¿El SARS-CoV-2 es capaz de producir alteraciones vasculares en la placenta de las gestantes infectadas por este virus? De ser así, ¿qué potenciales repercusiones podrían tener sobre su salud y sobre la del recién nacido? Estas interrogantes son las que pretenden esclarecer Anna Suy, responsable de la Sección de Obstetricia, junto con Alexandra Navarro, del Servicio de Anatomía Patológica, ambas en el Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, a través de un proyecto de investigación multidisciplinar que analizará el tejido placentario –en estos momentos ya están recogidas 100 muestras de placenta- de mujeres infectadas por el virus SARS-CoV-2 durante el embarazo.
La investigación, que cuenta con el apoyo del grupo Italfarmaco, parte de la evidencia de la asociación entre complicaciones trombóticas y la presencia del virus SARS-CoV-2. Sus manifestaciones se deben a un estado de hipercoagulabilidad que habitualmente se relaciona con la gravedad de la infección, que podría sumarse al riesgo inherente al propio del embarazo. Por ello, las mujeres embarazadas están siendo un foco importante de atención, seguimiento e investigación en la actual pandemia causada por la covid-19, así como por las potenciales repercusiones que esas alteraciones trombóticas pudieran reflejarse en la salud del recién nacido.
Profundizar en estudios observacionales aislados
La covid-19, de momento, señala Suy a DM, no parece afectar en gran medida a los bebés, pero también es cierto que se va a cumplir un año de la pandemia y aún hay pocos datos sobre embarazo y bebés porque no hay un número elevado de gestaciones que hayan empezado y terminado con covid-19. Recopilar y evaluar datos es el objetivo del nuevo estudio, denominado Plaxavid, que analizará qué alteraciones vasculares se producen en las placentas de las gestantes que han padecido covid-19.
La placenta es un órgano muy vascularizado, que proporciona el oxígeno y los nutrientes al bebé en desarrollo. Ciertas alteraciones en la placenta se han relacionado con problemas en el embarazo y en la salud del recién nacido. Así, un tejido como el placentario, formado fundamentalmente por vasos, “es punto de análisis para comprobar qué repercusiones puede tener. Algún estudio observacional con covid-19 ha adelantado algunas afectaciones. Pero, son casos aislados en los que hay que profundizar, como la existencia de signos de mala perfusión vascular que puedan traducirse en una predisposición o una mayor ocurrencia de trombosis en el tejido placentario”, explica Suy, investigadora principal del Plaxavid.
El análisis recogerá datos de todas las gestaciones, independientemente de su grado de afectación viral: gestantes que han requerido UCI o las que pasaron el embarazo y la covid-19 en su domicilio. También se comprobarán las diferencias entre las mujeres que en el momento del parto tenían una covid-19 activa o ya lo habían pasado hace meses.
Se estudiarán además otras alteraciones placentarias y su relación con las características clínicas de las gestantes, con la aparición de determinados problemas del embarazo o del recién nacido.
El grupo del Valle de Hebrón es pionero en el estudio de las alteraciones placentarias y del embarazo. El pasado mes de junio describieron por primera vez en el mundo, y publicaron en BJOG: An International Journal of Obstetrics and Gynaecology, un síndrome clínicamente similar a la preeclampsia que se manifiesta en las gestantes que padecen covid-19 y que se puede diferenciar de la preeclampsia real mediante la evaluación de una serie de indicadores.
“Todos estos aspectos están muy relacionados. Con la nueva investigación pretendemos determinar si la placenta tiene o no un papel importante dentro de la infección viral en la embarazadas y si las alteraciones se podrían traducir en alteraciones placentarias que, lógicamente, repercutirían en el bebé”, señala Suy. Se sugiere, además, que podría haber replicación del virus en la placenta, aunque este punto no está aún totalmente consolidado.
Hay que concretar si la placenta tiene o no un papel específico dentro de la infección por covid-19 y si ello se traduciría en alteraciones placentarias que pudieran repercutir en en bebé
Los resultados del Plaxavid contribuirán a mejorar el manejo eficiente de la mujer embarazada que ha sufrido infección por covid-19 y de su recién nacido”, señala Suy, quien recuerda que desde el comienzo de la pandemia, al detectarse el elevado riesgo trombótico que acompaña a la covid-19, “se hepariniza, por protocolo de las sociedades Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y de Trombosis y Hemostasia (SETH), a todas las gestantes con infección, aunque sean asintomáticas”.
Sobre qué estrategias profiláctica o terapéuticas serían útiles si se confirmará la existencia de alteraciones trombóticas en la placenta de las gestantes, o subgrupos de gestantes, que pudieran comprometer su salud o la del recién nacido, Suy explica que se podría establecer una estrategia de tratamiento para mujeres con mayor riesgo de alteraciones trombóticas en la placenta.
"En estos momentos, y en líneas generales, tratamos a estas mujeres con profilaxis de heparina durante 15 días; más si se encuentran en UCI. Si concretamos que existe además un subgrupo de gestantes que pueden presentar alteraciones trombóticas importantes de la placenta, se abriría la posibilidad de administrar un anticoagulante durante más tiempo, incluso durante todo el embarazo. Y por, supuesto, en estos casos, determinar las repercusiones de esta alteración sobre el feto y traducir los resultados en sus bebés ya nacidos”.
La investigación, de la que podría haber datos preliminares en un par de meses, es un acercamiento único a un problema no suficientemente evaluado: estudiar desde el punto de vista clínico, analítico, anatomopatológico y en cierta medida epidemiológico la repercusión de la enfermedad en mujeres embarazadas con covid-19, indica José Montans, director del Centro Anatomopatológico de Madrid, encargado de realizar el estudio histopatológico de las placentas.
“Desde el punto de vista anatomopatológico permitirá evaluar sistemáticamente todas las posibles lesiones vasculares e inflamatorias, si las hay, en la placenta y su correlación con datos clínicos tanto desde el punto de vista de la evolución del embarazo, como de la evolución de la enfermedad viral en estas pacientes”.
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