No va más. La suerte está echada, en forma de meses de estudio e intensa preparación académica y mental. A las 13 horas del 27 de marzo de 2021, convocados al primer examen MIR formato covid, han comenzado a llegar los aspirantes más madrugadores a la explanada de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, una de las sedes habilitadas este año por el Ministerio de Sanidad para acoger las pruebas de formación especializada.
Después de varias semanas de estudio y concentración -favorecidas, en teoría, por las limitaciones de movimiento y la obligada restricción del ocio que dicta la pandemia-, hoy sábado, a primerísima hora de la tarde, la explanada de Derecho de la UCM ha acogido los primeros nervios, incertidumbre y expectación de parte de los aspirantes a hacerse con una de las 7.989 plazas de formación médica especializada. A las 13 horas -dos antes del tiempo fijado por el ministerio para empezar el llamamiento- ya había gente por los alrededores. Varios han venido con sus familiares en coche o con algún amigo (a pesar de que se pidió no venir con acompañantes).
La explanada de Derecho se ha ido poblando lenta pero constantemente, hasta convertirse en una compacta masa de nervios y semblantes concentrados bajo la preceptiva mascarilla. A las 14:48 en punto, un funcionario recordaba que el primer llamamiento tendría lugar a las 15 horas.
Este sábado no toca simulacro, sino la prueba de verdad. Y cómo no, parte del protagonismo de la jornada ha sido para la covid-19. El 26 de febrero de 2020, cuando se realizó el anterior examen sólo había, en teoría, 11 casos de coronavirus en España. El último informe de Sanidad, publicado ayer, hablaba de más de 3,2 millones de casos, 3.731 detectados en las últimas 24 horas.
Así pues, la mascarilla y el bote de gel hidroalcohólico han sido los complementos obligatorios del día, además de los apuntes y esquemas para echar un último repaso antes de entrar al aula. Además, se ha organizado una entrada escalonada en dos fases para evitar, en la medida de lo posible, las aglomeraciones de los candidatos en el acceso.
Y cuando se ha formalizado el llamamiento, a las 15 horas, y seguramente fruto de los nervios, en los primeros minutos se ha producido un tapón de gente en la entrada, hasta que los guardias de seguridad han organizado la entrada a las aulas por filas. En la entrada, los aspirantes podían lavarse las manos con gel, aunque cada uno de ellos estaba obligado, conforme al protocolo fijado por el ministerio, a llevarse su propia solución hidroalcohólica. Además, la academia de preparación MIR CTO también ha repartido pequeños botes a los aspirantes
Algunos aspirantes han señalado que las restricciones por la pandemia les han ayudado a estar más centrados ante la falta de distracciones extra. Otros explican que precisamente el coronavirus les ha limitado bastante a la hora de disfrutar de los valiosos descansos tras cada día de estudio.
Así, Carolina, que se presenta por segunda vez al examen MIR para intentar conseguir una plaza en la especialidad de Obstetricia y Ginecología, cree que "por mucho que digan que con las restricciones íbamos a estar más centrados en el estudio, yo creo que nos ha afectado a todos".
Bruno, natural de Bolivia, lleva un año en España dedicándose casi en exclusiva a la preparación del examen MIR, y su preparación -como la de todos sus colegas- ha coincidido, claro, con los meses más álgidos de la pandemia.
"Quisiera hacer Anestesiología y Reanimación, pero, si puedo conseguir una plaza, casi cualquiera estará bien; es una gran oportunidad". Los mismos nervios que afloran en la conversación de Bruno son los que, seguramente, tiene su pareja, que también se examina hoy, pero le ha tocado el Campus de la Universidad Complutense en Somosaguas.
Falta de previsión oficial
Martín Ballesteros explica a DM que está incluso más nervioso que en el último examen de la carrera de Medicina. Este aspirante señala que ha estado estudiando las ultimas semanas entre 10 y 12 horas al día y que está deseando volver a hacer deporte y ver a su gente.
Sobre las restricciones, comenta que cree que hubiese sido más justo habilitar un aula dedicada expresamente a los contactos estrechos con un posible contagio. "Yo me temo que quien esté en esa situación no haya dicho nada y, aun así, se presente al examen; por eso, me he comprado una mascarilla fpp3 y luego me lavaré bien la cara y las manos".
"Me temo que quien haya sido contacto estrecho no lo diga y, aun así, haya venido al examen"
Durante los últimos días, los aspirantes han sido especialmente cuidadosos. Y es que el Ministerio de Sanidad ha señalado reiteradamente que no iba a permitir la entrada a la prueba a personas positivas covid-19, a contactos estrechos o a personas sintomáticas, ni va a organizar un segundo examen para quien haya tenido la mala suerte de contagiarse antes de la prueba.
Flora, madre de uno de los candidatos, cuenta que en la familia estaban muy preocupados por un posible contagio. "Hemos hecho lo posible por estar en estas dos semanas en casa, teletrabajando y minimizando el contacto con otras personas"
Al margen de la polémica suscitada por la ausencia de facilidades ofrecidas por el ministerio en el contexto actual, Gema reconoce que posiblemente no tenga el examen tan bien preparado como otros candidatos, porque "llevo meses trabajando como médico forense". Idealmente, le gustaría hacer Urgencias y Emergencias, pero asegura que estudiará sus opciones una vez tenga la nota.
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