Mañana miércoles empezará, salvo acuerdo in extremis, la huelga de médicos de atención primaria en Madrid. Unos paros que pretenden plasmar el descontento acumulado por años de falta de personal y medios, a lo que se suma la sobrecarga 'extra' causada por el coronavirus.
Según un sondeo de Amyts, el sindicato convocante, con 516 participantes (aunque la organización señala que es cualitativamente representativo), la demanda media ronda los 48 pacientes citados por médico y día, cuando el máximo legal sería de 30 pacientes. Un 5% se quedaría por debajo y un 15% tendría entre 30 y 40 pacientes. El 80% (es decir, 4 de cada 5 médico), atiende más de 40 consultas.
El sindicato lo achaca a dos cuestiones: la pandemia y el crónico déficit de personal. En cuanto a la covid, atención primaria se encarga del seguimiento de los casos leves, pero muchas veces se encarga también del diagnóstico y detección de casos. Madrid tiene unos 1.600 rastreadores, de los cuales 550 trabajan específicamente en unidades covid específicas para atención primaria (el resto dependen de Salud Pública y del centro de atención personalizada), según la Consejería de Sanidad.
No obstante, una cosa es tener rastreadores y otra cosa es que su trabajo libere al médico de atención primaria. Y la mala impresión de Amyts parece confirmarse con el sondeo: aunque un 68% de los encuestados confirma que tiene ese apoyo (o sea, un tercio no lo tiene), un 52% responde que es nulo o mínimo.
"Al final, ese anuncio de rastreadores y de apoyo administrativo no ha sido tan importante ni cuantitativamente ni en cuanto a su eficacia", lamenta Miguel Ángel García, director de la Revista Madrileña de Medicina de Amyts y responsable de la encuesta. Según una nota de la Comunidad de Madrid, a principios de febrero las unidades de apoyo covid de primaria habían gestionado un total de 165.000 citas de pacientes por ser contacto de un conviviente que ha resultado positivo a la infección, desde su puesta en marcha en el pasado mes de diciembre, es decir, unas 7.500 diarias.
"Lo que nos cuentan los profesionales es que estos rastreadores efectivamente se encargan de la trasmisión del diagnóstico y del seguimiento de los contactos... pero muchos compañeros nos dicen que lo han hecho sin informarles", explica el portavoz del sindicato.
La organización está cruzando los datos "y parece que hay una relación entre un rastreo eficaz y una menor demanda, que es importante para primaria para atender bien a los infectados y recuperar la asistencia de pacientes crónicos y otras patologías no covid".
Respecto al personal, Amyts calcula que faltan 800 sustitutos. Según el sondeo (por el cual el déficit sería de un 16%), el centro de salud 'tipo' estaría formado de 15-16 facultativos, de los que faltarían 2 ó 3 y además habría otro con reducción de jornada no cubierta.
Si miramos las cifras del portal del personal del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), que recogen el personal dentro de la plantilla orgánica, en enero de 2020 había 4.055 médicos de Familia de atención primaria, 932 pediatras y 560 médicos de emergencias. En enero de 2021, las cifras van todas a la baja: 4.037 médicos de Familia, 909 pediatras y 521 médicos de Urgencias extrahospitalarias. La pérdida sobre todo ha sido de personal fijo, compensándose en parte con personal eventual.
Un 62% ha pensado en abandonar
Por otra parte, la encuesta de Amyts también muestra a los médicos anímicamente agotados. Un 69% de los médicos creen que sus condiciones no permiten dar una asistencia de calidad y un 68% afirma que tiene que prolongar su jornada todos los días o con bastante frecuencia.
Un 70% afirma que no está motivado para hacer su trabajo y 80% no recomendaría a sus seres queridos el trabajo en atención primaria. Un 62% se han planteado además abandonar la profesión.
"No es burn-out como tal, pero es un signo indirecto: te das cuenta de cómo está influyendo la realidad de sobrecarga, la percepción de abandono...", explica García.
El portavoz de Amyts recuerda un estudio de la Fundación Galatea mostró que algo más de un 20% de los médicos se habría planteado en algún momento de la primera ola de la pandemia abandonar la profesión; el nivel era más elevado entre los médicos de atención primaria, un 31,7%, que entre sus compañeros de hospital (21,3%).
"Mientras que probablemente en atención especializada se ha recuperado cierta normalidad, atención primaria se ha quedado muy tocada de la situación en la que estaba estaba y las dos olas han vuelto a superar su capacidad", opina García.
La encuesta también pregunta a los facultativos por su salud mental. Un 53% reconoce que está tomando ansiolíticos por su situación laboral, aunque sólo un 13% lo hace a diario. Por otra parte, un 20% de los participantes había sido diagnosticado recientemente de alguna alteración psicológica o psiquiátrica.
Otra huelga tras cinco meses
Es la segunda huelga que convoca el sindicato Amyts en época pandémica. Y es que la organización ya amenazó con los paros en septiembre, pero llegaron a última hora a un pacto con la Consejería de Sanidad que prometía mejores sueldos y condiciones laborales y refuerzos de plantilla.
Ese acuerdo era una ampliación de un plan integral anunciado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso. Amyts defiende ahora que ese acuerdo de firmó "de buena fe" por su parte, pero que en 5 meses de su firma apenas han visto resultados.
El plan de Ayuso prometía 571 nuevos efectivos en tres años, de los cuales 260 eran médicos de Familia y 15 pediatras de atención primaria. El sindicato Amyts pone sus propias cifras: además de los 800 sustitutos pendientes, suman otras 750 plazas de necesaria creación (600 de Medicina de Familia y 150 de pediatras) para tener unas plantillas equilibradas.
Tampoco se ha producido aún la equiparación salarial de los médicos de atención primaria, del SUMMA 112 y de los Servicios de Atención Rural (SAR) con los médicos hospitalarios, que en teoría debía haberse realizado para el último trimestre de 2020.
La Consejería de Sanidad ha emitido recientemente un documento y una campaña sobre la gestión de la burocracia en las consultas de atención primaria, descargando a los médicos de la firma de justificantes, certificados e informes de las consultas médicas, pasos que al sindicato le parecen insuficientes.
A la espera del alcance real de la huelga, convocada de forma indefinida, Amyts también ha interpuesto un recurso contencioso administrativo ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra el Sermas por el incumplimiento del pacto.
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