas con el endotelio.
En este caso concreto, se realizó un trasplante lamelar anterior profundo, ya que se extirpa la práctica totalidad del estroma, con la novedad de que se empleó tecnología de láser femtosegundo para realizar cortes muy precisos y milimétricos, en cuanto a profundidad y diámetro, en el tejido corneal.
En este caso concreto, se trata de “una cirugía lamelar anterior profunda (DALK) que consiste en conservar el endotelio del receptor y trasplantar solamente estroma. La peculiaridad de esta técnica es la morfología que se consigue del botón donante 'en champiñón' o 'mushroom-shape' y el corte ad-hoc que se hace en el paciente receptor utilizando el láser de femtosegundo para los cortes”, indica la oftalmóloga, quien explica que este tipo de abordaje, aunque es no muy rutinario, ya se ha realizado en otras ocasiones por Alberto Villarrubia, del Hospital Larrufaza, en Córdoba.
Precisión y seguridad técnicas
La peculiaridad de esta técnica es que permite disecar a nivel profundo un diámetro menor (6 milímetros) que el diámetro superficial (8 mm) “con menor riesgo de perforación y mejor tasa de éxito en este tipo de cirugía. Además, el acoplamiento tan exacto de ambas corneas, de donante y receptor, nos permite dar 8 puntos de sutura en vez de 16 puntos”.
La aportación más destacada de estas técnicas, según la oftalmóloga, es permite realizar cirugías con un nivel de seguridad muy alto, ya que “son abordajes menos invasivos, con una tasa de rechazo inferior a los trasplantes penetrantes, donde todo el tejido corneal es sustituido: alrededor de 40% reducido a un 15% en penetrantes y en otro tipo de trasplante a menos de un 1%, así como una recuperación visual mejor y más rápida. En los lamelares posteriores, al mes de la cirugía se retiran los puntos y ya se está graduando la visión. En los anteriores, como el realizado en el Clínico, la recuperación se sitúa en unos 9 meses”.
Actualmente, y según la oftalmóloga, en más del 70% de los casos se llevan a cabo trasplantes lamelares, “siendo la causa más frecuente de trasplante corneal, en nuestro medio, el edema corneal por un fallo del endotelio corneal -ya sea por una distrofia existente o secundario a cirugías intraoculares complicadas- y, por tanto, los trasplantes lamelares posteriores o endoteliales (tipo DMEK y DSAEK) son las técnicas más frecuentemente realizadas”.
La profesional pone de manifiesto un fenómeno preocupante en el que, no obstante, se trabaja para paliar: ha crecido el número de pacientes susceptibles de mejorar con un trasplante corneal, pero la donación de tejidos no ha crecido al mismo ritmo. “Nos encontramos en un momento de escasez de tejido, empeorado por esta situación covid-19, y ante una necesidad de potenciar la donación de corneas a todos los niveles.
Estas declaraciones se enlazan con nuevos objetivos en este ámbito, señala Francisco Javier Candel, del Servicio de Microbiología Clínica y coordinador adjunto de Trasplantes del Hospital Clínico de Madrid, y director del Banco de Tejidos de la CAM, quien subraya la necesidad de disponer de un Banco de Tejidos para potenciar y optimizar los recursos y los implantes en general para garantizar la asistencia de una manera constante.
Garantizar los tejidos
De la mano del Banco de Tejidos se ha planteado, según Candel, el desarrollo de un programa de donación exclusivo de tejidos que se haría posteriormente a la donación y validación de órganos y que se centra en la donación de asistolía no controlada, cuando “el paciente llega muy tarde para garantizar la viabilidad tisular, pero como una cornea o el tejido osteoarticular, por ejemplo, aguantan más de 6 horas a temperatura ambiente y más 24 horas en fresco para poder hacer la extracción, el donante podría ser exclusivamente de tejidos. De esta manera, se podría hacer un aprovisionamiento en el Banco de Tejidos para optimizar el recurso asistencial para distintas especialidades y muy especialmente para Oftalmología y Traumatología”.
Aunque cada hospital en la comunidad de Madrid tiene sus ‘mini’ bancos de tejidos, la idea es fusionar una estructura que sea capaz de abastecer a cualquier centro con la intención de que exista “cantidad suficiente, tanto de aprovisionamiento de como de distribución de tejidos".
Según explica Candel, se va a plantear incluso que "existan equipos itinerantes de extracción -dos oftalmólogos y dos traumatólogos- que acudan a los distintos hospitales, hagan las extracción y lo remitan al Banco de Tejidos de la CAM donde el material será procesado. “Se trata, de alguna forma, de ir haciendo agenda para garantizar la donación y el abastecimiento de tejidos en todos los hospitales madrileños y con un fin único: el beneficio de los pacientes”.
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